- ¿Hija?- preguntaron tras de mí, al salir de cuarto.
- Papá... buenos días...- lo abrace y lo bese.
- ¿Dormiste allí?- señalo la habitacion de la que acababa de salir.
- Sí, me quede dormida junto a ALEXEY, él no estaba bien y el cansancio me pasó factura, me dormí...- encogi un hombro.
- Tu madre ya está abajo, KIM en el baño y yo voy a bajar las maletas para cuando lleguen a buscarnos...- asentí y bajé con él...
- Buenos días- dije consiguiendo a mi madre hablando por teléfono.
- Buenos días- respondió- claro, yo le digo- la escuche decir y colocar el auricular del teléfono en su lugar- ya el desayuno va a estar listo hija... recuerda hoy debes ir por lo de los planos...- me indico.
- Si, mamá, ya sé... a veces siento que aún estoy en secundaria, cuando me despierto ya está adelantado el desayuno y siempre tienes algo que recordarme hacer...
- Amabas esa época... no lo puedes negar.- sonrió.
- Sí, pero a esa edad no valoramos que nuestra única preocupación urgente es uno que otro examen o evaluación, no nos preocupan los gastos de la casa, ni los servicios, ni la comida... y vivimos la época solo para quejarnos de las absurdas tragedias que nos empañan la vida, y cuando vemos realmente el valor de esa edad, ya hemos crecido mucho y estamos llenos de responsabilidades y preocupaciones reales, como para devolver el tiempo bien lo decía mi amiga La Cocha pechocha de Sanare "la vida es realmente cruel".- dije haciendo un puchero.
- Así es hijita- sentenció mi papá- pero esta etapa en la que estás también tiene lo suyo...
- ¡Ay GERMAN! no te engañes, que pasando por el SEXO permitido, lo demás.... fácil se puede pasar... ser adultos a veces es un asco...- sentenció ella.
- ¿Tan mal te ha ido mujer?- preguntó mi progenitor con espavientos.
- Sabes que no, en comparación con muchos, pero el punto es que pasan las generaciones y esa regla que dice SAM, de no apreciar esa etapa se repite, la gastamos en quejarnos... y siempre será así...
- Evitare quejarme más- dijo mi hija secando el exceso de agua en su cabello- buenos días a todos- todos respondimos a coro un: buenos días amor...
- Ven, que te ayudo con el cabello- le dije acercándome a ella.
- Solo no lo hales... - me advirtió y asentí- ¿Dormiste con ALEXEY?- pregunto bajando la cara para que la pudiera peinar mejor...
- Dicho así, no suena bien- dije buscando el humor y mi madre negó- colocamos una película y ni sé, en qué momento me dormí, me despertó el jaleo del pasillo y una alarma que no sé de donde escuche. Lo deje dormido, ¿No sé a qué hora se lograría dormir? posiblemente me dormí antes que él.
- Es mejor- dijo mi hija buscando sentarse para estar más cómoda- lo excusare en el colegio. ¿A qué hora vienen por ustedes yeyos?
- A eso de las 8, llegará el transporte.- respondió mi madre.
- Los extrañare- dijo mi hija hablando aniñada- ¿Cuándo volverán?
- Pronto...- respondió otra vez mi madre poniendo un tazón con cereal para KIM.
- ¿Quiero fechas yeya? no prontos...- la recrimina.
- ¿Dónde está la adolescente que hace un momento dijo que no se iba a quejar...?- la retó...- come, para que ayudes a tu abuelo a bajar unas cosas ¿Sí?- mi hija asintió comiendo.
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ME GUSTA EL RUSO
RandomCuando lo cotidiano es digno de contar, cuando la simpleza representa cosas interesantes. Samantha Cabrices quiere vivir tranquila y le tocara amar en otro idioma... con una altura imposible de disimular, un hombre llega a desordenarle las ganas...