Capítulo 42

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Elizabeth

—Son solo 3 días —siento a Becca abrazarme por la espalda— ¿Segura que necesitas todo eso?

La miro con indignación y ella eleva las cejas, miro las 3 maletas que he empacado y puede ser que sí esté exagerando un poco.

—Tenemos que ser precavidos —digo terminando de cerrar las maletas.

—Así es, nunca se sabe cuándo necesitaremos las 4 cajas de maquillaje que empacaste — añade Zeus.

—O las 10 pesas que tú empacaste —ataco.

—¿Me estás espiando, Liza?

—Ya quisieras.

—Tenemos que irnos —dice Becca tomando su maleta.

—Sobre eso, Amy dice que no quiere ir —habla Zeus.

—Gracias a Dios —digo llevando las manos al cielo.

—Mmm ok —dice Becca

—Amy es agradable —la defiende Zeus.

Becca me ayuda con una de mis maletas, no va a hacer nada al respecto.

—Gracias, amor.

Becca me sonríe y se va de la habitación, está rara por esa tal Amy. No las he visto juntas en lo que lleva del semestre, no tengo muy claro qué pasó entre ellas, solo que Rebecca sigue siendo algo terca en cuanto a expresarse.

Tomo las otras dos maletas con dificultad, Zeus está recostado en la pared viéndome disgustado.

—Dile a Amy, que si quiere venir que venga, que yo no muerdo.

—No soy tu mensajero —dice saliendo de la habitación— Dile tú —grita.

¿Que invite a la mujer que se acostó con MI novia? Ni que fuera idiota.

En definitiva, soy la mejor novia del mundo.

—...entonces ¿sí vienes? —le pregunto a Amy por teléfono.

—Tengo que hacer las maletas —me dice emocionada.

Escucho unos timbres en mi celular, es otra llamada de Santi.

—No te preocupes, tengo suficiente ropa para ambas, solo empaca ropa interior y traje de baño. Nos vemos en el estacionamiento ¿vale?

—¡Sí! Dale —se escucha emocionada.

—Nos vemos —cuelgo la llamada y le respondo a Santi— Hola, cariño.

—¿Será que en algún momento vas a dejar de hacerme esperar, cariño?

—Te estoy ayudando a mejorar tu paciencia —digo caminando hacia el parqueadero— Voy en camino.

El último mes ha sido fabulosos para mí. Había empezado un nuevo proceso con Mario en el que estábamos sanando las heridas de mi pasado, me hacía sentir mejor tener ese desarrollo personal. Tenía a mi lado a mis amigos, Santi y yo volvimos a ser unidos, Ka me daba charlas motivadoras cada par de días, Gia se había convertido en una persona cercana a nosotros, Zeus seguía siendo el mismo molesto de siempre y las cosas con Becca iban de maravilla, le conté sobre mi pasado, aunque ella ya lo sabía. Ocultarle un secreto a Becca era como misión imposible, ella siempre estaba prestando atención a los detalles, supongo que tiene algo que ver con la manera en la que creció.

Llego al estacionamiento, a lo lejos distingo un chico alto y delgado que no estaba en los planes, lo reconozco en seguida, sigo mi camino hasta llegar frente a la camioneta de Santi. Me acomodo al lado de Becca y rodeo su cintura con mis manos. Ella me ayuda con una de las maletas.

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora