Enamorada del hijo de mi profesora❤Justin Bieber y tú❤

Capítulo 34❤

Narra Justin:

¡Oh por Dios! ¿Qué he hecho?

Cuando mi bebé me contó lo de Patrick, que la había hecho llorar y también la hizo sufrir, me juré que yo jamás le haría daño y verla con sus hermosos ojitos llenos de lágrimas me partió el corazón. Yo era el causante de esa tristeza. La adrenalina que traía dentro y la rabia no me hacen pensar, soy muy compulsivo, a veces hasta yo mismo me harto y me doy miedo.

Queria salir corriendo hacia dónde estaba ____, pero Ryan me sostuvo del brazo, y me dedicó una mirada de que no era el momento. En mi lugar Leslie fue a hablar con ella, cuando las cosas se enfriaran un poco, hablaria con ella, queria hablar con ella y pedirle perdón por a veces ser tan impulsivo.

Ryan y yo, salimos a tomar aire y a estar más tranquilos, nos sentamos en unas banquitas que estaban ahí cerca.

-Bro...-me tomó del hombro amistosamente para tratar de tranquilizarme, yo sólo miraba a la nada.

-Ryan, ¡joder! Siempre tengo que cagarla, me harto yo mismo, jamás fue mi intención llegar a tanto pero tú sabes cómo soy, un compulsivo celoso, pero ese chico se estaba pasando con ____, era obvio que iba a hacer algo.

-Lo sé Justin, si algo así hubiera pasado con Leslie, ten por seguro que también la hubiera defendido, pero creo que te pasaste con ese chico, lo dejaste casi muerto. Y cuando ____, trató de separarlos, la empujaste, osea ni siquiera viste quién era.  No te quiero hacer sentir peor pero parecía que te tenía miedo, o al menos eso se veía en su mirada.

-¿La empuje? ¿Me tiene miedo?

-Si, la empujaste, ¿no viste? No lo sé, así parecia-me dijo agachando la mirada.

-No, puede ser-agaché la mirada aún más arrepentido, las lágrimas estaban empezando a inundar mis ojos y a nublarme la vista. Yo puse mis dedos en mis lagrimales para detener las gotas saladas que recorrian mi rostro lentamente.

-De verdad lo siento bro-me frotó suavemente la espalda en signo de que me apoyaba.-La quieres mucho, ¿verdad?

-Pero qué pregunta bro, eso es obvio, se ha vuelto en mi todo, el oxígeno que necesito para respirar, la razón por la que vivo, es la niña perfecta para mi, mi complemento perfecto. No hay nada que no haría por ella, daria todo por verla sonreir y me odio por haberla hecho llorar-hice una pausa.

-¿Cómo sabes que es diferente de Phoebe?-wow, no esperaba que me la mencionara en este momento.

-Lo cierto es que casi ya no la recuerdo cómo antes, mi vida ha cambiado totalmente desde que ____, apareció en ella.

-Ay man, vas a ver que todo va a salir bien, no te preocupes; Leslie ya fue a hablar con ella. Sólo te puedo decir que se qué la quieres en verdad porque simplemente cuando hablas de ella, expresas en tus ojos tus sentimientos hacia ella.

-Espero que me perdone; quisiera demostrarle cuan arrepentido estoy- me pasé las manos por el cabello frotándolo con desesperación.

Ryan recibió una llamada, supongo que era Leslie, yo seguía sumido en mis pensamientos, queria ver a ____, la necesitaba ver y escuchar su dulce voz una vez más para reconfortarme.

-Ven bro; vamos a casa-me dijo Ryan, levantandome del asiento y tomándome del hombro.

Caminamos hacia el auto, Ryan abrió la puerta trasera e hizo que me acostara, después el se subió del lado del piloto.

Quise descansar pero el sentimiento de culpa me invadía, lloraba cómo un niño pequeño, me hacia bolita, Ryan trataba de tranquilizarme diciéndome que todo estaría bien, pero vamos, esa frase la usan siempre para hacerte sentir mejor, pero realmente no funciona o al menos esas cosas no funcionan para mi.

Llegamos a mi casa, y Ryan me ayudó a salir caminamos hacia la puerta de mi casa. Entramos y me tumbé en el sofá boca abajo, mis ojos se cerraban solos, y no porque tuviera sueño, los tenía hinchados.

Ryan me ayudó a subir a mi cuarto, me acosté en la cama queriendo relajarme. Cuando de pronto oí que abrieron la puerta principal

-¡¡Ryaaan!!

-¿Qué ocurre bro?

-¡Quédate conmigo!-grité para que me pudiera escuchar.

-¡Voy! Estoy preparando algo para comer.

Esperé acostado en mi cama, moviendo mi cabeza para encontrar la posición perfecta para estar más cómodo, miraba televisión, llegó un mensaje de mi mamá qué me había mandado un mensaje.

"Excelente noche pequeño, duerme bien. Te amo, nos vemos mañana"

Ahora necesitaba a mi mamá, que me diera un abrazo y me diera sus palabras de consuelo, esas que las mamás usan siempre, y que de alguna u otra forma te hacen sentir mejor.

La estaba pasando fatal, jamás creí que mi primera salida a un club nocturno con ____, saliera horrible, que mi princesa se alejara de mi con miedo, jamás quise que esto ocurrieran, pero las cosas pasan por una razón, ¿no?

Me estaba quedando dormido cuando escuché que abrieron la puerta de mi dormitorio.

-Deja la comida en la mesa de la esquina, ahora no quiero, sólo quiero a mi princesa aquí a mi lado-dije con la almohada pegada a la boca.

-Justin-¡no puede ser, era ella, la dulce y tierna voz que tanto amaba oir!

Me incorporé rápidamente y volteé a la puerta.

-¡Cielo..!