Hasta el fin del mundo.

Capítulo 14

Elizabeth.

—Esta es nuestra habitación —le digo a Ka mientras le ayudo con la maleta pesada.

—Es bastante grande —dice Ka lanzándose en la cama— ¡Al fin cumpliremos nuestro sueño de vivir juntas!

—Claro, la única diferencia es que esta casa ni siquiera es nuestra y nos estamos aprovechando de Becca.

—¡Hey! No nos estamos aprovechando de ella —dice Ka sentándose sobre la cama— Joder ¿Nos estamos aprovechando de ella?

—Un poco —digo intentando que no suene mal— Algún día voy a devolverle todo lo que nos ha dado.

—¿Le pagarás en especie? —pregunta con una ceja elevada, yo le sonrío maliciosamente— Hablando del tema ¿cómo les fue en mi salida romántica?

—¡Fue un fiasco! —digo tirándome en la cama a su lado— Le confesé que estaba enamorada de ella.

—¡Wow! No pierdes el tiempo ¿eh? Eso es un gran avance ¿Qué te respondió? —cierro los ojos recreando la escena en mi cabeza.

—Me dijo que le enseñara cómo enamorarse.

—¡Aw! —dice cubriéndose el rostro.

—¿Aw? ¡No tiene nada de aw! Es terrible.

—Para ser Rebecca es muy lindo. ¡Quiere enamorarse de ti! ¿No lo ves?

—¡Por supuesto que lo veo! ¿No ves que no puedes ir por la vida queriendo enamorarte de la gente? ¡No puedo enseñarle algo así!

—Eli, no es tan malo. Puedes intentar enamorarla.

—¿Es que Rebecca no me ha mirado? ¿Cómo podría no estar enamorada de mí? Soy irresistible, Ka.

—Sí, sí —dice con sarcasmo y me jala para sentarme en la cama— Rebecca no es para nada como los chicos con los que salías, para empezar, no tiene pene, lo que significa que piensa con su cerebro.

—¡Todo sería tan fácil si fuera hombre! Mírate con Santi, él es feliz con videojuegos y tu trasero.

—¡Venga, Eli! Puedes hacerlo, enamoraste a un chico millonario que por cierto no deja de preguntarme por ti, puedes enamorar a Becca.

Miro a mi amiga no muy convencida de lo que me dice, su sonrisa y el brillo de sus ojos me hacen creer que tal vez pueda hacerlo. Enamorar a Becca no es imposible. Puedo hacerlo. Si se preguntan dónde está Becca, se ha ido a visitar al abuelo, porque, aunque no lo acepte, ella lo quiere mucho. Él siempre ha estado ahí para ella, yo sospecho que es él quien está a cargo de ella y quien tiene su custodia, solo que el abuelo es muy reservado. Ka y yo fuimos a despedir a su mamá en la estación de buses, no la vería en un buen tiempo, se había mudado con su hermana que vive en otra ciudad, en cuanto a su padre, nadie sabía su paradero. Un cobarde más.

—Eli, tu hermano ha estado saliendo con alguien —ruedo los ojos al escucharla.

—Me vale.

—Pero parece que es una niña rica —responde Ka mientras abro la puerta de la casa— Santi dijo que los vio en uno de los eventos de su madre. ¿No se te hace extraño?

—Ka —volteo a verla con toda la paciencia que tengo— Me importa más el mocoso de Zeus que lo que haga Adrian.

—Como digas —responde alzando las manos al aire.

Al adentrarnos en la casa, Becca estaba sentada sobre el sofá leyendo un libro, Ka la saluda y se va directamente a la cocina a preparar la cena, ella ama cocinar. Me siento al lado de Becca para llamar su atención y dejo un sonoro beso en su mejilla.