Eris había dudado hasta el último de asistir con su señor o no. Sabía que, si delataba a Malfoy, las consecuencias para ella podían ser fatales.
Finalmente, Eris se colocó un vestido oscuro y una capucha negra y rezó a Merlín la protegiera de todo peligro.
Veinte minutos después, llegó junto al lago situado a las afueras de Londres. Estaba cansada por el largo paseo y se sentó en una piedra a esperar a que al Riddle llegara. Cada minuto que pasaba su señor no llegaba, las dudas iban apareciendo en su mente y el pánico se iba adentrando en su interior. Estaba a punto de salir corriendo, cuando la presencia de un hombre en la lejanía la detuvo en seco.
Ya es demasiado tarde, Riddle se acerca y no me dejará ir sin haberle contado todo lo que se.
Eris esperó a que el hombre se aproximara a ella para poder distinguir su rostro en la oscuridad de la noche. El pánico le absorbió por completo. Sus piernas temblaban nerviosas, cada músculo de su cuerpo se tensó bajo su vestido, su respiración se volvió irregular y toda la sangre de su cuerpo se agolpó en su cabeza.
Ante ella tenía Abraxas Malfoy, el hombre al que ella había amado en silencio durante años incluso después de haberse casado con su esposo, hasta que descubrió su gran secreto y al terrible hombre en el que se había convertido, transformando su adoración por él en un odio descomunal.
Malfoy se quitó el sombrero intentando disimular su nerviosismo. Volvía a tener enfrente a Eris. La conocía desde pequeña, su madre había trabajado en casa de sus padres toda la vida y si no fuera por pertenecer a diferentes clases sociales, ellos dos se hubieran criado juntos. Cuando Eris comenzó a trabajar para su padre, Abraxas se fijó en ella como mujer por primera vez. Le encantaba su cuerpo lleno de curvas, sus ojos verdes, su preciosa melena cobriza y su sonrisa. Todo, adoraba cada detalle de aquella mujer. Él siempre había pensado que Eris era la pieza perfecta que faltaba en su vida, el ángel que necesitaba cualquier demonio y el sol que salía cada mañana después de una noche de tormenta. Eris había sido y siempre sería su amor verdadero y la única dueña de su corazón.
Durante años, la había cortejado y en alguna ocasión había llegado a besarla e incluso a declararle su interés. Sin embargo, entre ellos había un gran obstáculo. Él era el heredero de la familia Malfoy más importantes, y ella una simple criada, una bruja sin tituló. Él mismo decidió alejarse de Eris e intentó sacarla de sus pensamientos, pero estaba tan clavada en su corazón que no consiguió lograrlo. Un par de años más tarde, Eris comprendió que nunca tendría una relación plena con el futuro hijo de los Malfoy y decidió casarse con uno que trabajaba en el ministerio.
—¡Vaya, vaya! Volvemos a vernos querida —dijo colocándose a escasos metros de ella—. ¿No vas a saludarme?
La voz ronca de Malfoy hizo que la rigidez se instalara en el cuerpo de Eris y la mujer activó todas sus alertas. Sabía perfectamente que Malfoy no estaba allí por casualidad. Algo tenía entre manos y ella debería estar muy atenta a cada uno de sus movimientos para poder reaccionar a tiempo.
Abraxas, al ver la pasividad de Eris, empezó a girar en torno a ella, intimidándola y recorriendo las sinuosidades de la mujer con su penetrante mirada. El corazón de Malfoy latía con rapidez al sentir la cercanía de la criada, la excitación despertó en su entrepierna y el deseo se apoderó de su cuerpo. Sin embargo, él sabía perfectamente cómo controlar sus nervios y debía parecer una persona implacable. No podía mostrarse frágil ni ante ella ni ante nadie.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? —La mujer se negó a responder—. Si no hubieras desaparecido podríamos haber vuelto a ser amantes. —Malfoy recorrió las yemas de sus dedos por el cuello de la doncella, haciendo que ésta se apartara rápidamente de su contacto— ¿Por qué te retiras? Antes te encantaba besarme —susurró colocándose detrás de ella—, adorabas mis caricias y deseabas que te hiciera mía. ¿No recuerdas como te hacía vibrar entre mis brazos?
ESTÁS LEYENDO
EL RELICARIO MALDITO
FantasySinopsis: Hermione una bruja joven y una gran auror, con una vida aparentemente perfecta y, ¿felizmente casada? Sin embargo, tras un encuentro con una hechicera, la realidad que va a descubrir le destrozará el corazón, porque no todo es lo que pare...