Capítulo 24

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TaeHyung no había llegado al edificio.

Todos estaban dormidos, excepto EunBi y JungKook. Qué estaban en el pequeño balcón, a pesar del frío ambos necesitaban dejar dormir a los demás para tener una conversación.

—¿Qué harás ahora?— preguntó EunBi y buscó calor en sus guantes de lana mirando a JungKook.

—Nada.— respondió.

—¿Nada?— JungKook asintió y jugó con sus dedos pensativo— ¿No irás a buscarlo?

—¿De qué sirve?— EunBi mordió su mejilla interna y pareció pensarlo— Exacto, no sirve de nada. No puedo ayudarlo, no cuando siempre está cerca de mi. Si quiere ser feliz, c-creo que tendrá que buscar su felicidad aparte.

—¿Entonces se terminó?— preguntó EunBi y JungKook asintió.— ¿Así de simple? ¿No buscarás la forma de hacer que descanse en paz? TaeHyung está frustrado y quiere irse ya, si ese su destino.

—¿Hay alguna forma de hacerlo descansar en paz a pesar del hilo?— preguntó JungKook cansado y apoyando su cabeza en la pared— Hemos leído cinco grimorios y nada coincide, no tengo nada que hacer ya.

—¿Internet?— preguntó EunBi y JungKook no pareció sorprenderle la idea— ¿Qué tal si investigamos por internet? Quizás en algún foro hablen sobre esto, quizás no eres el único que está pasado por esto. ¿No dijiste que no eras el único velo?

—Lo dije.— respondió JungKook— Pero por mis conocimientos precarios en esto, sé que esto como una aguja en un pajar, es muy improbable que le encontremos solución a esto. Y TaeHyung quizás nunca descansará en paz.

Hay algo que no te estás dando cuenta.

La frase de su abuela resonó en su mente varías veces y EunBi miró al menor mientras este parecía recordar algo.

—Cuándo visité a mí abuela, ella me dijo que hay algo que está frente a mis ojos y que no estoy dándome cuenta.— EunBi alzó una ceja.

—¿No te dijo más?— preguntó EunBi mientras sacudía de sus cabellos la nieve— ¿Y si ella sabe la respuesta?

—¿Mí abuela sabe algo más?— preguntó JungKook mirando al suelo y todo quedó en silencio.

Quizás su abuela era la clave.






—No puedo creer que este haciendo esto en la madrugada.— dijo JungKook mientras suspiraba arrodillado queriendo palmearse la frente.

EunBi cerró detrás suyo la puerta corrediza del balcón y se arrodilló frente a JungKook entregándole el objeto punzante.

—¿Estás seguro de hacer esto?— preguntó la castaña y JungKook guardó silencio— ¿Te abrirás la herida otra vez? Se puede infectar, yo...

—Sé que hace poco estaba diciendo que no puedo ayudar a TaeHyung, pero no me quedaré con la intriga de saber que me quiso decir mí abuela.— dijo el menor convencido mordiendo la piel seca de sus labios.— Eso si que no.

EunBi puso a su lado las vendas para luego de que JungKook volviese de su visita a las almas, y alcohol para desinfectar las heridas del menor.

—A pesar de que TaeHyung dijo que no podías ayudarlo, estás dispuesto a hacerlo de todas formas.— dijo EunBi antes de que JungKook pudiese hacerse el corte en una de sus palmas.— Aprecio eso de ti, eres el mejor JungKook.

El menor alzó una ceja sonriendo y miró al suelo.

—Si no encuentro alguna respuesta aquí, no se que más puedo hacer y eso me aterra— el menor suspiró temblorosamente y cerró sus ojos ahuyentando la mala vibra—, TaeHyung depende de mí para que descanse en paz, y como velo de las almas es mí trabajo cumplir eso.

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora