Dejamos a SAMMIO en casa, fuimos a una farmacia a comprar la pastilla del día después, me la tome afuera del establecimiento, en el estacionamiento para ser más específica, siempre había sabido que mientras más rápido se toma, mayor es el efecto, fuimos a la clínica que tenía servicio de ginecología sin previa cita, ya que la que me veía a mí, estaba de congreso.
Entramos juntos y ya conversando con la doctora que le dio varias miraditas a mi ruso, nos indicó que él también podía ser chequeado por una ginecóloga y accedimos a hacernos ambos la citología, resulta que ellos también se pueden evaluar por allí, dude un poco, por cómo lo miro al llegar, pero al final fue de lo más profesional al tomar las muestras, tanto la mía, en soledad, por supuesto, no iba a permitir que el me viera en esa situación , como la de él.
Los resultados estarían listos para el martes, nos había indicado hacernos unos exámenes de laboratorio, me realizó un eco vaginal y YURI desde el escritorio lo pudo apreciar en el monitor que allí se encontraba todo mi interior, literal, incluso pregunto ¿Cómo estaba mi sistema reproductor? la doctora le indicó que estaba perfecto, y que era una buena edad para quedar embarazada.
Al salir fuimos directo al laboratorio por las muestras de sangre.
- Almorzamos aquí o vamos a tu casa, aún falta una hora para el partido de ALEXEY. Y MARGARITA me llamo que llevaría a SOFIA al cardiólogo a retirar el aparato y no haría falta que la llevase yo.
- ¿Cómo lo prefieras YURI?- mi cuerpo pedía a gritos, una cama y ver NETFLIX, requería recuperar energías, había olvidado decirle a la ginecóloga de mi reciente reincorporación a la actividad sexual, no sé si eso repercutirá en el resultado, solo esperaba que no, aunque a lo mejor ella lo pudo observar, había estaba viendo mi parte sexual.
- Te preocupa algo- negué- bueno si... IRINA tal vez vaya al partido.- dije mirándolo a los ojos...
- Así es, tal vez- dijo mirándome a los ojos- ella es parte de mi vida- hablo como excusándose...
- Lo sé, lo entiendo mi amor, no me molesta, solo... no quiero problemas, tal vez sea muy pronto, para dejarnos ver delante de ella.
- Moya lyubov', no dormí en casa, ya firmamos el acuerdo, ¿Crees que ella no sabe que salí en volandas para estar junto a ti? es su realidad, sabe que no la amo desde hace mucho tiempo, las cosas tal vez no sucedieron como debían, pero así está todo el panorama, se acostumbrara ¿Ya? no quiero verte preocupada por ella, confía en mí, todo estará bien, te quiero...- se acercó y me beso y lo abracé... él pobre se doblaba todo para hacerlo.
- ¿Crees que la doctora se dé cuenta de mi reciente actividad sexual? digo ella husmeo por allí- dije señalando mi zona V, él sonrió.
- Ojalá... - imploro- después de todo lo bien que la pasamos lo mínimo es que se note- lo empuje juguetona.
- Engreído- le espete sonriendo...
- Así soy... ¿Qué puedo hacer?- dijo mirando las uñas de su mano derecha, atrayéndome luego hacia el con la izquierda.
Hablo con ALEXEY por teléfono, lo deje solo para que pudiera conversar con él, comimos, luego fuimos a su casa, pensaba quedarme en el auto hasta que fuera a cambiarse, pero tras discutirlo, no lo permitió, nos bajamos y entramos a su casa con las manos agarradas, para mi alivio no había nadie, ya se habían ido al partido, prometió hacerme el amor en cada rincón de su casa, ya había hecho la misma promesa en la mía.
Se cambió de ropa y perfumo, alertando a mis hormonas, que parecían multiplicarse... por un estilo más deportivo, un jeans azul oscuro y una polo naranja, completó su atuendo con una gorra del color de la franela con el logo de su empresa impreso en ella.
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ME GUSTA EL RUSO
RandomCuando lo cotidiano es digno de contar, cuando la simpleza representa cosas interesantes. Samantha Cabrices quiere vivir tranquila y le tocara amar en otro idioma... con una altura imposible de disimular, un hombre llega a desordenarle las ganas...