33. Futuro Fantasioso

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—Queda bastante lejos de tu casa.

—Por eso es una casa de campo y no una casa normal. Está en el campo. —Saca la lengua, a veces Jungkook sonaba tan capitán obviedad que lo fastidiaba.

Tardaron bastante en llegar. cuando finalmente estuvieron allí Jimin se espantó de un par de Hipogrifos corriendo en su dirección. Jungkook los ve con una enorme y brillante sonrisa. Las dos criaturas casi lo derriban, como si en lugar de ser esas bestias violentas y peligrosas de los libros... Pasaran a ser dóciles y tiernos animales de compañía. Los cuales restriegan su cabeza y pecho contra Jungkook para demostrar su sincero cariño. Jimin salta en su sitio, pues uno de plumaje blanco le dio un suave tirón de cabello.

—Hey... Que tierno eres —Lo acaricia con miedo de que acabe por arrancarle un brazo o algo así. Creyó que un hipogrifo no podría ser tan dócil sin hacer lo pasos típicos de la reverencia y demás. Este es... Demasiado cariñoso—. Eres pequeño...

—Nació aquí. Está más acostumbrado a vivir aquí con la presencia ocasional de mis padres que a solas con otros hipogrifos, así que posiblemente adoptara esa actitud... Aunque es mucho más tímido. No se acerca nunca. —Agrega dándole unas palmadas en el pico.

—Quizá ahora que estás grande le gustaste. —Burla abrazando a la criatura que se para en dos patas y luego se deja caer con Jimin aun agarrado. El Omega acepta esa especie de abrazo de parte del animal.

—O le gustaste tu... ¡Podrías montarlo!

— ¿Qué?

Jimin no es precisamente cobarde, puede decirse que vive en un perfecto intermedio entre el pavor rotundo de Hoseok –que se desmaya de ver una miserable araña-, y la valentía ridícula de Taehyung. Es posible que pasara por despistado, pero el Hufflepuff incluso soportó un fuego artificial que reventó a centímetros de su cara. Todo con una expresión indiferente y casi de odio.

Una casa de tejones, dos espíritus totalmente distintos.

Aunque Taehyung rozaba la rareza –como siempre-, pues no es cosa de ser cobarde, sino sentido de supervivencia el hacerse para atrás antes una situación como esa.

Volviendo a la realidad... Jimin no es cobarde, pero apenas subió al hipogrifo y Jungkook le da una palmada al animal en lo que puede considerarse la nalga, este echa a correr y seguido abrió las alas para salir volando. Todo esto con un gritón y tiernamente asustado Omega.

— ¡Abre los ojos!

— ¡DE POR SI NO VEO NADA CUANDO RIO! ¡AHORA MENOS! —Siguió gritando, para diversión del hipogrifo que solo siguió asustándolo. Estuvieron un rato volando así.

Al bajar Jimin se trepa a Jungkook, como si este fuese a impedir que salieran volando de nuevo. Otro rato lo pasan jugando y mimando a los unicornios que buscan la atención de Jimin. Nada muy raro, los animales fantásticos tienen especial empatía por los Omegas sin importar si son mágicos o no. Por ello tantos muggles los han visto y siendo criaturas tan tiernas ¿Por qué impedir que sigan creyendo en ellas?

Jungkook incluso estuvo contándole a Jimin de un posible proyecto de mostrar a los unicornios, escondiendo las propiedades curativas de su sangre, pero haciendo feliz a ese montón de gente que simplemente desea verlo. Es un deseo inocente y casi infantil ¿Qué tendría de malo cumplirlo?

—No me gusta del todo que las criaturas deban esconderse, pero entiendo por qué—Mece al Demiguise que se guindo a su brazo sin que se diera cuenta—. Los humanos en general somos muy crueles.

—Es cierto, todos se esconden—Sonríe divertido por el Escarbato guindando de su pendiente, intentando quitárselo—. Ese no, de otro modo Yoongi no sabrá si estoy bien.

Onix Wolf | KookMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora