Toc, toc...
- Adelante.
- Arquitecta la buscan en recepción.
- ¿Quién?
- Un chico ALEXIS, dijo llamarse.
- ¿ALEXEY?
- Sí. creo...
- Hazlo pasar, por favor- me pongo de pie para esperarlo ya eran las 5:30 pm.
- ¿SAM?
- ALEXEY, ¿ocurre algo?
- Nada, tranquila, es solo que mi abuela quería que te invitara a cenar a casa junto a KIM, pero en toda la tarde tu teléfono me envía al buzón y como venía a comprar unas toallas húmedas por aquí cerca decidí pasar a decirte.
- Tienes razón apague el celular temprano, es que tenía muchas cosas por hacer y el teléfono me distrae.
- Me imagino, eso era todo, te esperamos a las 7.
- Por supuesto, gracias.
- A ti- sonrió.
- ALEXEY...
- Dime.
- Espérame, recojo unas cosas y te llevo para tu casa, ya es mi hora de salida, de hecho, me has encontrado porque perdí la noción del tiempo.
Se abre la puerta, es MAURICIO.
- ¿Te vas?
- Así es...
- Podríamos hablar, no quiero que lo de ahora...- lo interrumpi.
- Mañana, hablaremos hoy ya no, llevo prisa- señala a ALEXEY, ya que parecía no haber reparado en su presencia.
- Hola, tu eres el pitches ¿Cierto?
- Así es, hola y SAM si es por mí no te apures me puedo ir caminando o esperarte abajo ¿si lo prefieres?
- No te preocupes campeón, lo que tenemos que hablar puede esperar, ¿no es así SAM?- dijo mi amigo.
- Claro MAURICIO, nos vemos mañana.- dije.
- Seguro. – salió cerrando tras de mí, cerré mi maletín guarde unos planos y tome mi cartera.
- Listo- le dije a ALEXEY para que saliéramos. Bajamos al estacionamiento conversando.
- MAURICIO ¿Es tu novio?- pregunto con interés.
- No, es mi socio.
- Se comporta como uno, mira de una manera extraña a mi padre.
- Él es extraño con muchas personas- sonreí-
- ¿Te gusta?
- Eso lo preguntas tú, o lo mandó a preguntar tu papá- sonreí y él también lo hizo.
- Yo.
- No, pero lo quiero muchísimo, es alguien muy importante en mi vida, siempre ha estado para mí.
- Eso pensé, pero... él sí está enamorado de ti, o eso es lo que mi padre cree.
- Tu papa cree muchas cosas al parecer.
- Mi papá está contento desde que te ve en el estadio.
- ¿Desde que me ve...?
- Si, antes de hablarte, ya te había visto en otros partidos, me había dicho si conocía a una mamá que siempre se sentaba sola en la grada central, pero yo nunca miro a la grada central, sé que él está allí y no quiero conseguirme con su mirada- hablo removiéndose ya en el asiento del copiloto.
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ME GUSTA EL RUSO
RandomCuando lo cotidiano es digno de contar, cuando la simpleza representa cosas interesantes. Samantha Cabrices quiere vivir tranquila y le tocara amar en otro idioma... con una altura imposible de disimular, un hombre llega a desordenarle las ganas...