Capítulo 6

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Elizabeth.

—¡Está de bomba, María! —le digo volviendo a abrazarla— ¡Muchísimas gracias!

—No es nada, cachorrita. Es mi forma de agradecerte los nuevos clientes que tu belleza ha traído. Y ya que tienes 18...

—No empieces —digo riendo, volteo a ver a otro lado, encontrando a la chica de ojos celestes que causan mariposas en mi estómago. ¿Por qué estoy tan feliz de verla?— Hablamos luego.

Me acerco a Becca a paso ligero, ella se para cuando estoy por llegar y me extiende una caja con caricaturas de Bob Esponja. Extiendo mis brazos para que me abrace y ella rueda los ojos.

—Es mi cumpleaños —miento, en realidad fue hace 3 días pero no tiene porqué saberlo— ¡Vamos, Becca!

A regañadientes se acerca a mí, sus brazos rodean mi cintura y yo la abrazo por los hombros. Cierro los ojos disfrutando nuestro primer abrazo. Rebecca se siente tan bien, su olor que ya echaba de menos.

—Te compré algo.

—Ajá —digo sin separarme. Me niego a dejarla.

—¿Vas a verlo? —estiro mi mano hasta tocar su mejilla— ¡Oye!

—¿Ves mi mano? —digo tapando sus ojos.

—Elizabeth —tanto tiempo sin escucharla nombrarme.

—Bueno, pon el regalo ahí. No te voy a soltar —siento que pone algo sobre mi mano y vuelvo a rodear su cintura, observo la caja de Bob Esponja ¡Es tan linda!— ¡Qué buen gusto tienes!

Abro la caja y no puedo creer lo que veo. Me separo de ella sacando el collar de la caja.

—¿De dónde lo sacaste? —examino el collar de arriba a abajo— ¿Cómo lo conseguiste?

Becca me mira con los ojos abiertos algo asustada por mi reacción.

—Lo compré —Imposible ¿Cómo iba a comprar ella el collar que le había pedido a Adrian en la mañana y que él se había negado?—¿No te gusta?

—¡Sí! —le aclaro en seguida y vuelvo a abrazarla. Joder. Adrian no puede tener ninguna relación ccon Becca— Solo que es hermoso. ¡Me encanta! ¿Me lo pones?

—No es complicado hacerlo —dice insinuando que me lo ponga yo, le hago pucheros y ella rueda los ojos tomando el collar— Eres muy mimada.

—Solo contigo —digo sonriendo— Muchas gracias por el regalo.

—De nada.

Celeste se queda de pie mirándome se ve bastante incómoda.

—¿Quieres salir de aquí?

—¿Qué? —pregunta confundida.

—Vamos —la tomo de la mano llevándola a la salida.

—Espera ¿Qué haces?

—Escapar del ruido fastidioso, de la multitud desgarradora, del alcohol asesino y el desorden perturbador.

—¿Por qué? —volteo a verla y pego mi frente a la suya sonriendo

—Cuido que no tengas pesadillas.

—Eli —escucho a Kar llamarme.

—Vamos —tomo su mano y corro en dirección contraria a la de Ka.

—¡Eli! —vuelve a gritar.

Nos escurrimos entre la gente ante la mirada de todos, Ka y Santi nos siguen sin entender, incluso llegué a ver a Edward con el rostro rojo, no pude evitar reír una vez que estábamos afuera seguíamos corriendo aunque nadie nos persiguiera. Tenía a Becca de mi mano sonriendo, y es el mejor regalo que he podido pedir de cumpleaños. Nos adentramos en el bosque riendo sin saber la razón, me detengo al encontrar un pequeño lago.

Hasta el fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora