Enamorada del hijo de mi profesora❤Justin Bieber y tú❤

Capítulo 18❤

Narra ____:

No podía creerlo, mi corazón estaba tan feliz que sentia que latía a toda velocidad y que saldría de mi pecho. Que alguien me pellizque o algo y me diga que todo esto no es sólo un sueño, un hermoso y maravilloso sueño.

Justin me dijo que estaba enamorado de mi, enserio jamás me lo imaginé.  Y yo también lo estoy de él.

Al principio sentí celos, demasiados celos al ver como se expresaba de esa chica y estaba deseando mil veces ser ella, y es que ese brillo en sus ojos y su sonrisa, demostraban que la queria de verdad. Le pregunté quién era esa chica temiendo por la posible respuesta, y ¡pum! me lo confesó, pero ¿cómo no me había dado cuenta?

Enserio no es mala onda por no haberle contestado, pero estaba en un completo shock. Era el sentimiento más hermoso que mi corazón pudo haber experimentado. Y queria hacerle saber que lo que el dijo, yo lo sentía por igual.

-____, de verdad lo siento, pero tenía que decirtelo. Soy un completo egoísta, discúlpame- el agachó la mirada, un tanto avergonzado, pero, ¿por qué se disculpa? ¿no sabe que me ha hecho la más feliz del mundo?

Yo seguía sin decir nada, no estaba enojada ni nada pero estaba pensando en cómo decirle que yo siento lo mismo que él. El se iba a ir para dejarme sola en el jardín y no me había dado cuenta, hasta que habló.

-_____, enserio lo siento. Pero uno no elige de quién se enamora, ¿cierto?-ya se iba a ir, entonces le contesté y el se detuvo.

-Cierto-¡Rayos! ¿cómo se lo digo?

¿cómo le confieso absolutamente todo?

-Yo me enamoré de ti, ¿verdad?-me preguntó de nuevo.

-Exacto-me limité a decir.

-¿Y tú?¿Te enamoraste de mi?-me preguntó y mi corazón se detuvo una milesima de segundo. ¡Si!

Volteé a verlo finalmente, le sonreí y le contesté por primera vez.

-Perdidamente.

Sus ojos brillaron y su sonrisa se hizo tan grande que no cabía en su rostro, Corrió a abrazarme y me dijo al oido.

-Te quiero-me sonrió y me abrazó.

Mi felicidad amenazaba con salir de mi pecho.

-¡Que casualidad! -le sonreí.

-¿Qué ocurre?-preguntó confunfido.

-Hoy ha sido la primera vez que me has dicho; "Te quiero".

-¿Te ha gustado que te dijera?-sonrió.

-Creo que ha sido el mejor momento de mi vida-suspiré y sonreí.

-¿Te lo digo otra vez?

-Estoy deseando escucharlo.

-Te quiero ____-dijo mirándome a los ojos.

-Repítelo-sonreí.

-Te quiero-sonrió.

-Me encanta cómo suena de tu boca.

El me sonrió, y me abrazó nuevamente, esta vez más fuerte que la anterior. Aspiré ese aroma embriagante que tanto me gustaba y al que deseaba oler en todo momento. Él se separó y me vió a la cara, veia mis ojos con esa mirada que a cualquiera enamora, hizo mi cabello para atrás, se acercó más a mi, quitó la poca distancia que había entre nosotros, nuestras respiraciones chocaban, respiraba su aliento a menta, nuestras narices rozaban. Colocó su mano derecha en mi cuello mientras me veía a los ojos. Al sentir el toque de su mano con mi piel, me hizo soñar despierta y sentirme en las nubes. Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento.

Y entonces me besó. Fue entonces que me di cuenta que ya no quería conocer a nadie más.

Sus labios rozaron con los míos de una forma tan dulce y suave. En ese momento toqué el cielo con mis manos. Sus labios eran perfectos, tan dulces, tan adictivos, tan carnosos y sexys que se complementaban tan bien con los mios, que ese beso fue mágico. Sin duda el mejor de mi vida entera, no quería que por nada del mundo terminara nunca. Nuestros labios empezaron a moverse de forma lenta y suave, después Justin pidió acceso a mi boca, rozando su lengua con mis labios, yo accedí. Nos aferrabamos más al cuerpo del otro. El sostenía con más firmeza mi cuello, pero a la vez con tanta dulzura y delicadeza, como si de un vidrio frágil se tratara. Yo tomaba los costados de su cintura, sosteniéndolo firmemente, como representando que no quería que se fuera nunca.

Ese beso fue tan lindo, tan lleno de emociones, que aunque nos conociamos de muy poco tiempo, estabamos destinados a algo.

Sinceramente me parecía lo más loco y extraño del mundo, pero a la vez lo más tierno y perfecto.

Por eso dicen que cuando alguien es para ti, será aunque se quite. Y algo sentía yo que significaba todo lo que estaba pasando.

Nos separamos por falta de aire. Luego nos sentamos en los camastros de nuevo, tomamos la manta y nos cubrimos del frío. No soltaba mi mano, por nada del mundo, y me fascinaba la sensación que eso me provocaba. Ninguno de los dos decia nada, pero no eran necesarias las palabras, cuando con las miradas nos deciamos absolutamente todo. No había nada que esconder. El me quería y yo a él.

Su sonrisa era hermosa, perfecta, un sendero de luz que iluminaría cualquier camino obscuro. Notaba algo diferente en aquella sonrisa, no era la misma de siempre, ésta sonrisa era especial.

-____, estoy enamorado de ti.

- Y yo de ti - dije agachando la mirada.

-Mírame-alzó mi barbilla.

-No puedo-dije apartando la mirada.

-¿Por qué?

-Porque...me pongo nerviosa.

Se acercó, iba a besarme de nuevo, cuando una voz un tanto familiar nos interrumpió.

¡Mataré a ese alguien por haber interrumpido mi beso con Justin!

Pero estaba feliz, y esa felicidad nadie podría quitarmela, nadie por nada del mundo.