Me duché rápidamente y me di vueltas por la habitación pensando que demonios hacer para acabar con todo este problema de una vez por todas. La hora pasaba tan lentamente que me estaba desesperando más de la cuenta.
-Compré pasajes -dijo Ryan entrando a mi habitación-. Nos vamos ésta noche a Miami.
-¿Por qué demonios hiciste eso? Aún no hablo con Mía, ¡aún no sé que mierda haremos! -grité.
-Nos vamos Justin, es lo mejor ahora, me iré si o si esta noche y no te dejaré solo, te irás conmigo quieras o no, Mía lo entenderá -me dijo seguro.
Miré la hora cuando vi a Ryan ordenando su maleta, 11:00 am. Debería ir a casa de Mía y hablar con ella, pero existe la posibilidad de que si la policía sospecha algo de nosotros y me ven visitando a Mía la van a vincular con todo eso. Definitivamente solo tendré que decirle todo por teléfono. Miré la hora nuevamente y marqué su número, ella desvió la llamada y miré la pantalla confundido al mismo tiempo el timbre del departamento sonó. "Que no sea ella, por favor" -pensé cuando caminé a abrir la puerta, pero mierda, si era ella.
-Sorpresa -sonrió un poco y se acercó a besarme-. Vi tu mensaje de texto y me preocupé.
-Mía -dije casi en un susurro cuando la vi sentarse en el sofá de la sala.
-¿Qué sucede? ¿Qué tenemos que hablar? -me miró con atención.
-Mierda Mía, ¿por qué viniste sin avisar? -suspiré frustrado y ella frunció las cejas.
-¿No puedo venir?
-No hoy, no ahora -la miré con temor.
-¿Qué pasa? -volvió a preguntar preocupada.
-Mi maleta está lista -dijo Ryan llegando a la sala y se quedó en silencio en cuanto vio a Mía.
-¿Maleta? ¿A dónde vas? -le preguntó Mía.
-Los dejo hablar a solas -Ryan retrocedió a su habitación y la mirada curiosa de Mía volvió a estar en mí.
-¿Qué diablos pasa Justin?
-Nos vamos esta noche a Miami -dije como expulsándolo de mi boca con rapidez.
- ¿Te vas? ¿Por qué? -sus ojos se cristalizaron y toqué sus manos intentando tranquilizarla.
-Cariño, te mentí -confesé-, pero lo hice por tu bien -ella me miró en silencio sin comprender nada-. Hice las entregas de Derek, fue un error, ahora él está detenido y lo más probable es que vengan tras nosotros -dije por fin y ella me abrazó en cuanto terminé de hablar.
-No puede ser, no puedes irte, no pueden detenerte, no puedo soportar perderte a ti ahora -dijo mientras lloraba desconsoladamente y eso me partía el corazón.
-No me perderás, no me iré por mucho tiempo, es solo para que la policía deje de pensar que podemos tener algo que ver con lo de Derek, voy a regresar en cuanto todo se calme mi amor, te juro que regresaré por ti.
-¿Por qué demonios la vida es tan injusta Justin? -me hablaba sin dejar de abrazarme y llorar-. ¿Por qué la vida me quita a las personas que quiero? No puedo soportar perderte, si algo te pasa no sé que haré Justin, no quiero perderte.
-No vas a perderme dulzura, por favor tranquila, no llores -me alejé un poco para mirarla y secar sus lágrimas-. Estoy contigo, estoy aquí por ti, estaré de regreso en cuanto pueda y será por ti, te amo Mía y no te dejaré sola, solo ten paciencia por favor, te prometo que luego de esto ningún otro problema nos va a invadir.
-Me quiero ir contigo -dijo mirándome a los ojos y negué con la cabeza.
-No te voy a meter en mis problemas, me iré esta noche y me comunicaré contigo cada día para que sepas que estoy bien -besé su frente.
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Dulce Tormento © #1
Novela JuvenilMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...