Capítulo 34

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—Vamos JungKook, sé directo.— musitó el castaño mientras secaba el sudor de sus manos mirando la puerta del departamento de San.

Su mano se volvió en un puño y la alzó tocando tres veces. Había sido todo un malentendido, TaeHyung estaba borracho y él estaba demasiado dormido para darse cuenta de que el peliazul además de dormir en su cama, contestó uno de sus mensajes.

Mordió su labio cuando no escuchó respuesta de parte de San, pero cuando estaba dispuesto a tocar nuevamente la puerta el castaño sintió unas llaves ser sacudidas.

El corazón de JungKook bombeaba cada vez más rápido haciendo que cerrase sus ojos por un segundo tratando de tranquilizarse. La figura de San apareció ante los ojos de JungKook y este se quedó congelado cuando vió al castaño.

JungKook rascó su nuca y San desvío la mirada hacía adentro de su departamento. Las palabras de EunBi resonaron en la cabeza del castaño y este sacudió su cabeza concentrándose.

—¿Podemos hablar?— preguntó y San se giró a verlo.

—S-si, por supuesto.— San hizo un ademán para que JungKook entrase a su departamento y este avanzó.

El departamento de San era acogedor. Tenía lo indispensable y era calentito para el frío que hacía a las afueras, más en el pasillo que lamentablemente no tenían estufas. San invitó a JungKook a sentarse en un pequeño sillón que tenía en la sala y este aceptó.

—Leí tu mensaje, e-el que me enviaste a las dos de la mañana.— comenzó a decir JungKook y un sentimiento de por qué estaba haciendo esto invadió su pecho.

—¿Te envié un mensaje?— preguntó nervioso San y JungKook se le quedó viendo.— Y-yo no quería quedar como un entrometido...

—¿Entrometido?— preguntó JungKook alzando una ceja.

—Ya sabes... tu relación.— respondió San comenzando a sonrojarse mientras subía sus lentes.

—San, no estoy en una relación.— respondió JungKook y vió como si un tapón saliera disparado de los pulmones de San, ya que este suspiró.

—N-no sé por qué estoy dándote explicaciones— musitó JungKook nervioso y San rascó su nuca mirando hacía la puerta.— Y-yo solo quería que supieras eso, para que no hayan malentendidos entre nosotros.

—Entiendo.— musitó San y JungKook asintió lentamente.

—Por cierto— dijo JungKook calmando tanta tensión en el aire—, ¿Tú me llamaste la otra vez? Iba a contestarte pero doble mí tobillo, tú sabes...

—Sí, yo solo quería saber si...— JungKook espero a que continuase la frase pero San solo guardó silencio.— salgamos.

JungKook mordió su mejilla interna y miró al suelo.

—¿Una cita de amigos?— preguntó JungKook casi susurrando y San asintió pero no lo miró a los ojos.

—Bien. Ah... tengo una cena con mis padres, nos vemos luego San.

—¡Espera!— dijo el rubio y JungKook se giró a verlo— A-aún no te dije dónde podríamos encontrarnos para la cita... de amigos.

—Donde sea, es agradable cualquier lugar.— respondió JungKook y San asintió lentamente mientras veía al castaño salir de su departamento.

—Eres un tonto.— susurró el rubio para si mismo y cubrió su rostro con una de las almohadas del sofá avergonzado.

Ocultando una sonrisa.












—¿Qué tal la cena?— dijo la madre de JungKook sacando de transe a su hijo que solo movía de un lado a otro la comida del plato— ¿Te encuentras bien, cielo?

JungKook asintió reaccionando y comenzó a comer mientras le daba una rápida mirada a su madre.

—S-sí, solo estaba pensando.— respondió JungKook con las mejillas llenas de comida mientras comía con más ganas.

—¿En quién o qué?— preguntó su padre y JungKook comenzó a toser de repente haciendo que su madre le ofreciera agua y palmeara su espalda.

—¿Y-yo?— preguntó JungKook y su padre rodó los ojos— En nadie... dejen de mirarme así.

Los padres del castaño se quedaron mirando por unos momentos y continuaron comiendo en silencio. Una vez que la cena terminó, JungKook se dirigió a su antigua habitación y cerró la puerta detrás de él. Un suspiro salió de sus labios y abrió los ojos encontrándose con TaeHyung sentado en su cama.

—Buenas noches, JungKook.

—¿Hace cuánto qué estás ahí?— preguntó JungKook riendo.

—Desde que terminaste de comer.— respondió TaeHyung y JungKook siguió a este que se dirigía al pequeño balcón.

—¿Recuerdas la vez que saltaste de aquí?— preguntó TaeHyung y JungKook asintió soltando una carcajada.— Temí que te rompieras los huesos, mhm...

Hubo un silencio y JungKook se  quedó viendo a TaeHyung, estaba raro. Su expresión hacía cambiado completamente y solo veía al suelo.

—¿Estás bien?— preguntó JungKook siguiéndole con la mirada y TaeHyung asintió rodando los ojos.— Te ves... raro.

—Estoy perfecto.— respondió TaeHyung sonriendo con todos sus dientes— Solo me quedé pensando...

—¿En qué?— preguntó JungKook con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro— Cuéntame, soy tu amigo después de todo.

TaeHyung lo miró fijamente a los ojos, se veían brillantes por el reflejo de las estrellas, sus mejillas algo sonrojadas, sus labios entreabiertos. El peliazul sacudió su cabeza mientras sentía su pulso aumentar, tanto que lo podía sentir detrás de sus orejas.

—No es nada.— respondió TaeHyung y JungKook asintió mirando el cielo nocturno con este. El peliazul estaba constantemente mirando al menor de reojo, aún no podía despegar la mirada de este y eso le ponía los nervios de punta.

En el balcón había solo silencio, JungKook estaba concentrado mirando a la luna y recordando con una sonrisa cuando TaeHyung había dicho que su trasero era redondo. Y TaeHyung recordando cuando se asustó porque pensaba que JungKook se había dislocado el hombro nuevamente cuando saltó desde ahí.

Ambos estaban recordando todo lo que habían pasado juntos, ignorando los tirones del hilo que los unían. JungKook soltó una corta carcajada y TaeHyung mordió su labio inferior nervioso, no estaba preparado.

—¿Sientes algo por San?— preguntó y JungKook se giró a verlo sorprendido, el mayor parecía tenso y el castaño solo bajó la mirada.

—E-eh, yo...

—¡JungKook!— se escuchó desde el piso de abajo y el menor miró por una fracción de segundo a TaeHyung que solo asentía y veía al menor correr escaleras abajo.

TaeHyung bufó molesto, porque aún el malestar en su estómago no se iba y eso le estaba preocupando. Su corazón seguía bombeando como loco y cuando miró nuevamente al cielo nocturno apoyando sus antebrazos sobre el barandal del balcón dijo.

—¿Qué está mal conmigo?— y chasqueó su lengua para luego cerrar sus ojos tratando de tranquilizarse.















¡Hola!

¿Qué le pasa a TaeHyung que anda de curioso? Comente acá sus teorías señora.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, gracias por leerme corazones. <3

Se despide Cami.

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora