capitulo 3

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Hola mis queridos lectores, en este capítulo tendréis un personaje nuevo que se que a muchos/a os gustara ver :) . Espero que lo disfrutes. Un saludo ;)

Dos días permaneció Hermione encerrada en su dormitorio por indicación del médico y obligación de su "padre"

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Dos días permaneció Hermione encerrada en su dormitorio por indicación del médico y obligación de su "padre". Si no hubiera sido por su amiga y su "madre" que no la dejaban sola ni un segundo, se hubiera vuelto loca encerrada entre aquellas cuatro paredes. Echaba de menos hablar con sus amigos, participar en las conversaciones de su grupo de lectura, y pasar horas y horas leyendo. Pero no tenía nada de eso, bueno, lectura si...pero eran los mismos libros cada día y Hermione ya estaba empezando a desesperarse. Aquella nueva vida le parecía demasiado monótona y aburrida.

Cada mañana cuando abría los ojos, inspeccionaba la estancia para ver si había regresado a su vida anterior pero cuando comprobaba que todo seguía igual y ella estaba en el mismo lugar, su desesperanza aumentaba a pasos agigantados.

Al tercer día, Hermione convenció a Sara para que la acompañara a pasear por la mansión. Ella aún no conocía aquel lugar y mientras no saliera al exterior de la casa, no corría ningún peligro. Durante una hora, Sara estuvo enseñándole todas las habitaciones de la casa y Hermione se sorprendió de lo grande que era. Tenían un salón enorme que era más grande que toda su casa, una biblioteca con todos los libros que podían existir en aquella época. Sin embargo, vio un ejemplar que le dio curiosidad "LAS SOMBRAS DEL TIEMPO"

La mansión también contaba con una sala de baile inmensa, varias habitaciones reservadas a diferentes usos, como juegos y música, además de una sala privada para la familia. La segunda y tercera planta estaba ocupada por habitaciones igual de grandes que la suya y cada una de ellas contaba con una jofaina, una palancana de agua y una toalla.

Ni en sus mejores sueños, hubiera imaginado vivir en una mansión como esa.

—Y porque todavía no has visto el exterior. Es impresionante todo el terreno que tenemos. Las caballerizas y los jardines repletos de flores y árboles frutales son preciosos y hay un invernadero decorado con una gran mesa de forja, sillas y una fuente inmensa—informó Sara sentada en un sillón de la sala familiar, mientras veía como Hermione lo observaba todo con curiosidad.

—¡Vamos fuera! Quiero seguir viendo la casa.

Hermione agarró a Sara del brazo y tiró de ella. Pero fue inútil, Sara no iba a permitir que volviera a coger frío ni que tuviera otra recaída en su enfermedad.

—Herm, cuando estés recuperada te cansarás de inspeccionarlo todo, ahora es mejor que no salgas al exterior. Da gracias que el Sr. Tarner ha ido a visitar a los invitados de su primer baile como ­ayudante del ministro Leonard Spencer– Moon, porque si se entera de que te has levantado de la cama, a ti y a mí nos caerá una buena reprimenda.

—Sara, estoy perfectamente y me aburro encerrada aquí. Necesito que me dé el aire —suplicó.

Hermione era una mujer muy activa y necesitaba estar ocupada el máximo tiempo posible. Aunque hubiera cambiado de época, algo que a ella todavía no le quedaba del todo claro, aquella impulsividad que la caracterizaba no iba a desaparecer.

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