Capítulo 21

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—¡Santo cielo!— dijo EunBi una vez que entró al departamento y mirar la sangre en el picaporte como también en el suelo— ¿Qué hicieron aquí? ¿Un ritual satánico?

El menor vió como una sonrisa burlesca se dibujaba en el rostro de TaeHyung y rodó los ojos.

—Logramos comunicarnos con la madre de TaeHyung y con mis abuelos.— respondió JungKook mientras EunBi le ayudaba a sacar el botiquín de primeros auxilios de uno de los estantes de la cocina.

—¿Estás bromeando?— preguntó EunBi y JungKook se detuvo a mirarla— ¿Se tuvieron que cortar las manos?

—No exageres— dijo JungKook mientras escuchaba caer una gotita de sangre al suelo—, fue solo un corte pequeño. Además no tardará en cicatrizar, así que no te alarmes.

EunBi comenzó a vendar la mano de JungKook y luego el menor comenzó a limpiar del suelo y del picaporte la sangre espesa de los dos chicos con las manos vendadas. Por último el menor vendó las grandes manos de TaeHyung con mucho cuidado y en silencio, ya que era incómodo lo que había pasado hace un rato.

No dolía. Pero sentía la herida escocer debajo de la venda de vez en cuándo, pero nada del otro mundo. Todos salieron a la azotea menos TaeHyung que se quedó mirando la televisión en el living. Y una vez que JungKook tomó asiento frente a EunBi la castaña comenzó a hablar.

—Pasaron muchas cosas esta semana.— dijo JungKook mientras se quitaba la chaqueta— ¿Dónde demonios estabas?

EunBi alzó una ceja.

—Estuve estudiando en vacaciones cómo toda una estudiante normal de ingeniería, y tratando de ser alguien en un futuro cercano— contestó EunBi, corriendo su cabello hacía atrás. De verdad se veía estresada, sus ojos tenían un tono cansado y su piel a lejanía se veía seca. Esa chica lo estaba pasando difícil.—, ¿Dónde estuviste tú? ¿Intentando entrar al infierno y tomar leche de banana con Satanás?

JungKook rodó los ojos y contestó.

—Ya te dije, visité a un centenar de almas y fue impresionante.— el menor se giró y metió la mano dentro de uno de los bolsillos de su chaqueta sacando una cadena.— Adivina quien me dió esto.

—¿La abuela?— preguntó EunBi y JungKook asintió sonriendo, la cadenita tenía una pequeña manchita de sangre que no tardó en ser limpiada por las manos de EunBi— ¿Cómo fue visitar a Satanás?— JungKook apretó sus labios— digo a las almas, a eso me refería.

—Es un lugar oscuro al principio, tuvimos que casi que correr en círculos con TaeHyung para que luego yo casi me rompiese el tabique al chocarme con la puerta y de ahí entrar.— dijo JungKook y tomó la cadenita poniéndosela con ayuda de su amiga.— Esta vez estaba todo blanco y allí encontramos a centenares de almas que nos miraban. Pudimos ver con TaeHyung el hilo rojo que nos conectaba.

EunBi hizo un oh con sus labios y luego sonrió.

—Seguro era lo único que resaltaba.— el menor asintió y la escuchó reírse.

—Pero hay algo que todavía me tiene confundido, mí abuela me dijo que hay algo de lo que no me estoy dando cuenta, pero no me quiso decir de qué.

—Maldita intriga.— dijo EunBi chasqueando la lengua— ¿Qué crees que te quiso decir?

—No lo sé.— respondió JungKook— y quiero comunicarme con ella, ya que puedo ver a las almas que descansan en paz, EunBi. Es una locura lo que puedo ver.

—Qué loco lo tuyo, JungKook.— dijo EunBi y acomodó su flequillo— Has descubierto que eres más importante para las almas que antes, desearía visitar a mí abuelo pero no me veo cortándome las dos palmas de las manos, así que mejor lo visitaré en el cementerio.

JungKook sonrió medianamente y su amiga comenzó a levantarse de su asiento.

—Por cierto— la castaña se giró—, me comí uno de los bombones de la caja que te regaló San.— el menor alzó una ceja memorizando— ¿No crees que fue mucho la caja? ¿No crees que solo las pare...

—¡No lo digas!— dijo JungKook cerrando sus ojos y tapando sus oídos— Tengo un semestre que aprobar cuando terminen las vacaciones, no quiero saber nada de citas, ni de hilos, ni de nada, de ahora en adelante quiero dedicar tiempo a mí solo.

EunBi asintió lentamente sonriendo y salió del departamento. El menor se quedó mirando el atardecer con sus manos vendadas y escuchó a TaeHyung acercarse a él.

—¿Qué te dijo mí madre al oído?— el menor lo miró y sonrió débilmente mirando otra vez el amanecer.

—Me dijo que cuidase de ti.— respondió JungKook y mordió su labio inferior.

Se escuchó un silencio y TaeHyung sonrió para luego decir.

—¿Cómo fue ver a tus abuelos?

JungKook sonrió y le mostró la cadenita que tenía colgado en el cuello, era una perla tallada en forma de corazón.

—Mi abuela me regaló esto, esta cadenita se la regaló mí abuelo cuando cumplieron veinticinco años de casados.— respondió el menor y la acarició con la yemas de sus dedos— Es muy sentimental para ellos, pero aún no me explico por qué me lo dieron a mí.

—Supongo que cuándo te cases y tengas hijos, se la darás a un nieto tuyo y así sucesivamente— TaeHyung encogió los hombros dando solo esa respuesta.

El menor sentía un cosquilleo en la manos, necesitaba hablar de los anillos pero no quería incomodar a TaeHyung. Pero un sentimiento de adrenalina recorrió todo su cuerpo y fue en busca de la caja para luego entregársela al peliazul.

—¿Me pedirás matrimonio?— el menor rodó los ojos y le quitó la caja de las manos— ¿Entonces?

—¿Te acuerdas de esto?— la pregunta pareció caerle demasiado mal a TaeHyung que frunció su entrecejo y lo miró con confusión.

—¿Cómo es exactamente que tienes esto?— preguntó lentamente TaeHyung lamiéndose los labios.

—El día que fui buscarte al cementerio, de regreso ella me habló y terminamos conversando en una tienda de conveniencia.— dijo el menor y TaeHyung suspiró profundamente— Ella pensaba pedirte matrimonio, pero no te encontró.

—Lo sabía.— respondió TaeHyung firme— Por eso tuve el accidente y entré en coma, porque estaba harto
de que mi madrastra me controlara, de que manipulara y destruyera todo lo mío y lo que quería. ¿Quieres hacerme un favor? tira esos anillos, por favor.

El menor vió salir de la azotea a TaeHyung y suspiró mirando los anillos. Un sentimiento de culpa llenó su pecho y apretó sus labios mientras sentía al viento despeinar su cabello.

—¿Qué haré con ustedes?— se preguntó JungKook abriendo la caja— No puedo tirarlos, significaban algo para ella después de todo.












¡Hola!

¿Qué les pareció el capítulo de hoy?

Espero que les haya gustado.

Se despide Cami, los quiero. ♥

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora