34. Patronus Cambiante

1.4K 270 19
                                    

—No tienes que volver...—Sonríe ligeramente tenso.

—No va a pasarme nada. Diré que me perdí y que sin poder usar magia me fue complicado llegar. —Se encoge de hombros con una sonrisa pequeña. Ya lleva tres días en casa de Jungkook. Es un tiempo factible para decir que se perdió. El Alpha obviamente no le gusta la idea.

—Quédate aquí, papá puede impedir que tengas que volver con ellos. Seguro que-

—Voy a estar bien. —Insiste.

—Mis padres no dejaran que te vayas.

—Por eso me estoy yendo sin que me vean. Sé lidiar con esto. Estaré bien. Te voy al inicio de año.

A pesar de que Jungkook quiso sujetarlo para que no se fuera, Jimin se le escurre de las manos como si nada, convertido en serpiente y reptando rápidamente para desaparecer de su campo de visión. Aprieta su ropa, mordiendo su labio inferior con demasiada frustración encima. Va a pasar algo malo, lo puede sentir. Alrededor de veinte minutos después su madre despertó.

—¿Y Jimin? Iba a hacer panqueques, dijo que le gustaban.

—Se fue.

— ¿Solo? Podemos buscarlo.

— ¿Para qué? —Replica con tono rencoroso—. Va a ir de todos modos y es como si ofrezco lo que sea y él sólo quiere ir allí.

La señora Jeon lo ve irse enojado a su habitación. Tamborilea los dedos en la superficie de la mesa. Quizá Jimin si está domesticado... En cierta medida. Jungkook posiblemente no lo entienda, tampoco quiera hacerlo. Pues sería rebajar al Omega a un animal cualquiera.

~***~

—Así que se te ocurrió volver. —Se encoge en sí mismo, la madre de Yoongi lo está taladrando con la mirada, casi queriendo matarlo –como lo regular-. Traga grueso, antes de que pudiera decir nada –o ella hacer algo-, el Señor Min hizo acto de presencia, ahuyentando a su esposa.

—Yo me encargo de él—con un bufido la mujer se va, Yoongi que se asoma desde la escalera ve a Jimin—. Hablemos de que pasó en mi estudio.

—Y-yo... Tengo un poco de hambre. —Son las doce de la mañana y no come desde ayer a las siete. No pudo evitar el comentario.

— ¿Y comer fuera de tu horario? Vas a engordar—Lo toma de la mano y lo conduce escaleras arriba, Yoongi chasquea la lengua con disgusto, entrando a su habitación y llamando a Pinky para que haga un almuerzo. El estudio del señor Min, al igual que casi toda la casa, está insonorizado con puerta encantada para no poder ser abierta a menos que sea cierta persona.

En este caso él.

Jimin esperaba un golpe, quizá un grito, que le echara la culpa por la mordida de Jungkook. Nada de eso ocurrió. Por el contrario, siente un fuerte abrazo, con la respiración pesada del Alpha directo a su nuca.

—Creí que te había pasado algo. Estaba a poco de pedir a los aurores a que te buscaran—Al separarse lo acaricia del rostro—. ¿Estás bien? —Asiente con la cabeza, balbuceando su excusa qué, a pesar de no sonar muy creíble, fue suficiente—. Me entristecería que algo te hubiera sucedido... ¿Y ese anillo?

Jimin casi se ahoga con su propia saliva. Lo mira de reojo, haciéndose el desentendido al respecto.

—Lo encontré tirado por ahí.

—No deberías usar cosas así. Te daré uno mejor—El Señor Min decide ser discreto con respecto a lo sospechoso de eso. No es un anillo cualquiera, encontrarlo solo tirado es casi imposible—. Te gustan los anillos ¿No?

Onix Wolf | KookMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora