Capítulo 77

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Cerré mi maleta y me senté en mi cama con una foto en mis manos, la observé por largos minutos, Justin sonreía mostrando los dientes y yo pasaba mi lengua por su mejilla. Suspiré por milésima vez al mirarla y luego miré mi anillo nuevamente como casa día.

-Reparaste mi corazón para volver a romperlo Justin Bieber -dije para mi misma en un susurro.

Dejé la foto en su lugar; mi cajón. Salí de mi habitación con mi maleta, no me permití llevar ninguna foto de Justin a mi viaje, solo de mi mamá y Tomás. Tardé tanto tiempo en tomar esta decisión y ahora ni siquiera sé si es la correcta, pero ya no puedo seguir en mi habitación desperdiciando mi vida, quizá ahora es una mierda todo para mí, pero luego de perder a mi mamá pensé que estaba perdida y que jamás volvería a sentirme feliz de verdad, no fue así, él supo ayudarme a sanar y si pude salir adelante una vez lo haré de nuevo, pero esta vez sola.

Dylan, Miley, Any, Javiera, Angela, Tomás y mi papá me despidieron en el aeropuerto.

-Mía, eres una jovencita tan fuerte, no te dejes destruir por nada -me dijo Angela mientras me abrazaba, eso fue extraño pero por primera vez me permití abrazarla de verdad-. Éxito en la nueva etapa de tu vida, no olvides que si algo sale mal siempre puedes regresar a casa y comenzar de cero.

-Gracias por todo -le respondí sinceramente.

No quería llorar nuevamente, me lo prohibí, así que le di un abrazo rápido a cada uno de mis amigos y luego a mi papá, pero cuando llegué a Tomás fue imposible no llorar al verlo llorar a él.

-Te voy a extrañar -me dijo entre lágrimas.

-También yo, pero te llamaré todos los días y hablaremos por skype, para las vacaciones debes ir a verme, Liss estará feliz de que pases una temporada con nosotras.

-Me esperarías en el aeropuerto con un cartel que diga "El mejor hermano" como en las películas? -preguntó y asentí riendo.

Ahora era el momento de dejar los dolores atrás, porque en la vida hay que proponerse sanar, si tú no te lo propones nadie lo va a proponer por ti.

Tomé el vuelo camino a Australia, Liss llegaría allá una hora antes que yo y me esperaría, ella me convenció de hacer este viaje y ahora me parece que fue lo correcto. Vamos a estudiar y creo que finalmente nos decidimos por la misma carrera, fue casualidad y no deja de ser magnífico el pensar en estudiar juntas. Pero durante el viaje en avión no pude dejar de pensar en él, ya ha pasado 1 año y medio desde que no lo veo, cada día ha sido muy difícil pero no imposible. "De amor nadie se muere, no soy ni la primera ni la última persona con el corazón roto" - me he repetido a mi misma cada día para poder levantarme y seguir con mi vida. El anillo seguirá en mi dedo porque así lo decidí, quiero mirarlo cada día y que el día que me lo quite sea el día que pueda decir "ya no lo amo".

Liss estaba en el aeropuerto, el reencuentro con mi gran amiga fue tan emotivo como me temí que sería, pero las lágrimas debíamos dejarlas a un lado porque si estábamos reunidas en un país tan alejado del nuestro era solo para comenzar desde cero nuestras vidas y olvidar el pasado.

-Tengo que decirte algo -me dijo mi amiga con una sonrisa traviesa-. Tenemos que esperar a alguien que viene en el vuelo que llega en media hora más.

-¿A quién? -fruncí las cejas confundida.

-Alex, viene a pasar unas semanas aquí, ¿no te molesta?

-Claro que no -sonreí-. Me alegra que no hayan terminado por esto.

-No habían pasajes en mi vuelo, por eso viene en el siguiente. Tiene planes de terminar su carrera en Chicago y luego trasladarse acá.

-¿Entonces tus planes de vivir aquí son en serio? -pregunté.

Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora