Capitulo 10

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Capítulo 10:Prueba Tu Suerte

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Capítulo 10:
Prueba Tu Suerte

—¿Y... cuántos años tienes? —Pregunté, caminando a la par de ella. Neferet iba algo distraída, observando unos pájaros al pasar. Probablemente iba de regreso tan incómoda como yo.

—Como...— Parece pensar.— Veintisiete o veintiocho.

—Tienes la edad de Maggie. — Comento, sintiéndome un idiota al instante. ¿De qué rayos le servía ese dato? Mierda, sí que estaba nervioso.

—Eso es bueno, creo... ¿Y tú? — Pregunta.

De pronto siento su mirada sobre mi, pero no me atrevo a devolvérsela. Todo esto es tan extraño.

—Treinta y cinco. — Respondo. Ni siquiera supe cómo lo hice.

La realidad es que mi mente está muy lejos de esta conversación...

Daryl.

—No me interrumpas.— Mascullo.—Traté de demostrarte que valía la puta pena...

—No, en serio, Daryl...

—¡Neferet! — Exclamo sin paciencia.

No pasa ni un segundo cuando ella rodea mi nuca con una mano, haciéndome aterrizar sobre la curva de su cuello. Hurta mi cuchillo con su mano restante y al instante lo hunde en la sien del caminante a mis espaldas, derramando algo de su sangre sobre mi chaleco.

Echo un vistazo al cadáver en el suelo y luego regreso a la pelinaranja frente a mi. Puedo contar con que son dos centímetros los que nos separan. Neferet respira agitada, su vista se mantiene fija en mis ojos y de vez en cuando mira el resto de mi rostro, llegando hacia mi boca.

—Neferet... — Susurro, llevando mi vista hacia sus pequeños labios.

Demonios.

Ella es tan... Tan sensual, maldita sea. Ni siquiera es mi tipo, ni su personalidad ni su físico me hubiesen atraído en el mundo de antes; sin embargo, ahora mismo siento que dejar de mirarla de esta forma me convertiría en el tipo más estúpido del apocalipsis.

Su mirada me escanea completamente, su respiración se tranquiliza. Mi vista no se despega de su boca, la cual deja escapar su calor, dejándolo chocar contra mi cara. Estoy tentado a probarla, mierda.

Mis brazos caen y se deslizan por su cuerpo hasta llegar a sus caderas, aprieto mis dedos en su carne y su boca se abre soltando una bocanada de aire. Aquel simple gesto envía algo de mi sangre al sur de mi cuerpo, dándome un escalofrío.

—¿Todavía... — su voz suena como un susurro sensual, hipnotizándome. — quieres... una razón?

Su mano continúa sobre mi nuca y su mirada ahora mismo observa entretenida mi boca al igual que yo con la suya.

Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora