Capítulo 16

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Elizabeth

—Eli —Ka me mira con esa cara que dice "sabes que estás cagando todo". Ka no es exactamente el tipo de persona que se mete en todo y quiere saberlo todo, así que para que haya acudido a mí, debo estar siendo muy obvia— Llevas dos semanas con tus escapadas secretas. No sé cómo decirte esto, pero...

—Solo dilo, Ka —la animo. Ella mira hacia la puerta de la habitación para asegurarse que está cerrada y susurra.

—¿Le estás siendo infiel a Rebe?

—¡¿Qué?! —mi amiga se muestra aliviada ante mi reacción— ¡¿Cómo se te puede ocurrir algo así?!

—¡Tus salidas raras en las noches! Pensé que veías a alguien en la noche porque técnicamente no son nada oficial y ella sigue siendo virgen tú tienes tus necesi...

—¡Vale sí, pero no! —le digo poniéndome de pie— He estado viendo a Edward —le confieso en voz baja.

—¡¿No que no?! —me reclama enfadada— ¿Cómo puedes ser tan imbécil?

Le tapo la boca para que no interrumpa lo que sea que esté haciendo Becca.

—Cálmate ¿no? —digo dejándola libre.

—¡Explícate!

—¿Ahora a la que le tengo que rendir cuentas es a ti? —pregunto bromeando.

—¡Mierda, Eli! —Ka comienza a caminar de un lado a otro por la habitación— Rebecca es tan... No puedes hacer como si ella fuera cualquier otro chico.

—¿Dejó de ser Becca la rara cuando te dejó quedarte en su casa? —me defiendo, me ofende que crea que pienso que Rebecca es igual que los chicos con los que he salido— Un poco conveniente ¿no crees?

Karla deja de caminar y se gira para mirarme.

—Eli, deja de compararte como una niña inmadura —dice con seriedad— No tienes que tratar de herirme cuando intento hacerte entrar en razón. ¿Por qué en vez de buscar algo para defenderte no intentas escuchar lo que te estoy diciendo?

—Lo siento —respondo sonrojada. Ka tiene razón.

—Linda, sé que la quieres mucho, pero estás siendo una idiota. Ella se da cuenta de que le ocultas algo. No te lo digo porque estoy viviendo en su casa —se acerca a tomarme el rostro entre sus manos— Te lo digo porque no quiero verte sufrir si esto sale mal, no voy a dejar que lo eches todo a perder por tus pendejadas, Eli.

—Eres la mejor amiga que podría haber pedido —me lanzo a abrazarla.

—Lo sé —responde a mi abrazo— Sea lo que sea que ocultes, confía en ella.

—Vale, iré a decirle todo —digo con seguridad.

—¡Tú puedes! —me anima dando una palmada en el trasero.

¿Qué tan difícil puede ser decirle la verdad? Bueno, mucho más difícil de lo que pensaba. Entro a su cuarto, ella está haciendo algo en su computador, me mira de reojo y una linda sonrisa se dibuja en sus labios. Me encanta que, incluso estando tan sumergida en su trabajo, verme le provoca una leve sonrisa.

¿Y si se enoja y termina todo?
¿Y si no me quiere volver a ver en su vida?

¿Estoy exagerando? ¿Por qué es tan difícil?

—¿Por qué estás tan callada, Elizabeth? —pregunta en un tono medio divertido.

Porque no quiero que me termines...

—Quería hablar contigo de algo —comienzo tomando asiento sobre su cama, Becca se gira con una sonrisa de oreja a oreja.

—Yo también quería hablarte de algo —dice con entusiasmo.

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora