- Mamá, no hacía falta que vinieras, con que me dieras la receta era suficiente.- le dije abrazándola.
- Tu padre y yo tenemos mucho tiempo libre, si a ti te gustara compartir más con tus padres, encantados estaríamos aquí con más frecuencia. Si tus hermanos no estuvieran tan lejos felices nos recibirían en sus casas- sus esposas "tus nueras" no lo creo... dije para mi...
- No es eso, sino que tus matas resienten cuando te alejas de ellas y las niñas(sus tortugas)... más.
- GERÓNIMO encantado se queda con ellas. Las niñas lo adoran, sabes cómo es de consentidor.
- Si, tan bello siempre GERO...
- Tío GERÓNIMO, SAMANTHA, por favor, podrías ser más respetuosa.
- El ama que lo llame así- dije.
- Pero no está aquí, y referirte así lo hace irrespetuoso.
- Deja a la niña mujer... la sigues regañando como cuando era una cría, ya está grande.- me ayudó mi papá.
- 31 años no es ser grande. – espeto mi madre.
- Tiene una hija, vive sola, trabaja, se sostiene y tiene una casa, eso para mi cuenta como que es ya algo grande.
- La hija la tuvo cuando aún ella era una niña, vive sola por la alcahuetería de tu hermano, trabaja porque eso hace todo el mundo y tiene una casa, volvemos al punto de la alcahuetería de GERÓNIMO que casualmente le consiguió empleo a 123 km de donde vivimos y le dio por querer vivir en casa de tus padres cuando murió GERTRUDIS, de casualidad decidió dejársela a SAMANTHA en calidad de cuido. Y ya han pasado 7 años desde eso.
- Pero- iba a replicar mi padre y los interrumpí.
- ¿Pueden dejar de hablar como si yo no estuviera aquí? o no fuera de mi de quien hablan y mamá, aun no cumplo los 31. – trate de usar un tono conciliador y no reprochar su actitud.
- Claro hijita. – se acercó mi papá, me dio un beso en la mejilla y se alejó al patio trasero con un guante y pelota en mano- KIMI... ya estoy listo para mis clases- canturreo, mi hija lo está enseñando a pichar...
- Lo siento.- dijo ella poniendo cara de perro regañado.
- Está bien mamá. No pasa nada, sigue dictándome los ingredientes que te debo comprar, para que hagas los enrollados de la subasta de mañana.
- Si... carne molida con una sola pasada...- continuo...
Estaba en el súper mercado, hay dos tipos de personas, las que aman ir al súper, y las que lo odian y solo van por necesidad, yo soy del segundo grupo, pero como está la tensión en mi casa, creo que hasta estoy disfrutando lo detallado y minucioso que es comprar ingredientes para mi madre.
- Una sola molida por favor... le indico al vendedor.
- A mí me da un kilo igual que el de la señora. – conozco esa voz.
- ¿ALEXEY?
- Señora SAMANTHA.
- No digas señora- le susurro- puede salir del pasillo mi mamá.- él sonríe apenado.- mejor me dices SAM, ¿Te parece?
- Está bien...- sonríe- ¿Cómo está KIM?
- Está bien, se quedó en casa, está mi padre de visitas y ella es su instructora personal, a los 68 le ha dado por aprender a lanzar.
- Dicen que nunca es tarde para aprender...- apostillo y yo asenti.
- Puede ser.- sonrío.
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ME GUSTA EL RUSO
SonstigesCuando lo cotidiano es digno de contar, cuando la simpleza representa cosas interesantes. Samantha Cabrices quiere vivir tranquila y le tocara amar en otro idioma... con una altura imposible de disimular, un hombre llega a desordenarle las ganas...