Capítulo 28

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—¿Por qué estoy tan nervioso?— se preguntó el menor mirando la ropa que se iba a llevar para la cita de amigos con San— es solo una salida, una simple salida, JungKook.

—Que tú interpretas como una cita.— dijo EunBi entrando a la habitación del menor y ponía una mano en su hombro.

—Tengo que acostumbrarme a que aparezcas de la nada.— JungKook probó su ropa mirando al espejo y la tiró con brusquedad hacía la cama mientras bufaba— ¡Ya! ¿Por qué estoy actuando así?

EunBi lo miraba desde el pequeño escritorio que tenía en la habitación y sonrió negando.

—Solo sé tu mismo en la cita, no dejes que los nervios te consuman.— dijo la castaña saliendo de la habitación y JungKook apretó sus labios y dijo irritado.

—¡Qué n-no es una cita!— chilló JungKook y sintió sus mejillas arder.







¿Estaba demasiado arreglado?. Eso es lo que se preguntaba JungKook cuando esperaba a San afuera del departamento, miraba la hora de su móvil, sus zapatos y miraba su reflejo en la pantalla apagada del celular, así repetidas veces.

Mordió su labio tembloroso y sintió a alguien abrir la puerta de su departamento, haciendo que JungKook se girara violentamente provocando que uno de sus vecinos se asustara un poco, pero no era San.

—Seguro él pensó que esto era una cita y huyó.— se susurró JungKook para si mismo y sacudió su cabeza sonriendo, esto era como salir con EunBi, así de simple.

—¿Esperaste mucho?— JungKook se giró mirando encontrándose con la figura de San, estaba vestido como todos los días. Tenía unos vaqueros que le quedaban algo holgados y una camiseta roja por dentro junto con una gabardina negra. Su cabello estaba algo despeinado y parecía que recién se había bañado.

—N-no.— respondió JungKook y mordió su lengua por tartamudear. Su miraba se fija en los ojos color miel del rubio y suspiró, pero al segundo carraspeó mirando hacía otro lado.

San solo sonrió y apretó sus labios mirando sus zapatos algo tímido. No había porque estarlo y de todas formas ambos chicos lo estaban.

—¿Vamos?— preguntó San y JungKook lo miró rápidamente asintiendo. La tensión del momento había desaparecido y ambos chicos se subieron a un bus para ir al centro comercial.

Ambos estaban sentados juntos en el bus, pero JungKook estaba muy pegado a la ventana y San parecía que estaba sentado en el pasillo. Una mujer con su niño entró algo apurada y el pequeño sin querer empujó a San haciendo que se acercara bruscamente a JungKook.

Ambos se miraron a los ojos y San pestañeó dos veces mientras miraba los ojos color almendrados de JungKook, que este al instante corrió la mirada y se concentró en el viaje. San miraba al techo del bus y miraba al otro lado de las ventanas, ignorando el calor de la presencia de JungKook.

Una vez que bajaron, JungKook aceleró el paso hacía el centro comercial y se detuvo en los baños.

—Tengo que ir al baño, saldré en un segundo.— dijo rápidamente JungKook y San alzó ambas cejas por la rapidez que lo había dicho JungKook.

El menor entró al baño y cerró la puerta bruscamente detrás suyo, unos chicos que se estaban secando las manos se le quedaron mirando y JungKook entró rápidamente a uno de los cubículos.

Puso seguro a este y se quedó mirando la puerta.

—Respira JungKook, respira.— repitió susurrando el castaño y cerró sus ojos— Lo arruinarás si sigues comportándote así.

JungKook salió del cubículo y se lavó la cara mirando su reflejo en el espejo. Al momento de hacerlo miró hacía el lado de los sanitarios y apretó sus labios.

Aquí había conocido a TaeHyung, aunque sonase extraño.

Secó su rostro con sus manos y salió del baño mirando San. Este al percatarse de JungKook le sonrió y comenzaron a recorrer el centro comercial, entrando y saliendo de tiendas de ropa, comprando comida y por último viendo una película de las que estaban en la taquilla.

Las puertas de la sala de cine se abrieron y JungKook sacudió los escalofríos de su cuerpo. Ambos chicos tomaron las últimas palomitas y el útlimo sorbo de su bebida para luego tirarlos en el cesto de basura a las afueras del centro comercial.

—La película fue genial, tendré que dormir con las luces prendidas pero estuvo genial.— JungKook soltó una carcajada y un pequeño eructo salió de su boca sorprendiendo a San.

—Lo siento, esa bebi...

Entonces San eructó también.

JungKook empujó de broma a San y este le sonrió, ambos terminaron por comprar una manzana con caramelo en uno de los pequeños puestos sentados en uno de los bancos de madera.

San sintió vibrar su móvil y JungKook lo miró atender.

—¿Hola?— San frunció el ceño y al momento sintió su respiración ir más acelerada cuando conectó miradas con JungKook, haciendo que este también se preguntase que pasaba— Estoy en camino.

—¿Ocurre algo?— preguntó y San asintió levantándose del banco, dándole al primer niño que pasó por frente suyo la manzana con caramelo.

—Mi madre se desmayó, dicen que la ingresaron hace poco en el hospital.— JungKook alzó sus cejas sorprendido.— Si no quieres...

—Te acompaño, no te preocupes.— dijo JungKook tomando su abrigo— Mañana tengo el día libre.

Así que ambos chicos se dirigieron hacía el hospital más cercano, entrando abriéndose paso entre la gente para llegar hacía la recepción y preguntar en qué habitación estaba la madre de San.

—Solo puede entrar una persona— dijo la enfermera cuando llegaron al la habitación—, el horario de visitas se está por acabar.

San miró a JungKook y este negó haciéndole un ademán para que entrase sin problema. Lo vió entrar a la habitación y el castaño decidió ir a una de las máquinas expendedoras  para tomar té por el frío que hacía en ese momento.

Pagó su respectivo té humeante, cuando sin querer choca con un pecho haciendo que el té se cayese al suelo quemando un poco la pierna del menor y salpicando al contrario.

JungKook hizo una pequeña reverencia algo adolorido y alzó la mirada encontrándose con un hombre, no era joven ni viejo, pero algunas canas tenía. Conectaron mirada y el menor dijo.

—Lo siento señor, no lo ví.— JungKook volvió a hacer un pequeña reverencia y el señor le sonrió negando.— ¿No se quemó con el té?

—No te preocupes.— dijo el hombre y pasó por al lado de JungKook. El menor frunció el ceño al recordar el rostro de ese hombre y sintió la voz de San llamándolo.

—Sus rasgos...— susurró JungKook mirando al hombre caminar de espaldas a él—, son parecidos a TaeHyung.

—¿Pasa algo?— dijo San mientras veía a un empleado de limpieza limpiando el té derramado de JungKook.

—N-no, nada.— dijo JungKook distraído entrecerrando un poco los ojos viendo cómo ese señor desaparecía de su campo de visión.





















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Espero que les haya gustado y gracias por leer.

Se despide Cami.

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𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora