Capítulo 27

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Elizabeth.

—Hola —me responde la llamada.

—¡Hey! ¿Lista para hoy? —dejo la llamada en altavoz mientras rebusco dinero en mi ropa sucia, cualquier moneda suma, escucho su breve risa.

—Estás muy excitada.

—Uh —digo con doble sentido, Becca se ríe— Es la primera navidad que pasaré con la gente que quiero así que sí. ¡Para eso es la navidad! Para pasarla con nuestros seres queridos, perdonar a los que nos hicieron mal y vivir en sincronía con amor y paz.

—Tienes razón. Por cierto, tu hermano me ha preguntado si puede venir a pasar el rato —me dice—¿estás de acuerdo?

Joder, en qué situación me ha puesto. Desde que llegó Natalia a su vida, para Becca se volvió importante mantener una buena relación con su hermana y sé que quiere que yo haga lo mismo con Adrian, aunque nunca me lo haya expresado en voz alta. Becca es la mujer que puso en riesgo su integridad física para ayudar a alguien con quien nunca había hablado y lo hizo por mí. Adrian no se merece nada, que haya intentado acercarse a mí de forma implícita, no le da mérito, no merece mi perdón.

—En realidad no —respondo de manera incoherente a mi discurso anterior.

—Está bien —creo que alcanzo a notar un poco de desilusión— Iré a comprar lo de la cena ¿estás segura que me enviaste todos los ingredientes?

—¡Por supuesto que sí! ¿Con quién crees que hablas?

—Mmm —cada vez que Becca dice "mmm" es porque está incómoda— Con la chica que olvida su maleta para ir a la escuela —...además usa sarcasmo.

—¡Oye! Solo fue una vez —me defiendo.

—¿Ya estás lista? —me pregunta Ka. Le hago señas de que me dé un minuto. No puedo dejar a Becca de mal humor en plena navidad.

—Ok, nos vemos a las 7.

—Estoy ansiosa por verte —le digo con una sonrisa con la esperanza de subirle el ánimo— Y voy a llevar a un invitado especial.

—¿Elian?

—¡No! —digo en seguida— Créeme te va a gustar.

—Ok, debo irme —contesta un poco cortante.

—Becca —le digo divertida.

—¿Mm? —ahí va de nuevo.

—Está bien, voy a intentarlo ¿sí? Puedes aceptar al idiota de Adrian.

—¡Bien! —no se molesta en disimular su emoción— Nos vemos en unas horas.

—Vale, te quiero.

—Adiós —cuelga la llamada.

—Vaya, me dolió incluso a mí —Ka irrumpe en la habitación— ¿Alguna vez te ha dicho que te quiere?

—¿Con palabras o con hechos? —pregunto mientras termino de acomodar mi cabello.

—Touché.

—Becca no es muy buena con las palabras y lo entiendo.

—... Pero en el fondo quieres que lo diga —complementa Ka.

—Sí —admito volteando a ver a mi amiga— No importa, hoy será la mejor navidad del mundo. Ten—le pongo un gorrito rojo de navidad y me pongo uno igual.

—Sí —responde no muy convencida.

Ka está triste porque es su primera navidad lejos de su madre y la entiendo, su relación era muy buena y se había ido deteriorando un poco desde que ella se mudó junto a su hermana a otra ciudad, la distancia apesta y arruina las relaicones... lo más triste era que la historia se estaba repitiendo con Santiago.

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora