𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 31

Una vez que JungKook dió un paso fuera del departamento, un agudo dolor se instaló en su tobillo y un alarido del mismo salió de sus labios.

Vió a San salir de su departamento con bolsas de consorcio en sus manos y al verlo las bajó al suelo acercándose a él.

—¿Estás bien?— preguntó el rubio y JungKook hizo una mueca de dolor quitándose su zapato, enseñando sus calcetines de Iron Man.— Vaya calcetines.

JungKook quiso reír en el momento pero cuando San apretó su tobillo lo que quiso fue morir. Así que San ayudó a sentarlo sobre el pasillo del edificio y se arrodilló al lado suyo.

—¿Te has golpeado con algo?— preguntó mientras quitaba despacio el calcetín del castaño y dejaba ver una hinchazón de tamaño descomunal, bueno no así pero se veía muy inflamado.

—Torcí mí tobillo corriendo, pero no me ha dolido en la noche.— musitó el menor recordando la escena en la que TaeHyung estaba peligrosamente cerca suyo, sus mejillas se sonrojaron y solo carrapeo.— ¿Se ve mal?

—Subete a mí espalda, iremos a un hospital.— dijo San mientras acomodaba sus lentes circulares y JungKook se le quedaba viendo atónito— Vamos, súbete.

El menor tragó saliva mientras tomaba su zapato del suelo y se trepaba a la espalda del rubio con la cara roja de la vergüenza.

—Sujetate bien, pero no me ahorques.— dijo San y JungKook soltó una carcajada que más fue un sollozo porque el dolor aumentaba.

El hospital más cercano estaba algo lejos pero llegarían en un abrir y cerrar de ojos. Así que ambos chicos salieron del departamento de esa manera, ganándose algunas miradas de personas que pasaban por allí.

JungKook mientras tanto intentaba cubrir su rostro sintiendo algo de vergüenza por temer que estuviese pesando demasiado y como consecuencia causarle malestar en la espalda a San.

Las puertas automáticas del hospital se abrieron y ambos chicos entraron a a emergencias, cosa que le llamó la atención al menor porque era un simple esguince de tobillo lo que tenía. El castaño se bajó de la espalda de San y ambos esperaron al doctor.

Le hicieron los chequeos básicos, le dieron pomada para la inflamación y le pusieron hielo en la zona afectaba. JungKook salió con una venda en su tobillo y se sentó en la sala de espera mientras veía a San entrar al baño.

—¿Duele?— el menor se giró a su lado y vió a TaeHyung cruzado de brazos mientras le señalaba con la barbilla su pie.

—Bastante.— respondió JungKook y una enfermera que pasaba por ahí se le quedó viendo mientras se dirigía a una habitación.— Estoy bien, la próxima tengo que tener más cuidado.

—Debes frenar, responder la llamada y luego seguir corriendo.— dijo TaeHyung burlesco.

—Sí ya sé, no nací ayer.— espetó JungKook y TaeHyung alzó las palmas de sus manos en son de paz.— Por cierto, gracias por salvarme.

—No es nada.— contestó TaeHyung mirándose las uñas y JungKook rodó los ojos.— Pero creo que tengo competencia.— y el peliazul señaló a San saliendo del baño, el menor le dió una pequeña mirada a este y cuándo quiso ver a TaeHyung.

Ya no estaba allí.

—¿Estas escaleras están hechas de telgopor o qué?— preguntó el menor molesto mientras buscaba un libro que le había pedido un estudiante.— TaeHyung, dejaré que caiga el estante completo sobre ti sí sigues sacudiendo la escalera, estás advertido.

TaeHyung soltó una carcajada y miró desde abajo a JungKook mientras este miraba los marcos de los libros de filosofía. Un estruendo se escuchó lejos de dónde ambos chicos estaban y todo el lugar quedó en silencio, el menor miró al peliazul levantando una ceja y bajó lentamente de la escalera con el libro.

—¿Qué fue eso?— preguntó el castaño y TaeHyung se encogió de hombros mientras veía como JungKook se asomaba por uno de los estantes y lo volvía a ver con una expresión seria.

—¿Qué ocurre?— preguntó TaeHyung y se acercó al menor lentamente. Sus ojos al visualizar a Mingi rodaron y ambos chicos se apoyaron sobre el estante.

—¿Qué hacemos? ¿Llamo a la dueña o voy y lo ubico?— preguntó susurrando JungKook y TaeHyung se sorprendió por la valentía de este.— Vamos, no le tengo miedo a Mingi.— el castaño rió y TaeHyung frunció el ceño— Larga historia, luego te la cuento.

—Creo que debes llamar a la dueña, supongo que ella debe hacerse cargo.— contestó TaeHyung y JungKook al momento de querer salir de los pasillos otro ruido se escuchó y un grito de dolor lo acompañó.

JungKook prendió todas las alertas por haber en su cabeza y se giró a ver a TaeHyung sorprendido. Apostaba todo lo que sea a que Mingi estaba molestando a los del club de literatura, es que hasta lo podía ver.

Los pies del menor avanzaron en dirección contraria a la dueña y TaeHyung lo frenó tomándolo de la muñeca.

—¿Qué estás haciendo?— musitó TaeHyung y señaló de dónde provenía el ruido— Te despedirán si te haces el héroe.

—TaeHyung déjame pasar.— pidió el menor y el peliazul apretó el agarre haciendo que JungKook forcejeara con él.— ¡Ya, déjame!— musitó el menor y se soltó el agarre del peliazul bruscamente— No voy a pelear con él, no soy un idiota.

—No claro, que te falta.— JungKook apretó sus labios y rodó los ojos dirigiéndose a las últimas mesas de la librería encontrándose con Mingi tomando del cuello de la camiseta a un chico.

—Mingi sueltalo,— pidió JungKook y vió como EunBi venía en dirección a ellos confundida— por favor.

El pelirrojo soltó una risa amarga y dejó caer al chico al suelo mientras este se sobaba el cuello y acomodaba sus lentes despacio.

—Siempre metes el hocico por dónde no te llaman JungKook, creo que deberías parar.— espetó Mingi y el castaño suspiró.— ¿Qué ocurre, tienes miedo?

—¿Miedo de ti?— preguntó JungKook acercándose amenazante al contrario mientras TaeHyung veía la escena desde lejos atento de cualquier acción.— Eres penoso.

TaeHyung se palmeó la frente cuando vió a Mingi empujar a JungKook bruscamente y EunBi lo tomó el brazo a este esquivando la silla que el pelirrojo lanzó en dirección al menor.

Para este entonces todos los del club de literatura se habían ido y solo quedaban pocas personas en la librería. JungKook miró desafiante a Mingi y este sonrió de lado.

Pero no duró mucho.

—¿Qué sucede aquí?— preguntó la dueña y EunBi junto con TaeHyung suspiraron a la vez.— Ustedes dos, me acompañarán a la comisaría.

Entonces ambos chicos bufaron a la vez.

¡Holass!

Mingi con el hocico por todas partes xd. Gracias por leer y seguir mi historia, se los quiere mucho.

Se despide Cami.

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©