—¿Es aquí?— preguntó JungKook mirando el papel en dónde estaba escrita la dirección de la casa de la tía de EunBi.
La castaña asintió y tocó la puerta dos veces. Una señora de cabellos claros los atendió con gusto y los invitó a pasar a un sofá grande que había en el living comedor. JungKook miró a TaeHyung que estaba mirando unos cuadros y le hizo señas para que deje de hacerlo y se sentase.
—EunBi me contó lo que pasó.— hizo una pausa para sentarse frente a ellos y continuó— ¿Hace cuánto que haces pasar almas?
—Desde que tengo uso de razón.— contestó JungKook con algo de confusión, ya que no recordaba exactamente cuando comenzó todo— mis padres se asustaban porque siempre me escuchaban a la madrugada hablándole a alguna pared, ya sabes. Últimamente desde que llegó TaeHyung, que es así como se llama, ninguna otra alma se apareció. Es como si hubiese una barrera que le impidiera a las demás almas verme y yo a ellas.
—Entiendo. ¿Él se encuentra aquí?— preguntó y JungKook asintió señalando a su lado.— Hola TaeHyung.
El peliazul se sorprendió ya que era la segunda persona que podía verlo, no mentia la señora cuando decía que podía ver muertos.
—Hola.— dijo TaeHyung sonriendo medianamente—, ¿Me ha visto cuando entré?— y la tía de EunBi asintió.
—Sí. Solo estaba esperando que te dieses cuenta— la tía de EunBi rió y JungKook miró sonriente a TaeHyung que se veía algo aturdido.
—Me siento dejada de lado— intervino EunBi—, igual ya estoy acostumbrada. No se preocupen.
—Es mejor que no conozcas a TaeHyung— dijo JungKook poniéndole una mano sobre el hombro a su amiga—, tu vida está mejor así. Créeme.
TaeHyung apretó su mandíbula y la tía de EunBi sonrió.
—Bien. Así que...— todos volvieron a ver a la señora—, ¿No puedes descansar en paz?— preguntó a TaeHyung y este asintió rascándose la nuca.
—¿Hay alguna solución a esto?— preguntó ésta vez JungKook juntando sus manos rezando que la haya.
—No la hay.— respondió y JungKook sintió como un balde de agua fría cayó sobre su cuerpo y sobre todos los presentes en la estancia— Nunca ha pasado esto con los velos, porque tú JungKook, eres el velo de los muertos por decirlo de una manera y parece como si le hubieses cerrado el velo a TaeHyung.
—¿Entonces que haré ahora?— preguntó JungKook mirando a TaeHyung y luego a la tía de EunBi.
—Esperar e intentarlo otra vez es quizás un poco de luz para ustedes. No esperes un día o una semana, mientras más lo piensas menos pasa el tiempo. Si te digo te estaría mintiendo, pero no hay solución para esto.— dijo algo apenada aquella señora y JungKook sacudió su cabello estresado mientras se paraba y TaeHyung se quedaba mirando al suelo.
EunBi apretó sus labios y habló luego de un largo e incómodo silencio.
—Podríamos hablar con mí amigo JunMyeon. Él quizás nos puede dar otra esperanza— Todos miraron a la castaña y JungKook preguntó.
—¿JunMyeon?
—Su familia sabe de estos temas y seguro nos puede ayudar en algo.— TaeHyung sintió como algo en su pecho se liberó y algo en él le gritaba que quizás hablar con aquel tipo sería la solución a sus problemas.
—Entonces manos a la obra. Vayamos a verlo— dijo JungKook tomando su abrigo y comenzando a caminar en dirección a la salida pero EunBi lo detuvo— ¿Que pasa?
—Está de viaje ahora mismo, esperemos a que regrese y hablaremos.— JungKook asintió apretando sus labios recordando que anteriormente su amigo les había contado sobre el viaje y mientras todos comenzaron a agradecerle, y a hacerle una reverencia a la señora que se despedía de ellos en la puerta.
La tía desde lo lejos sonrió medianamente viendo a TaeHyung y a JungKook mientras les veía específicamente las manos.
—¿Será posible?... — dijo susurrando mientras su sonrisa se agrandaba cada vez más y cerró la puerta de su casa detrás suyo.
EunBi se detuvo y JungKook la miró.
—¿Hoy no era el festival de la universidad?— preguntó curiosa y JungKook asintió sin ganas—, ¿Vamos?— pero el menor negó.
—No. Estoy cansado y me duele el trasero por las plumas del sofá de tu tía, no hagas mí tortura prolongada.— dijo y soltó un bufido mientras era arrastrado de la muñeca por EunBi hasta su casa.
—Te espero en treinta minutos. Baja o tiraré piedras a tu ventana— dijo EunBi y empujó a JungKook hacia la entrada de su casa.
TaeHyung siguió a JungKook por las escaleras y cuando llegó a la habitación se tiró nuevamente en la cama exhausto.
—¿Cómo puede ser que no haya solución?— preguntó el peliazul mientras se ponía boca abajo en la cama.— Es aburrido aquí, tú eres aburrido.
JungKook alzó una ceja tirando ropa a la cama y dijo entrecerrando los ojos.
—¿Quieres callarte?. Agradece que por lo menos tienes un lugar en dónde acostarte.— TaeHyung se sentó en la cama y JungKook comenzó a ver las camisas sobre esta para luego.
—He dormido en mejores camas.
—¿Ah si?— dijo JungKook— la próxima vez duermes en el suelo.
—Eres malo, mí espalda dolerá.— reprochó TaeHyung cruzándose de brazos.
—Cómo no quieres que actúe como uno si eres un pesado, y me sacas de quisio— respondió JungKook mientras entraba al baño y comenzaba a vestirse.
—Supongo que mí madrastra tenía razón en lo que decía, solo sirvo para estorbar.— JungKook escuchó eso una vez que terminó de vestirse y se quedó en silencio por unos momentos.
Abrió la puerta del baño y apretó sus labios, no era su intención sonar como ella. Así que solo suspiró y cambió de tema para no angustiar a TaeHyung.
—E-es hora. Mueve el trasero y s-sígueme— dijo mientras que miraba hacia otro lado y TaeHyung se levantaba lentamente de la cama y lo comenzaba a seguir.
¡Buenas!
Espero que les haya gustado el capítulo como me gustó a mi.
Gracias por su apoyo siempre y nos leemos mañana. ;)
Bye. xoxo
𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©
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𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
FanficGanadora de los #TaeKookAwards2020 JungKook era el encargado de pasar a almas al cielo. Bueno, quizás ese término suene espeluznante pero no lo es desde la perspectiva del menor. Sin embargo, un día conoce a una de las almas llamado TaeHyung, un chi...