Capítulo 19

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El cuello de JungKook estaba en una posición inusual. Sus ojos se abrieron lentamente dejando entrar a sus retinas la luz de día, y cuando se dió cuenta de que se había quedado dormido sentado y con la cabeza puesta sobre el pequeño espacio que había dejado TaeHyung al dormir, abrió sus ojos atónito.

Pero al momento de moverse su cuello se tronó haciendo que el menor soltara un gemido ahogado y que cerrase sus ojos por un momento tratando de asimilar el dolor. Sus ojos barrieron todo el living, pero no se encontraba TaeHyung. Es más, hasta había un pequeño hundimiento en el sillón, y JungKook aún seguía con los zapatos como también su chaqueta puesta.

Se levantó débilmente y sintió caer el papel del grimorio al piso, así que lo tomó mientras se tomaba la cadera y lo desarrugó viendo la página arrancada. Tenía la solución en sus manos pero, le daba miedo el procedimiento por el cual debían pasan para que TaeHyung y la madre de este podrían comunicarse.

Se sentía como un ritual, bueno, era un ritual para comunicarse con las almas. Pero en este específica que ambos deben cortarse las manos con un objeto afilado y juntar sus manos. Según la página arrancada, todas las almas del árbol genealógico de ambos chicos tendrán contacto con ellos. Así que el menor tembloroso miró el pequeño abrelatas de su cocina con algo de temor porque ni un miserable cuchillo tenía, debía comprarlos urgente.

Así que tomó el papel del grimorio y se puso en campaña para encontrar a TaeHyung, sea donde sea que esté, debía decirle que había encontrado la manera. Así que buscó por todos lados de la casa y finalmente lo vió sentado frente a la piscina llenas de hojas marrones, debía limpiar esa piscina pronto.

—T-TaeHyung— tartamudeó el menor y quiso pegarse un puñetazo en la nariz por temblar su voz, ni siquiera sabía porqué lo había hecho—, encontré la manera de que puedas ver a tu madre.

Vió girar a TaeHyung y quiso reírse porque el pelo de este se iba a todas direcciones por el viento de la azotea, así que solo se contuvo quedandose parado esperando a que hablase.

—No quiero.— respondió el peliazul y JungKook se quedó confundido— La ví en el cementerio, creo que es suficiente.

—Me estás diciendo...— el menor comenzó a acercarse a TaeHyung— ¿Qué no quieres ver a tu madre cuando tuve miedo de morir con la bicicleta por buscarte en el cementerio para hacer esto?— dijo el menor apuntado al papel— Debes estar bromeando.

¿No querías devolverle la sonrisa?— dijo una vocecita en la cabeza del menor y este se contuvo.

—Estuve ahí todo el maldito día, JungKook— el menor se sorprendió por el tono de voz y retrocedió algo acojonado—, te esperé y hasta casi me echan por comer frente a una lápida.

—¿Quién te manda a comer frente a una lápida?— preguntó JungKook exaltado y alzando ambas cejas— Solo... hagamos esto y ya. No desperdicies mí preciado tiempo.

—¿Desperdiciar tu tiempo?— preguntó TaeHyung tocando el pecho de JungKook haciendo que esté retrocediera un poco— Más bien desperdiciando tiempo, yo desperdicio mí tiempo contigo pensando que podrías ayudarme.

—¡Ay ya TaeHyung!— gritó con desesperación— ¡La conseguí, conseguí la solución y sé que no cumplí la promesa pero tengo la solución aquí así que, deja de actuar como un niño antes de que te golpee con la baguette que tengo en la cocina y lee atentamente esto!

TaeHyung se cruzó de brazos y JungKook le ofreció el papel, el peliazul lo agarró de mala manera y lo miró por unos segundos para luego entregárselo de mala manera a JungKook y rodar los ojos.

—¿Cortarnos las palmas de las manos?— preguntó TaeHyung— ¿Qué es esto? ¿Una secta satánica?

JungKook apretó su mandíbula e intento no tomar de los cabellos a TaeHyung para que se le pasara la actitud de niño caprichoso, así que solo tragó duro y respiró hondo para luego decir.

—Sé sincero.— dijo JungKook— ¿Quieres ver a tu madre? Porque si no es así, quemaré este papel y jamás la podrás ver, así que deja tu mal humor para otro momento y responde.

Hubo un silencio y TaeHyung asintió mientras miraba hacía otro lado. Así que con el menor bajaron hacía el departamento y JungKook se acercó a la cocina y miró el pequeño abrelatas algo oxidado mientras mordía su labio. Se sentó frente a TaeHyung y este abrió su mano enseñándole la palma, el menor acercó el objeto pero rápidamente TaeHyung quitó la mano.

—¿E-esto es seguro?— JungKook asintió y acercó las muñecas de TaeHyung bruscamente hacía el, mientras con su mano temblorosa empezaba a rasgar la piel de las dos manos del peliazul mientras escuchaba como un gemido ahogado salía de sus labios.

—Lo siento, luego vendaré tus manos.— dijo el menor y vió como algunas gotas de sangre caían al suelo, así que miró su palma y con el corazón latiendo a mil hizo lo mismo con sus palmas.

—¿Y-Y ahora qué?— preguntó TaeHyung adolorido y JungKook alzó sus palmas mientras sentía como las gotas de sangre manchaban sus vaqueros.

—Juntemos nuestras manos y cerremos los ojos.— ambos juntaron sus manos mientras sentían su piel rasgarse un poco por el corte y cerraron los ojos.

Pasaron varios segundos.

Ambos sintieron un tirón tan fuerte del lazo que los unía que los hicieron temblar del desconcierto absoluto. Así que abrieron sus ojos.

Encontrándose con un lugar completamente oscuro, se podía escuchar los latidos de corazón de ambos chicos y sus pisadas aún más. JungKook fue el primero en hablar.

—¿Hola?— preguntó el menor y comenzó a caminar sin dirección alguna en compañía de TaeHyung que tomaba su muñeca para no perderse.

—¿Estás seguro que este es el lugar?— murmuró TaeHyung y JungKook se detuvo a asentir y posteriormente a seguir caminando.— ¿Esto...

JungKook se detuvo en seco y calló a TaeHyung poniendo un dedo sobre sus labios bruscamente.

—Escucha, creo que es por aquí.— susurró el menor y TaeHyung comenzó a escuchar voces por todos lados, estas se intensificaban a medida que se acercaban, quisieron acercarse más pero JungKook chocó su nariz con algo duro quejándose en un susurro.

—¿Qué fue eso?— preguntó TaeHyung desconcertado.

—Creo que rompí mi tabique.— dijo JungKook sobándose y se dió cuenta que con lo que se había chocado era una puerta. Asi que se detuvo en seco y miró a la tenue sombra de TaeHyung dijo— Es aquí. ¿Estás preparado?

—No.

—Yo tampoco, así que vamos.— dijo JungKook y tomó el picaporte de la puerta abriéndola despacio.

Mientras veía una luz saliendo de ella.











¡Holass!

A partir de este capítulo yo comenzaría a hacerme una idea del final, no sé ustedes...

Espero que hayan tenido una buena lectura y gracias por el constante apoyo al fanfic, se los quiere.

Se despide Cami.

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora