Capítulo 37

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Elizabeth.

—¿Adónde vas? —le pregunto a Becca.

—Iré a visitar al señor Daniel y luego Mario.

—¡Oh! Mándales mis saludos.

—¿Visitabas a Mario? —Ka se ve sorprendida.

—Sí —digo riendo— Pensar que lo considerabas un loquero y mírate ahora.

—Debo irme —dice Becca de prisa. Se acerca y deja un suave beso sobre mi mejilla.

—Oye, revisa que el abuelo se esté tomando su medicina —Becca vuelve hasta mí y posa sus labios sobre mi frente— ¿Y eso por qué?

—Gracias por cuidar al abuelo —su sonrisa se hace gigante.

—¿Cómo te enteraste que era tu abuelo?

—¿Qué? —pregunta con el ceño fruncido.

—¿Qué de qué? —vuelvo mi atención a los documentos. ¿La cagué? ¿No sabía?

—¿Tú ya sabías? —me toma del mentón y me hace mirarla.

—¿De qué hablamos exactamente? —pregunto idiotizada por el cielo de sus ojos.

—De que el Señor Daniel era el padre adoptivo de mi padre.

—No —Becca levanta una ceja— Es decir, sí. Sabía que era tu abuelo, no sabía que había adoptado a tu padre, aunque lo pensé por un momento porque no tienes los ojos rasgados.

—¿Hace cuánto? —pregunta.

Ay este no es momento de sacar los trapos al sol.

—No es como si llevara la cuenta —respondo nerviosa.

—Ok, me gustaría que compartieras conmigo ese tipo de información —responde dejando otro beso sobre mi mejilla y se va.

Bueno, eso ha sido muy diplomático y cariñoso, no esperaba esa reacción. Becca está siendo muy cariñosa últimamente, y no me molesta en lo absoluto.

—¿Me cubres hoy en el trabajo? —pregunta Ka.

Ganas de cubrir a Ka: 0%
Responsabilidad de cubrir a Ka por las infinitas veces que me ha cubierto: 1000%.

—Vale —acepto— ¿Qué tienes que hacer?

—Necesito terminar este libro —dice sin más— Vas a llegar tarde si sigues ahí.

—Nicisiti tirminir isti libri —la imito con voz fastidiosa.

—No te escuché.

—Nada, nada —digo tomando mis cosas para pasar el resto de la tarde/noche en el puesto.

No puedo quejarme, la he hecho cubrirme por idioteces. Llego al puesto, Zeus está de turno y Gia está sentada sobre el mostrador.

—No sabía que estabas a la venta —le digo a Gia riendo.

—Te pones pesada cada vez que ves a Zeus ¿segura de que no te gusta? —finjo estar vomitando y Zeus hace cara de asco.

—Liza me tiene envidia —comenta Zeus— Todo porque me besé con Becky.

—¿¡Besaste a Rebe?! —pregunta Gia impresionada.

—Y a ella no le gustó —complemento entrando al puesto.

—Por eso fue que lo repitió —dice campante.

Recuerdo cuando lo beso justo después de besarme a mí. ¡Qué desagradable!

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora