6. Valentía sin Hallar

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Eso que dijo sobre ir a hablar con Jimin pronto... no pasó. Tuvieron que abordar el expreso de regreso a Londres para pasar las navidades y él no pudo acercarse. La situación no se lo impedía en lo absoluto. Yoongi estaba dormido y hace falta un once de abril para despertarlo y aun así es posible que no suceda.

No hay más nadie en ese camarote. Jimin no hace nada, apenas rompiendo una servilleta y viendo a la ventana de tanto en tanto esperando por llegar a la estación.

Y de último tenemos a Jungkook que está asomado esperando que le caiga el valor del cielo. A ver, que puede iniciar la plática recordando lo ocurrido con los hipogrifos, devolver el libro; tiene incluso opciones, pero el pánico lo está anclando al cielo. Como si tuviera raíces saliendo directamente de sus pies.

Finalmente llegaron a la estación y lo vio irse con los padres de Yoongi, Jimin se veía muy incómodo con ellos y quisiera saber si es por culpa de ellos, que el Omega no se acerca y huyera por tanto rato. Todo este drama se omitiría si Jimin se acercara primera, pues se sabe tan inútil...

Ah, echarle la culpa a alguien es otro nivel.

Pasa las fiestas practicando con todo ser viviente que se cruce su camino. Sus padres encuentran esto terriblemente adorable y asumen que su hijo ya tiene un enamoramiento tonto por algún estudiante. Lejos de la realidad no está, así como la suposición de que es un completo desastre en el tema.

Desgraciadamente seguiría siendo igual de inútil en intentar hacer el primer contacto. Jimin se ha vuelto una especie de animal especialmente peligroso al que debe saber cómo tratar para no cagarla... La realidad no puede ser más lejana. Cada quien se enreda de la manera más tonta posible en sus anhelos más grandes.

Y bien, Jungkook sigue siendo un niño; tropezar es parte de lo que esto implica... aun si es tropezando con su propio pie.

~**~

—y-YO... Yo... Gra... cias por... dármelo...

Jimin toma el libro que tardó... ¿Tres meses y un año nuevo? En volver a sus manos. Jungkook parece querer ser comido por el suelo. Como si eso fuese posible aquí- Bueno, lo es, nadie sabe qué clase de bobería haría Hogwarts. Es tan impredecible como sus estudiantes. Jungkook alza un poco la mirada, viendo a Jimin. Está más delgado de lo que cuerda, con gestos ligeramente más felinos, más agraciados y menos infantiles.

Lo normal, la gente en este lugar cambia demasiado rápido por respirar la pubertad ajena. Se pregunta si le pasaría lo mismo. Jimin le sonríe levemente, poniendo el libro bajo su brazo y ladeando la cabeza en gesto levemente coqueto involuntario.

—¿Te dio problemas?

— ¿e-eh?

—El libro ¿te dio problemas? Tardaste mucho en devolverlo. —menciona sin querer sonar reprochante. No lo necesitaba a final de cuentas. Jungkook no supo qué decir al respecto. Podía delatarse como cobarde o simplemente seguir la corriente. Decide seguir la corriente asintiendo con la cabeza para hacer creer eso.

—Gra-gracias otra vez.

—No hay de qué. Si quieres otro puedes pedírmelo. —ofrece cordial. Jungkook asiente con la cabeza y tras morder con demasiada fuerza su labio inferior alza la voz, logrando asustar a Jimin:

—PO-PODEMOS... Hablar... tú y... yo... un ra... to. —los labios le tiemblan y tiene el corazón alborotado. Jimin hace un puchero suave, aquello ya pronostica malas noticias en lo que ha Jungkook respecta.

—Lo siento, no puedo—suspira—. Tengo un asunto que atender con Yoongi.

Ya tenían tarea de pociones y deben hacerla juntos. No es para mañana, pero ellos acostumbran hacerlo apenas lo tienen por hacer. De ese modo no se acumula y pueden dormir tanto como gusten o leer lo que sea que quieran. Jungkook enrojece, queriendo morirse de vergüenza por esto. Realmente lo-

—Podemos hablar otro día si quieres—sonríe—. Sábado tal vez. Aprovechar que la nieve se derritió para estar en los jardines. Si te parece, luce como si quisieras decirme demasiadas cosas—asiente tímidamente—. Vale. Te veo el sábado entonces.

Jungkook lo ve alejarse y perderse en los pasillos. Sonríe y alza los brazos en gesto de triunfo ¡SI! ¡SI SE PUDO! ¡SI SE PUDO! Merlín, siente que se le baja el azúcar.

—Pensé que no podías hablar con Alphas por mil tonterías ¿Qué cambio? —pregunta Taehyung, abordando a Jimin a mitad de camino a las mazmorras.

—Nada. Aun no puedo... pero ¿le viste la cara? Está tan desesperado por hablar conmigo que no quise rechazarlo así. Quizá sea divertido. Es un niño muy dulce. —asegura con una enorme sonrisa.

— ¿te gusta tener amigos? Aparte de tu gato gruñón.

—Yoongi no es gruñón y sí, me gustaría tener más amigos. —Taehyung rodea los hombros de Jimin con un brazo.

—Entonces te voy a presentar a un amigo mío. Seguro te fascina.

...

— ¿Es para mí? —pregunta sorprendido por el aviso e Yoongi apenas se acerca a su habitación en las mazmorras. El Omega suspira con gesto fastidiado.

—Si. Llegó de repente, no tengo idea de que puede ser en realidad.

— ¿Puedo leerla solo? —dice tímido con la carta en las manos. Yoongi niega con la cabeza—. Yoongi-

—si es una amenaza a lo que sea que hagas, voy a responder que puede hacer lo que quieras. Es todo. —con voz temblorosa lee la misiva una vez entran a su habitación. Tan grande y bien decorada como la de Yoongi. Las únicas dos habitaciones individuales en Slytherin. Todo gracias a ser los únicos Omegas de la casa.

Nos llegó la noticia de que has estado haciendo amistades con gente de otras casas aparte de Slytherin. Es más que suficiente que seas la perra de la casa de las serpientes, como para que te conviertas en lo mismo, pero en todo Hogwarts.

No perdonaremos esta clase de comportamiento a menos que te sea totalmente necesario por ser un fracaso irremediable. De otro modo no me explico cómo es posible que no atiendas a las ordene más simples como NO acercarte a Alphas.

Para peor, también te acercas a Betas. Como si fuese posible ser más engorroso.

Esperamos que para final de año, en caso de seguir con esta clase de comportamiento, estés emparejado con algún Alpha de Slytherin que valga la pena en estatus y rango de sangre. De otro modo, sabes que puede suceder y ni siquiera Yoongi va a salvarte de eso.

Yoongi arrebata la carta de las manos de Jimin y con un toque de varita la vuelve cenizas. Mira a Jimin, quien aprieta los labios y moquea—Yo no saco buenas notas por... yo...—balbucea, queriendo evitar llorar. Yoongi se acerca y le palmea suavemente las mejillas, intentando calmarlo.

—Cualquiera sabe que sacas calificaciones buenas por estudiar, nada más. Ignora todo eso. Continua como hasta ahora, incluyendo con arrasar la cocina, puedo sentir tus pómulos ¿Por qué no comiste en navidad?

Gimotea, repentinamente en pánico por ello ¿Qué por qué no? Ni siquiera lo dejaron salir de la habitación. Yoongi sabe que Jimin estuvo apenas cinco minutos en las fiestas correspondientes, casi presentado como ganado a los invitados y luego desaparecía de su vista. Salía como si nada al día siguiente por lo que no tiene lógica.

Jimin tampoco quiere explicarle. Posiblemente nunca lo haga.

Así como tampoco diga que el padre de Yoongi entra a su habitación por la noche cada vez que hay un mínimo regaño a lo largo del día.

Ya no tiene ganas de nada y aunque fuese un tanto cruel, hubiera preferido haber pasado de largo a Jungkook en lugar de prometerle una plática.

Onix Wolf | KookMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora