CAPÍTULO 20

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- Podría acostumbrarme a esta cama, así mis pies salgan de ella...- ronroneó en mi cuello, me separe de él para reír.

- No me había fijado que no cabes en mi cama.

- La mía es de la más grande... pero la compañía en esta, supera la comodidad de tener mis pies dentro de ella. – me arropo en sus brazos...- quisiera dormir aquí...- dice sobre mi cabello.

- ¿Solo dormir?- dije arrepentida al terminar la frase y metí mi rostro en su pecho, su ronca risa me hizo vibrar...

- Ahora solo estamos acostados, abrazados y lo estoy placiendo, debo confesar: nunca ha sido mi intención estar en una cama con una hermosa mujer, solo para dormir... pero contigo, creo que hasta eso lo podría disfrutar.- suspiro- No me tomes por santo SAMANTHA, que mi mente contigo en una cama aumenta sus revoluciones... pero hoy, solo será para darnos cariño, para conocer nuestros roces, para familiarizarnos las ganas, no sabes todo lo que me gustas, lo bien que se siente tenerte así, sentirte un poco mía...

- ¿Un poco tuya?- susurre.

- Sí, hay muchas maneras de sentirte mía,  está de tenerte junto a mi es una de ellas...

- No somos niños YURI. Se lo que pretendes en una cama.

- Yo soy adulto y a ti te estoy tratando de sacar de la ancianidad. Estoy siendo sincero, quiero en esta o en cualquier otra cama hacerte muchas cosas, no de las que haría un niño, de eso estoy más que seguro... pero ya habrá tiempo de materializar lo que de momento solo está en mi mente.

Me acurruque más a él, sonó la puerta Toc, Toc...

- Tortolos...- se escuchó tras la puerta.

- Vamos HELEN, o pasa...- le indique. Y poco a poco se escuchó el pasador de la puerta abrirse.

- ¿Te vas a quedar a dormir YURI?- de dramática entró tapándose los ojos, el cuarto solo estaba alumbrado por la lámpara de mi mesa de noche.

- HELEN puedes mirar, estamos vestidos... ambos- le aclare... y ella bufó...

- Tanto esfuerzo de mi parte, para que todos creyeran que el ruso se había ido... -negó-me aseguro que ya todos se han ido a dormir, ¿Para qué aún estén vestidos...? Que desperdicio.

- HELEN- le reproche...- no cambias...

- ¿Sé queda o no a dormir? para apagar abajo.

- Me marcho, no nos favorece que yo amanezca aquí.- dijo él levantándose.

- Querido...- hizo la voz de mi madre, la imitaba muy bien- como dijera MAMI SAM, si te quedas en esta casa a dormir, obvio no será en esta habitación, te tocara cambiar con SAMMIO que ahora duerme en el sofá de abajo, mientras le desalojas el espacio al lado de su hermana en esa cama...- señaló divertida...

- ¿SAMMIO sabe que YURI está aquí...?- pregunté alarmada.

- No, se quedó dormido allí, pero me hizo prometer que cuando todos subieran lo despertara para venirse a dormir contigo.

- Ok, gracias, supongo- respondí...

- ¿Me acompañas?- me pregunto mi gigante que ya abandonaba mi cama.

- Vamos- le dije pasando por un lado de mi querida cuñada, que hoy se había ganado varios favores de mi parte.

Bajamos con cuidado, nos despedimos a regañadientes, entre besos y toqueteos, cerré la puerta quedándome allí un momento y al girar.

ME GUSTA EL RUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora