Capítulo 31

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3 años después.

Elizabeth.

Llego dos minutos tarde a la clase del señor Fred, todo está como de costumbre, sin control. Por eso me apunté en la electiva llamada "Grecia", había estado tomando casi todas las electivas dictadas por Fred desde el primer semestre, me agrada ese tipo.

—¿Adónde cree que va, señorita Monserrat? —me llama Fred al verme entrar al salón— El primer día de mi clase y usted ya está llegando tarde.

—Tuve que arreglar un asunto antes de llegar.

—Es la primera clase del día —me responde cruzando sus brazos.

—Los asuntos eran con mis sábanas —le aclaro sacándole una sonrisa— No volverá a pasar —le digo— Además el papel de profesor estricto no te queda.

—¿Alguna vez vas a dejar de tomar mis clases? —pregunta tomando asiento en su escritorio.

—Me lastima —le digo poniendo mi mano sobre mi pecho— Hablando de eso ¿tienes la vacante de asistente libre?

—Sí, y no serás tú —me avisa.

—¿Por qué no? —le pregunto— El semestre pasado hice un gran trabajo.

—Porque vas a bajar tu promedio si sigues trabajando tanto... ¿Tienes problemas de dinero?

—No —le digo enseguida— Es solo que estoy ahorrando.

—Entiendo ¿me vas a dejar dictar mi clase? —pregunta señalando detrás de mí.

Volteo a ver al salón, está en silencio esperando a que deje libre a Fred.

—Estaré esperando el contrato —le digo a Fred para después tomar asiento, hay un solo asiento disponible al frente, el resto está atrás, me siento adelante como la buena estudiante que intento ser.

El señor Fred empieza presentándose como es costumbre en las primeras clases, después habla sobre la metodología de evaluación y los contenidos del curso. Recibo un mensaje de un grupo.

Las chicas super poderosas.

Zeus: TENEMOS que vernos.

Karla: ¿Por qué? ¿Qué pasa?

Yo: ¿Por qué siempre tienes que ser tan misterioso, Zeus?

Zeus: ¿Se van a escapar de clase?

Karla: Sí, por favor. La clase de neuropsicología me está matando.

Yo: Joder, qué mala influencia son hasta en el primer día ¿eh? Que yo estoy muy bien acá en mi clase, nos vemos en el almuerzo.

—Señorita Monserrat ¿algo que quiera compartir con la clase? —Fred me quita el celular y lee en voz alta— Las chicas super poderosas.

Algunos de mis nuevos compañeros se ríen. Yo le sonrío a Fred.

—Es un grupo familiar —digo fuerte— Tengo que hacerme caso de mis dos niñas.

Las risas cesan y Fred sigue leyendo la conversación sin descaro. Me he ganado la compasión de todos, tal vez pueda hacer que alguno de ellos haga mis trabajos... Ok, no lo haré, no lo haré, soy una Elizabeth renovada.

Fred me devuelve el celular y prosigue con su clase de Grecia. Lo mejor será que me concentre en lo que queda de la clase.

Zeus, Ka y yo tenemos un grupo llamado chicas super poderosas, me atribuyo el logro del espléndido nombre, la historia es la siguiente... no, la verdad no tengo idea de cómo sucedió exactamente. Ka y yo estábamos en nuestro dormitorio (nuestra compañera Mariana estaba fuera de la ciudad como cosa rara) y de pronto entró Zeus con su nariz a decirnos que había ingresado a la Universidad. Yo quedé muy sorprendida, hace 3 años él estudiaba con nosotros pero nunca presentó el examen, y desde hace un años y medio estaba estudiando ingeniería mecánica, no quise saber muchos detalles de cómo cojones había entrado o de quién pagaba su carrera. No iba a revivir su recuerdo. Volviendo al tema, estudiar en la misma universidad no era razón suficiente para que nos volviéramos amigos, pero dada la casualidad de que los 3 terminamos trabajando en las 4 esquinas, y no, no es un burdel, es un puesto de comidas rápidas (con un pésimo nombre). En fin, la relación con Zeus fue inevitable.

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora