MÍA.
No había visto a Justin desde la noche que se quedó conmigo, aunque desperté sola por la mañana y con una nota a mi lado.
"No es el tipo de nota que te imaginaste anoche. Solo quiero decirte que me fui antes del amanecer, no sería bueno que tu papá me encontrara aquí, pero me encantó verte dormir. Te llamo luego, te quiero"
Leer o escuchar sus "te quiero" me hacían sonreír instantáneamente. Quería verme enojada en casa, sobre todo ante los ojos de mi papá, pero al leer los mensajes de texto de Justin en medio de la cena no podía evitar sonreír, luego cuando notaba que mi papá estaba mirándome mi expresión volvía a ser seria. Lo cierto es, que habíamos comenzado a llevarnos mejor, mis visitas al psicólogo si habían mejorado mi actitud frente a mi papá, pero ahora todo se rompió, todo volvió a ser como era cuando acababa de llegar a vivir con él, no nos hablamos para nada y vuelvo a sentir rencor en su contra cada vez que lo miro, mi rabia contra él se multiplicó, ahora no solo pienso en mi mamá cuando lo veo, no solo no supo hacer feliz a mi mamá, sino que tampoco quiere que yo sea feliz, no acepta mis decisiones, no acepta que Justin es mi felicidad ahora.
**
Llegué al instituto algo temprano, habían pocas personas en la sala de clases, pero la gran mayoría de ellos fijó su mirada en mí en cuanto entré, no les di importancia y caminé a mi lugar al final de la sala mientras escribía un texto para Justin.
"¿Vienes a clase hoy?"
Terminé de escribir a la vez que llegué a mi lugar, sobre mi mesa había un montón de hojas unidas, "Diario Escolar" decía en su portada y mirándolo bien si parecía un diario. Las miradas de muchas personas en la sala seguían sobre mí, lo que me hizo pensar que había algo en ese diario que debía leer, por eso estaba sobre mi mesa, no por casualidad y lo peor de todo era que la curiosidad ya me estaba matando y fuera lo que fuera, debía leerlo ahora. Ojeé las hojas lentamente intentando verme tranquila, pero cuando llegué a una página en específica entendí porqué todos me miraban.
"Artículo recibido por un estudiante: Justin Bieber y su loca obsesión por la chica nueva" – Leí unas cuantas veces ese enunciado antes de atreverme a leer el resto de ese artículo...
"Justin Bieber, nuestro querido galán número 1 del instituto, se encuentra locamente obsesionado con la chica que no le sonreía a nadie hace solo algunos meses, hablamos de Mía Smulders. Como ya todos sabemos, Justin ha tenido en su cama a cuanta chica ha querido, hasta puede darse el lujo de no repetir a ninguna de ellas, exceptuando a una chica: Kate Sotomayor, quien ha tenido la dicha de poder mantener una extrañaba "relación" con este galán. Pero; actualmente él se encuentra interesado en Mía, todos hemos visto como a lo largo del semestre no la ha dejado en paz y no es que esté enamorado ni nada de eso, la explicación es simple: ésta chica es la lámina difícil de conseguir en el álbum, en simples palabras, es la única chica a la que le ha costado llevársela a la cama, por lo que debemos entender que Justin no la dejará en paz hasta lograrlo, ese es nuestro galán, ese es el chico irresistible del instituto. Kate, por su parte, nos asegura que ella sigue manteniendo encuentros con Justin y que no ve a Mía como un impedimento para ello. ¿Qué pensará Mía de toda esa extraña relación entre Justin y Kate?, ¿Qué pasará luego de que Justin cumpla su objetivo?, ¿Qué pasará por la mente de Mía en cuanto a Justin?. Son preguntas que solo ellos podrían respondernos. – Artículo anónimo".
Terminé de leer y sentí mis mejillas arder, sabía que algunas personas seguían mirándome y no quería levantar mi mirada, no sabía qué hacer y me arrepentía de haber leído eso, pero ya estaba hecho. Escuché su voz y levanté la mirada, Justin estaba entrando a la sala con Ryan, ambos hablaban y reían, él no tardó en llegar hasta mi lado y no sé cual era exactamente la expresión de mi rostro, pero supongo que no debe haber sido buena, porque en un principio me miró sonriente pero su sonrisa se esfumó en segundos.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Tormento © #1
Fiksi RemajaMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...