Enamorada del hijo de mi profesora❤Justin Bieber y tú❤

Capitulo 74❤

Narra ____:

Hoy es el día de mi boda. El día tan esperado con el que toda mujer sueña, había llegado. ¿Tan rápido?

Mil emociones se movían dentro de mi. Uno de los días más felices de mi vida es hoy. El primero, es cuando Justin me pidió ser su novia, otro fue cuando me pidió ser su esposa.

Toda la noche no pude dormir, mi corazón estaba acelerado, mi estómago se me hacía pequeño, se encogía de la emoción.

Abrí los ojos, por el sonido de la puerta abriéndose.

-Cariño ya despiértate-se acercó mi madre a darme un beso en la frente.

-Estoy despierta.

-¿Tú? ¿Despierta a ésta hora?

-Lo sé-me reí-pero los nervios no me dejaron dormir.

-Oh cariño todo saldrá bien-tomó mi mano-vete a duchar que tenemos que ir a que te maquillen y te peinen.

Me levanté de la cama, y me dirigí a la ducha. Dejé que el agua relajara mi cuerpo. A los minutos salí en una toalla. Me puse mi ropa interior, unos shorts, una blusa de tirantes y unas sandalias.

Mi madre ya me esperaba, comí sólo una manzana y un jugo de naranja. Después cepillé mis dientes.

Salí al auto; y mi padre arrancó. El día estaba precioso, el sol estaba en todo su esplendor, el clima estaba hermoso.

Llegamos a la estética a que me peinaran y me maquillaran. Me sentía muy nerviosa, me senté y la estilista me volteó, no me podía ver en el espejo. No hasta que hayan terminado. Me decían que no me moviera, pero era inevitable. Movía mis pies rápidamente.

Dieron los últimos detalles y me dijeron que cerrara los ojos. Me voltearon y me dijeron que los abriera los ojos.

Casi me caigo de la silla, me habían dejado hermosa. Amé mi cabello, lo peinaron en un semi-recogido, y las puntas onduladas. El maquillaje fue precioso con smokey eyes y los labios con brillo.

Salimos de la estética, y subimos al auto. Yo me mantenía quieta para no arruinar mi peinado. Llegamos al hotel y me dirigí a la habitación. Ahí ya estaba mi vestido listo sobre la cama. Bajé a comer al restaurante con mis papás, casi no comí nada, ni siquiera tenía hambre. Era más la emoción dentro de mi.

La hora se acercaba, subí a la habitación quitarme la ropa que traía y ponerme el vestido. Mi madre me ayudó, mientras me ayudaba con el cierre del vestido, escuché que mi madre sollozaba.

-¿Qué ocurre mamá?

-Nada amor, es sólo que no es fácil para mi verte crecer tan rápido. Ver que mi niña pequeña a la que le ponía vestidos y moños ya no lo es, me da nostalgia.

-Owww mamá-yo también iba a llorar.

-¿Pero sabes?-se limpió las lágrimas- me enorgullece ver la mujer en la que te has convertido.

-Gracias mamá, por todo tu apoyo junto con mi padre todos estos años, ustedes siempre han sido mi ejemplo a seguir desde que era pequeña. Los he admirado desde siempre, me han enseñado los valores y la educación que ahora tengo. Son los mejores padres del mundo.

-Y tú la mejor hija. Anda cariño, se nos hace tarde.

Ya estaba lista. Mi madre se tardó un poco más, porque se retrasó al ayudarme.

Cada minuto que pasaba, mi corazón se aceleraba más y más. Mis piernas temblaban, yo no paraba de dar vueltas por toda la habitación.

Llegó Leslie, mi dama de honor principal a hacerme un poco de compañia.

-¿Cómo estás bebé?

-Muy nerviosa, no sé es algo-hice una pausa y suspiré-¿me explico?

-Claro cariño, si te entiendo, pero tienes que estar tranquila. Vamos, todo saldrá de maravilla.

-Gracias, si no tuviera su apoyo, no creo que nada de esto fuera posible.

-No agradezcas, ese es mi trabajo cómo mejor amiga.

-Si, si debo agradecerte, porque cuando pasó el tiempo que dejé de estar con Justin, fuiste mi máximo apoyo.

- Enserio no me des las gracias, que hasta rara me siento-sonrió- pero sinceramente no hay cosa que no hubiera hecho por verte feliz. Desde que estuviste con Justin, tu perspectiva de ver la vida cambió para bien. Sonreías más y eras más alegre-yo reí.-Ahora, desde que somos niñas, ¿recuerdas cómo hablábamos tanto de éste día?

-Cómo olvidarlo.

-Me da mucho gusto verte dando ese gran paso. Ver que ya no eres tan sólo una adolescente. Ver que eres ya una gran mujer, me enorgulleces mucho bebé-ella iba a llorar también.

-Te amo mucho amiga.

-Te amo más ____, te deseo lo mejor hoy y siempre bebé. Y te deseo toda la felicidad con Justin.

-Gracias-dije yo secando mis lágrimas, intentando no arruinar mi maquillaje.

Mi madre vino a vernos, y salimos ya en dirección al lugar dónde sería la boda. En el trayecto me dió mi ramo, que era de puras rosas naturales, con un diamante incrustado enmedio de cada rosa. Se veía precioso.

Cuando llegamos, observé que ya estaban ahí todos mis invitados, algunos de mis amigos y mi familia. El sacerdote ya estaba listo.

Mi padre extendió su brazo para que yo me sujetara de él.

-¿Estás lista mi princesa?

Yo asentí, y sonreí.

¡Ya es hora!