Capítulo 43

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JungKook había nacido para tener resaca todos los días.

Y lo descubrió porque cuando se despertó, su cabeza dolía demasiado. Tanto que ni podía abrir un ojo de tanto cerrarlos por el dolor, sus pies aterrizaron en el suelo frío y se refregó los ojos observando con atención el departamento.

No volaba ni una mosca.

El menor desabrochó el botón de su pantalón y abrió la puerta del baño con los ojos entrecerrados, estaba por bajarse completamente los pantalones cuando se encuentra a TaeHyung sentado en el inodoro mirándolo atónito.

—¡Realmente lo siento!— dijo JungKook cubriéndose el rostro sonrojado una vez que salió del baño. Cerró la puerta detrás de él rápidamente y tragó saliva mientras esperaba que el peliazul saliera de ahí.— Demonios, creo que tengo taquicardia.— susurró subiendo el cierre del pantalón.

JungKook mordió su labio inferior y mientras se estaba por hacer pis encima presionando sus partes íntimas gritó hacía TaeHyung a pesar de la tensión y la incomodidad que ambos tenían.

—¡Necesito el baño, TaeHyung!— el menor esperó alguna respuesta de este pero no tardó mucho hasta que la puerta del baño se abriese y JungKook casi tirará al piso al peliazul para entrar al baño.

—¿Q-qué sucede con él?— murmuró TaeHyung tragando saliva.

TaeHyung visitaría a su madre así que se vistió y cuando salía del edificio se encontró con JungKook saliendo de este a la misma vez que él.

Ambos conectaron miradas y pequeños flashbacks de esa conversación en la casa del menor inundaron su mente haciendo que mirarán hacía otro lado.

—Iré al cementerio.— dijo primero el peliazul mirando al suelo.

—S-saldré con San.— dijo rápidamente JungKook y ambos comenzaron a caminar en distintas direcciones.

Tensando el hilo.



TaeHyung sostenía firmemente una flor que había arrancado hace rato de una plaza cerca al cementerio. Hizo el mismo recorrido hasta la lápida de su madre y cuándo la encontró se arrodilló frente a esta dejando la flor.

—Tanto tiempo, mamá.— murmuró TaeHyung con una sonrisa mientras miraba el nombre de su madre tallado en la piedra.— ¿Cómo has estado?

Hubo un silencio y el peliazul suspiró limpiando un poco la lápida.

—Parece que alguien limpió tu lápida anteriormente, mamá. Me preguntó quién habrá sido.— dijo y sintió una gélida brisa que hizo que cerrase sus ojos aguantandola.— Se acerca mí cumpleaños, si... pero de todas formas me gustaría pasarla aquí contigo. Sé que suena raro, pero creo que me siento más en paz y sereno aquí contigo que con él... y no me malentiendas. Sé que dije que prefería estar con él pero... ser indeciso es cosa de todos los días en mí cabeza. ¿Papá te visita? Espero que sí, lo extraño. Quisiera que él estuviese aquí con nosotros pero... ha formado otra familia, y tiene un hijastro bastante idiota pero eso ese es otro tema.— TaeHyung soltó una carcajada y alzó la mirada— Tengo el corazón roto y por eso vengo aquí, no te mentiré. Y quizas muy en el fondo deseo que sienta algo por mí, pero se ve enamorado de alguien que vale la pena. Qué lo ha tratado como se merece, que lo cuida, y que lo ama.— hubo un silencio y TaeHyung chasqueó la lengua mirando hacía otro lado.— Yo también lo he cuidado, pero siento que vive angustiado por mí. Qué se siente mal, cuando no merece estarlo, JungKook merece ser feliz, mamá. Y tú sabes que él es mí primer amor, y sabemos perfectamente que el primero no dura. Pero me pongo a pensar en que hubiese pasado si él no hubiese conocido a San. Suena descabellado que él se enamore de un ¿Alma? ¿Un fantasma? ¿Algo que solo puede ver él?. Cómo sea, creo que me encuentro bien, estoy herido, si, pero me puedo levantar con facilidad de esto y está en mí poder pasar la página, mamá. Solo necesito tiempo, y mí corazón se sanará. Gracias por escucharme, mamá. Te amo.

TaeHyung le sonrió a la lápida y suspiró aliviado de haberse desahogado con ella. El sentimiento de angustia, ansiedad y el remolino de sentimientos parecían que habían desaparecido de su pecho.

Hasta que vió a JungKook a unos metros de él observándolo con una pequeña flor en su mano. TaeHyung se levantó con rapidez y lo primero que se le pasó es saber si había escuchado toda la conversación, pero rápidamente la idea salió de su cabeza intentando calmarse.

—¿Hace c-cuánto que estás aquí parado?— preguntó el mayor mientras miraba a todos lados menos a los ojos de JungKook.

—Recíen llego.— respondió JungKook dejando una flor sobre la lápida de su madre— Pero como veo que estás aquí, creo que debo retirarme.

El castaño comenzó a caminar en dirección a la salida pero TaeHyung tomó suavemente el brazo de JungKook frenandolo.

—¿Recuerdas algo de ayer?— preguntó ansioso TaeHyung y parecía que todo lo que le había dicho a su madre fue lanzado a la basura, porque sentía su corazón latir con tanta fuerza contra sus costillas que temia que se le rompieran.

—Recuerdo que caí dormido y nada más— respondió JungKook soltandose del agarre y mirando hacía el suelo.—, ¿Hice algo?

TaeHyung guardó silencio y negó.

—N-no. Olvídalo, no hiciste nada.— contestó rápidamente.

Estuve a nada de besarte, pero nada fuera de lo común.

O-oh, está bien. Entonces adiós, TaeHyung.— murmuró JungKook y comenzó a desaparecer del campo de vista del mayor.

El peliazul palmeó su frente y cerró sus ojos mientras ponía sus manos sobre sus caderas mordiéndose los labios. Iba a ser difícil pasar de página si aquella vez tenía a JungKook tan cerca de él, iba a ser un trabajo duro.

JungKook pasó la puerta principal y le sonrió extrañamente a San.

—¿Le dejaste la flor a tu abuela?— preguntó el rubio y JungKook asintió tragando saliva— ¿Hace cuánto no la veías?

—Desde ayer.— respondió el castaño mirando al suelo y San soltó una carcajada.

—¿Eso no es muy pronto?— San puso su brazo alrededor del cuello de JungKook y besó su mejilla.

—Pero siempre la necesito a mí lado, aunque las cosas estén tensas.— murmuró JungKook y ambos chicos comenzaron a caminar hacía la estación de buses.

Mientras JungKook le daba de vez en cuando una mirada rápida al cementerio desde la lejanía.


























¡Holass!

Me siento mal por San, y creo que también ustedes. ¿Qué opinan de la situación de JungKook? ¿Hizo bien en mentirle a San o no? Comente señora, comente.

Espero que les haya gustado el capítulo, se los quiere, gracias por leerme siempre.

Se despide Cami.

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora