Capítulo 70

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JUSTIN

Conduje en la dirección que me dijo Mía, ella ya había visitado el departamento de Ambar en otra ocación, yo no, pero no me costó llegar, era relativamente cerca y luego de 20 o 30 minutos estuvimos ahí. Estaba tan nervioso que hasta juraría que quería vomitar, pero Mía a mi lado apretando mi mano me tranquilizaba un poco. Ella ya me dijo mil veces que me acepta con o sin hijo, pero se siente horrible pensar que puedo tener un hijo de una mujer que no es a la que amo, sé que Mía tiene razón y el bebé no tiene la culpa pero es difícil asumir esto de un día para otro.

Subimos hasta el departamento de Ambar, Mía estaba tranquila y ella tocó el timbre. Ambar abrió la puerta segundos después con el bebé en sus brazos y Mía luego de saludarla a ella le pidió al bebé para cargarlo, estaba tan tranquila y sonriente que ni siquiera se notaba la verdadera razón por la que estábamos ahí.

-¿Ha seguido mejor de sus cólicos? -preguntó Mía y estoy seguro que mi expresión era de: ¡¿Qué mierda?!

-Sí, las gotitas que me dijiste han servido bastante -respondió Ambar.

-Por suerte recordaba el nombre, mi mamá se las daba a mi hermano pequeño.

-Siéntense, tengo los resultados aquí -dijo Ambar caminando hacia la sala y nosotros la seguimos.

Mía se sentó a mi lado y su atención seguía en el bebé que tenía en sus brazos, mientras Ambar buscó entre sus cosas y sacó un sobre blanco, me lo entregó y tardé varios segundos en abrirlo.

-Ábrelo -me dijo Ambar-, yo ya lo vi.

Su manera de hablar no me daba ninguna pista de si la respuesta era si o no. Simplemente lo abrí y leí rápidamente, mi corazón estaba tan acelerado como si hubiera corrido una maratón.

-Lo siento -dijo Ambar en cuanto volví mi mirada a ella luego de leer los resultados-. Lamento los problemas que te causé, las fechas coincidían, discúlpenme.

-¿Alguien me va a decir el resultado? -habló Mía de manera tranquila y la miré mientras respiraba profundamente.

-Negativo -dije por fin.

Mía me miró en silencio y luego miró al bebé por largos segundos, para acabar mirando a Ambar.

-No pidas disculpas, después de todo esto sirvió para consolidar más nuestra relación -sonrió un poco, muy poco-. Ya me había encariñado demasiado con Theo para ser su madrastra -rió.

-No bromees ahora -dije casi en un susurro.

-No estoy bromeando -Mía rodó los ojos.

-Eres tan... adorable -Ambar rió mirando a Mía-. Puedes visitar a Theo cuando quieras, de verdad, me ayudaste demasiado en estos días y te comportaste como ninguna novia de un chico lo habría hecho.

-¿De verdad puedo visitarlo? -preguntó Mía entusiasmada.

-Claro que sí -reafirmó Ambar.

-¿Qué pasará con el papá de Theo? ¿Lo buscarás? -preguntó Mía luego de un par de minutos.

-No lo sé, eran dos personas las que podían ser y si no busqué a los dos al mismo tiempo fue porque sabía que Nelson me culpará y no querrá ni siquiera ver a Theo.

-Ambar escucha, Theo te tiene a ti, tú serás su madre y padre, créeme que será feliz así, pero necesitas que ese hombre se haga cargo económicamente de tu hijo y no vengas con orgullos de mujer diciendo que no necesitas su dinero, porque es tu hijo quien lo necesita y es su responsabilidad mínima en todo esto , no es pedir una limosna, es exigir los derechos de tu hijo -dijo Mía mientras no dejaba de acariciar al bebé-. Si necesitas un abogado avísame.

-Gracias Mía, mil gracias por todo -sonrió Ambar levemente.

Estuve en silencio por lo que pareció una eternidad, mientras ellas hablaban y el bebé lloraba de vez en cuando. Mi celular comenzó a vibrar, miré la pantalla: Derek. Corté la llamada y luego volvió a vibrar, una y otra vez, siete llamadas exactamente y no contesté a ninguna. Las entregas ya habían salido bien y habíamos acordado cortar la comunicación por unos días hasta que se calmara todo.

Luego de un rato Mía por fin se puso de pie y nos despedimos de Ambar para irnos a casa de Mía.

-¿Te sientes bien? -me preguntó ella cuando estábamos de camino a su casa.

-Sí, solo que esto es extraño.

-¿Pensaste que podía ser tu hijo?

-No, jamás, no sentía ningún acercamiento hacia ese bebé, pero de todos modos todo este tiempo fue una tortura -confesé-. Tenía miedo de que nuestra relación se viera afectada por esto.

-Te dije mil veces que no sería así.

-Lo sé, pero eso decías ahora, un hijo no es cualquier cosa Mía, hubiera tenido responsabilidades importantes, ni siquiera me sentía preparado para eso aún.

-Jamás se esta preparado para ser padre.

-No quiero tener un hijo si no es contigo -le di una mirada de segundos y ella sonrió mirándome.

-Ojalá sigas pensando lo mismo en el futuro.

Llegamos a casa de Mía y su padre estaba bailando Just Dance con Tom en la sala, mientras Javiera y Angela reían a carcajadas mirándolos desde el sofá. Mía agarró mi brazo y corrió a unirse con su papá y su hermano.

-¡Competencia de baile en parejas! -gritó emocionada.

-Debes estar bromeando -rodé los ojos riendo.

-No, estas obligado a bailar y a ganar -me dio un beso rápido.

-Veamos que tal es tu novio en el baile -dijo el papá de Mía sonriendo.

No había visto a Mía sonriendo así con su papá jamás, se veían bien, se veían como una familia feliz y me encantó verla así. Me encantó poder compartir con su papá y su familia de esa manera, era como si jamás su padre hubiera estado contra nuestra relación.

***

Mi celular vibró mientras miraba a Mía bailar ahora con Tomás, miré la pantalla; Ryan. Me hice a un lado disimuladamente y contesté.

-Hola.

-Detuvieron a Derek -dijo enseguida.

-¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué? -pregunté intentando mantener un volumen bajo.

-Hoy, hace un rato, dicen que tienen pruebas concretas sobre su negocio de tráfico de drogas. Saben que no lo hacía solo Justin, lo saben -dijo y sentí como si todo se detuviera a mi alrededor.

-¿Tienen nuestros nombres? ¿Nos tienen identificados? -pregunté con temor por la respuesta.

-No lo sé, al parecer no aún, porque si así fuera ya estaríamos detenidos junto con Derek -hubo un silencio de segundos-. ¿Qué haremos Justin?

-¿Dónde estás?

-Voy camino al departamento.

-Voy para allá -corté la llamada.

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Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora