Capítulo 22

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El cuerpo de JungKook comenzó a sacudirse debido a EunBi que lo miraba con una sonrisa. Hoy era el cumpleaños número veintiuno del castaño.

—¿Quién cumple años?— preguntó EunBi en un tono tierno y estrujó las mejillas del menor que aún se encontraba somnoliento.— ¡JungKookie cumple años!

El menor gruñó y miró a TaeHyung en el marco de su puerta sonriéndole.

—¡Ya sueltame!— pidió el menor y rió luego de que EunBi tratara de hacerle cosquillas en la panza. Una vez que un JungKook despeinado se levantó de su cama su estómago gruñó y apretó sus labios rascando su cabeza.

—¿Qué quieres comer hoy?— preguntó EunBi juntando sus manos— ¿Pizza? Tú dime.

El menor se detuvo a ver su amiga que le sonreía con todos sus dientes y alzó una ceja para luego preguntar.

—¿Aspiraste algo?— la castaña negó sonriendo y JungKook se levantó a dudas penas de la cama para dirigirse al baño— Sólo comamos lo que sea, tus comidas son las mejores EunBi.

La castaña chilló emocionada y traspasó a TaeHyung en el marco de la puerta para luego dirigirse a la cocina y preparar algo de comer ya que el menor se había levantado algo tarde.

Una vez que JungKook se dió una ducha, salió con una toalla envuelta en su cadera y un sonrojo se instaló en su rostro y en el de TaeHyung al conectar miradas.

—¿Q-qué me ves?— preguntó JungKook y se giró mirando a la ventana de su habitación.

—N-nada yo... feliz cumpleaños.— dijo el peliazul nervioso y rápidamente salió de la habitación.

El menor aún con el sonrojo de sus mejillas se vistió rápidamente y salió cerrando sus ojos debido al olor que provenía del comedor. El único que estaba sentado allí era TaeHyung así que procuró no verle la cara por la vergüenza.

Pero sintió algo ser arrastrado hacía él y miró la mesa. Era un sobre de color celeste pastel con una sonrisa en el dobles de esta, así que miró a TaeHyung y este señaló a EunBi.

JungKook abrió con cuidado el sobre procurando de no romper nada ya que era demasiado hermoso. Su sorpresa fue mayúscula cuando dentro encontró dos boletos de avión.

—¡EunBi!— gritó el menor y sintió como su amiga casi tira la asadera en dónde estaba la pizza y lo mira con confusión— ¡Iremos a New York!

La castaña le sonríe y asiente.

—Feliz Cumpleaños, JungKook.— dijo EunBi y ambos amigos se dieron un abrazo— Trabajé horas extras en la librería y pude comprar dos boletos, también he hablado con mí jefe para que te dé lugar allí.

—Gracias, gracias, gracias.— susurró el menor mientras profundizaba el abrazo con su amiga y cuándo miró a TaeHyung comenzó a sacudirlo mientras le decía que viajarían a dónde siempre quiso el menor.

—Prometo cuidar la casa.— dijo el peliazul levantando un meñique y JungKook negó.

—¿Quieres venir con nosotros?.— el peliazul asintió algo apenado y JungKook sonrió.

—Deja de hablar solo, JungKook.— dijo EunBi rompiendo el ambiente y el menor miró a TaeHyung que se cruzaba de brazos— Ya TaeHyung, dónde sea que estés en esta sala, fue una broma hombre, no te lo tomes a pecho.

JungKook rió mirando a TaeHyung y le dió un mordisco a la pizza.



—Oh santo cielo— murmuró TaeHyung mientras escuchaban a todos los amigos de JungKook gritar ¡Fondo, fondo, fondo!.

Todavía nadie estaba borracho, todavía. Pero ya se empezaban acabar las pequeñas botellas de soju que había traído San de casualidad ya que había escuchado los gritos y quiso unirse a la fiesta, como también acompañarlos en el viaje a New York, el mundo era muy pequeño.

El peliazul lo único que hacía era mirar desde una esquina, obvio no se sentía excluido pero sabía el dolor de cabeza con el que JungKook probablemente despertaría y él no lo quería padecer así que solo se mantenía algo distante de tanto barullo.

JungKook mientras tanto reía y sacudía otra botella de soju para luego servirla en el pequeño vaso de cristal de JunMyeon.

—O-oigan...— TaeHyung alzó la mirada y sonrió hacía otro lado, sabiendo que JungKook había entrado en estado de ebriedad— Yo pensé que ustedes...— el menor hipó señalando a JunMyeon y a EunBi— eran pareja, creo que me confundí un poquitito.

EunBi alzó una ceja algo mareada y miró a JunMyeon y rió mientras brindaba con él.

—Pues... a mí me parece lindo— dijo EunBi y un silencio gobernó la mesa, que ella misma rompió luego de unos segundos.— Ay ya, JunMyeon eres un dios grieeego— dijo EunBi alargando las palabras y el pelinegro rió cerrando sus ojos.

JungKook hipó nuevamente y puso la botella en el centro de la mesa.

—Juguemos un poquito.— pidió el menor y miró a todos mientras intentaba no caerse sobre la comida.

TaeHyung palmeó su frente y mordió su labio tratando de ocultar la risa y la vergüenza mezcladas a la vez mientras miraba a un JungKook con las mejillas sonrojadas por lo borracho que estaba.

—¿Oye TaeHyung quieres jugar?— el peliazul alzó la mirada y abrió los ojos atónitos negando.

—¿Quién es TaeHyung?— preguntó riendo EunBi y miró graciosa a San que se encontraba confundido al igual que ella.— ¿A quien le hablas?

—Yo le hablo a TaeHyung ¿y tú?— preguntó JungKook y San frunció el ceño por no saber de qué o que estaba hablando el menor o si quiera tenía algo de coherencia.

Todos rieron en la mesa por el comentario y siguieron jugando.

—Gira tú, EunBi.— dijo JungKook y la castaña hizo girar la pequeña botella mientras se escuchaba un eructo de JunMyeon.

Todos se quedaron mirando y TaeHyung alzó la mirada por el silencio, ya que le pareció raro.

—Ya besense.— pidió EunBi y JungKook miró a San con solo un ojo ya que el otro se le estaba cerrando por el sueño.

San aún más ebrio que JungKook sonrió y el menor pudo notar la nuez de Adán resaltandole aún más, haciendo que tragara saliva.

JungKook se arrodilló y como la mesa en dónde estaban era pequeña, hizo un mohín con los labios y cerró sus ojos. TaeHyung miraba todo expectante desde una esquina con el ceño fruncido sin entender lo que estaba pasando.

San se acomodó la camiseta e imitó la pose que había hecho el menor pero al momento de casi besarse...

Escucharon una arcada.

—¡Empujalo hacía otro lado!— gritó el menor y todos rieron al ver que San comenzaba a vomitar a un costado de la azotea.

Mientras tanto TaeHyung observaba a detalle su collar de trébol de cuatro hojas, sonriendo satisfecho.















¡Hola!

¿Qué les pareció el capítulo?

Espero que les haya gustado, gracias por su constante apoyo. Se los quiere mucho.

Se despide Cami.

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora