Narra Justin:
Hoy vamos a ir cenar y después para cerrar con broche de oro a la Torre Eiffel. Mi princesa me ha contado que desde que ella es pequeña, su sueño siempre había sido visitar la Torre Eiffel con el amor de su vida. Agradecía infinitamente ser esa persona, la que le hace realidad todos y cada uno de sus sueños, porque su cara de emoción, no sé compara con nada.
Pasamos el día en el hotel, que era de ensueño, un servicio increíble, cómo si de la reina de Inglaterra se tratara. La mayor parte la pasamos en el balcón, era precioso. Desde ahí se veía todo, el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel y todas esas cosas que caracterizan a París. Ahí pasamos todo el día, observando, y estando juntos. Sin hacer mucho, con ella, todo es perfecto.
-____, vete a vestir, muy guapa por favor-le guiñé el ojo.
-¿Por?
-Iremos a cenar fuera mi princesa.
-Pero no tengo qué ponerme, nada formal. Mi madre sólo ha empacado lo normal, mi ropa casual.
-Espera aquí-fui a la habitación y saqué un pequeño regalo que le tenía a mi princesa.
Era un vestido, vestido largo color rojo, con detalles de diamantes en el pecho, en cuanto lo vi en la tienda, me había encantado y pensé que a ella le quedaría perfecto.
-Cierra los ojos.
-¿Por qué?
-Sólo cierralos.
-Está bien.
Saqué el vestido de dónde estaba guardado, lo tomé entre mis manos y se lo coloqué encima.
-¡Es precioso!-estaba sonriendo, y a los segundos su sonrisa se borró de su fino rostro-ya no quiero que gastes más en mi.
-¿Por qué?
-Porque no quiero.
-Cómo sea, tú úsalo y ya.
-Pero...
-Anda, te verás hermosa.
Ella se metió a la ducha. Yo hice lo mismo, me metí a bañar, salí envuelto en una toalla. Me puse mis jeans ajustados negros, una camisa blanca, y un saco. Arremangué mis mangas y coloqué mi reloj y perfume. Me peiné y cepillé mis dientes.
Salí y mi princesa aún no estaba lista. Tomé mi teléfono para hacer las llamadas correspondientes para la sorpresa. Tomé la caja dentro del bolsillo de mi pantalón, era un anillo; pero éste era un anillo no sé; bueno el punto es que le pediría su mano formalmente de nuevo, pero ahora sería aquí en París, frente a la Torre Eiffel.
Ella salió de la habitación, y cuando la vi, tuve que cerrar la boca, si no corría el riesgo de que se me desencajara la mandíbula.
Iba guapa, que digo guapa, hermosa. La mujer más bella de éste planeta.
Puse mi brazo, y ella lo agarró. Bajamos a la recepción dónde ya nos esperaba un auto que había rentado, con chofer. Él nos llevaría a los lugares que ya tenía planeados.
Le tendí la mano para que entrara al auto, luego yo me metí. Ella sonreía algo nerviosa.
Llegamos al restaurante y bajamos, el gerente nos llevó a la mesa que ya había yo reservado horas antes.
Corrí la silla para que mi princesa se sentara. Luego yo imité su acción. El mesero nos trajo una botella de vino dulce y espumoso. No es que yo supiera de vinos, porque la verdad no, pero éste estaba delicioso, y no estaba tan fuerte cómo para embriagarme. Tomé la carta y decidí lo que iba a pedir. Mi princesa había pedido lo mismo que yo.
Esperamos unos minutos a que llegaran con la comida. Después comimos tranquilos, bromeando un poco y platicando de nosotros; ya saben, diciéndonos lo mucho que nos amamos.
Terminamos y dejamos el restaurante, el conductor del auto nos llevó hasta dónde está la Torre Eiffel; puse una venda a mi princesa, ella estaba nerviosa, lo sé porque jugueteaba con los dedos de sus manos.
-¿A dónde vamos?
-Pues es sorpresa y ya no preguntes-me reí, ella también lo hizo.
Salimos del auto y caminamos hasta el pie de la Torre Eiffel. Tomé su mano y la dejé en el espacio exacto.
-Espérame aquí, no tardo.
-Just...-no me dió tiempo de escuchar lo que me había dicho, salí corriendo a terminar de preparar todo.
Al final de ahí, estaba esperándonos su otra sorpresa.
-Ya regresé.
-¿Qué tramas Justin?
-Espera princesa.
-Ya esperé mucho.
-Confía en mi.
Una música empezó a sonar a lo lejos, un solo de piano. Una canción hermosa, no tenía letra, pero esa melodía transmitía sensaciones.
-¿Just qué está pasando?-no contesté a su pregunta-Just, por favor, me estoy asustando.
-Tranquila-le susurré al oído y ella se estremeció.
Le había entregado mi teléfono al conductor del auto para que nos tomara algunas fotos.
-¿____?
-¿Si?
-Tú sabes, eres el amor de mi vida. Te amo más de lo que me podría amar a mi mismo, sin duda eres lo mejor que me ha pasado. Te elegí a ti por una y sólo una razón. Estar juntos una eternidad.
-¿Qué ocurre bebé?-yo quité la venda de sus ojos. Ella al ver dónde nos encontrábamos abrió sus ojos y su boca en forma de sorpresa.
-Sé que este es el lugar dónde todas las chicas desean venir con su enamorado. Y cómo tu no eres la excepción, es por eso qué quise hacer este viaje contigo.
-Gracias Justin-lágrimas de felicidad se asomaban en sus hermosos ojos.
-Y ahora tengo que pedirte algo.
-¿Qué ocurre mi amor?-me arrodillé frente a ella. El escenario era hermoso; ella, y yo arrodillado frente a la mujer de mi vida, y detrás de nosotros la hermosa Torre Eiffel, tan hermosa e iluminada-¡Oh por Dios!-saqué el anillo con diamantes.
-¿Te casarías conmigo?-coloqué el anillo en su dedo anular.
ESTÁS LEYENDO
Enamorada del hijo de mi profesora❤Justin Bieber y tú❤
Fanfiction¡Hola! Mi nombre es ____ tengo 17 años y soy latina, pero actualmente vivo en EU con mis padres, soy hija única. Estoy estudiando el último año en la preparatoria Fairmont Preparatory School, en California, E.U. Mi vida era normal, nada extraordinar...