Rebecca.
Beth se ve diferente a hace 3 años, ahora usaba un piercing septum en su nariz, su cabello estaba un poco más abajo de sus hombros y era de color negro oscuro, casi parece ser otra persona, es irónico que aún mi pulso se acelere al verla a pesar de que luce tan distinta. Beth me quita la mirada y mira por su ventana
—Podemos dormir todos juntos en nuestro primer día, como en los viejos tiempos —dice Amy.
—Dios mío —susurra por lo bajo Ka— Lo mejor será que se vayan.
—No dijiste que Ka era tan amargada —se queja Amy.
—Debí olvidarlo —dije dejando de ver la silueta de Beth.
—Gatita, nunca olvidas nada.
—Sí. Largo —dice Ka, el apodo que me ha dado Amy no le ha sentado de maravilla.
—Nos vemos mañana.
—Sí, mañana va a ser mejor —expresa Santi saliendo de la habitación.
Beth se acuesta sobre su almohada y sigue viendo por la ventana. Quiero abrazarla y no dejarla nunca más.
—Dale tiempo —me dice Zeus para después besar su mejilla— Digamos que no la ha pasado de maravilla.
Amy me da un fuerte abrazo antes de salir, solo quedamos Beth, Karla y yo. Karla me hace señas de que nos dará un tiempo a solas. Quedamos ella y yo.
—¿Puedes apagar la luz? —son las primeras palabras que me dirige.
Y son suficiente para hacerme feliz, su voz sigue siendo cálida.
—Sí, como desees —el interruptor está a mi lado y lo apago.
¿Por qué eres tan cobarde? ¿Qué estás esperando? ¿Que te reciba con un beso y un abrazo después de lo que pasó?
Enciendo la luz de nuevo, Beth permanece con los ojos cerrados.
—Me da mucho gusto verte —digo dando un paso hacia adelante. Me quedo sin palabras cuando ella no me responde, en su lugar se levanta de la cama, pasa por mi lado sin siquiera mirarme, apaga la luz y vuelve a su cama. Como extrañaba ese olor— Hablaremos mañana, claro —digo sonriente.
Me acuesto en mi cama de lado, observando a Beth, no sé cómo arreglar esto y es lo que más quiero en esta vida. Necesito arreglarlo. Que impotente me siento. No he hablado con ella por mucho tiempo, no sé más de lo que Karla me ha compartido, sé que es una alumna ejemplar, que no he pagado un peso por sus estudios y estoy orgullosa de ella, de lo que se ha convertido.
A pesar de todo, sé que hay algo que no funciona en su vida, algo en su mirada es diferente, está herida y me duele aceptar que es por mi culpa. Espero que no sea demasiado tarde para arreglarlo.
Me levanto con energía, me hace feliz saber que voy a verla, para mi mala suerte su cama está vacía, la puerta del baño está abierta, lo que indica que ya se fue. ¿No le hace feliz verme? Ha pasado mucho tiempo, debí haberla llamado más veces.
Quedo con Zeus para recorrer el campus, hemos estado en contacto desde que me fui, Beth tenía algo de razón, las videollamadas pasaron a segundo plano con el tiempo, al final eran cada mes, pero igual el cariño seguía presente.
—Tanto tiempo —Zeus me da un abrazo que me levanta del suelo— Te extrañé, Becky.
—Déjame respirar —le pido.
—Sé que me extrañaste —dice dejándome sobre el suelo— El campus es bastante grande, ya te acostumbrarás ¿Pasamos por Amy?
—No. No quiero lidiar con ella.
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Hasta el fin del mundo.
RandomLa vida de Elizabeth está a punto de cambiar para siempre, ha vivido su corta vida huyendo de los demonios que persiguen a su familia, falta de dinero, adicciones, violencia y enfermedades. Elizabeth Monserrat termina viviendo junto a la chica más e...