Capítulo 27

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Cada noche y cada mañana pienso en lo mismo; jamás despertamos pensando que podría pasar algo que nos cambiara la vida, no te das cuenta cuando todo se desmorona de un momento a otro y entonces te encuentras perdida, no sabes que hacer, no sabes como verle un buen sentido a la vida. Lo único positivo que tengo en mi mente es mi hermano, pero hay veces en que todo me colapsa, todos mis pensamientos me ahogan y nadie me entiende, nadie hace un mínimo esfuerzo por entenderme y eso duele. No pido que comprendan mi dolor, porque todos pueden imaginarlo pero no sentirlo, solo pido que me den mi espacio. Mi papá es un insensible, no hace más que querer que yo actúe como si nada hubiera pasado, no entiende lo difícil que es. Sé que a veces soy una insoportable que me desquito con todos, pero por dios, ¿nadie puede entender que solo quiero estar sola y vivir mi luto? Es mi madre la que murió, no es una persona que haya conocido unos años, es la persona que me dio la vida, mi amiga, mi confidente, mi todo. Solo quiero tranquilidad para poder aprender a vivir con el dolor.

No me levanté de la cama en todo el día martes, solo fui hasta la cocina por chocolate caliente de vez en cuando y me hundí en un libro, leer me mantenía la mente totalmente ocupada y eso me encantaba. Any y Dylan me llamaron para saber por qué no había asistido a clase, ellos son tan preocupados y a la vez tan prudentes, se han comportado conmigo igual que antes que supieran lo de mi mamá, eso es lo que esperaba, no me gusta que me tengan lastima porque eso me hace recordar más aún todo, creo que soy afortunada al tenerlos conmigo, son buenos amigos.

-Estoy bien -le repetí por tercera vez a Any a través del celular-. Solo no tenía ánimo de ir a clase.

-Entonces ¿puedo visitarte esta tarde? Sospecho que necesitas hablar con alguien, sabes que puedes confiar en mí.

-Sí, acepto tu visita y la agradecería mucho.

-Perfecto. Por cierto, alguien estuvo preguntando mucho por ti hoy.

-¿Erick? -reí.

-No, no eres buena adivinando, o no quieres decirlo -escuche su risa.

-¿Hablas de Logan?

-No, piensa más Mía -volvió a reír.

-No se me ocurre nadie más -mentí.

-Justin -me dijo y me mantuve en silencio-. Se acercó a preguntar si estabas enferma o algo, le dijimos que estabas bien, supongo que no debo preguntarte por qué él se preocupa por ti ¿verdad?

-Ni si quiera yo lo sé.

-Por favor Mía, es evidente que le gustas, pero no voy a opinar sobre eso, sabes lo que pienso y lo que todos saben de él, tú sabes lo que haces.

-No hago nada Any, en serio -rodé los ojos aunque no pudiera verme.

-Ok, nos vemos en la tarde, dile a Tomás que le llevaré golosinas -cortó.

Si hay algo para lo que no me siento preparada es para hablar de chicos. Lis, mi amiga de Chicago siempre me dijo que no saliera con Jeremy porque era un chico problemático, pero no quise hacerse caso, ella me apoyaba y hasta me acompañaba cada vez que se lo pedía, pero siempre tuvo razón y fue lo peor del mundo cuando tuve que pedirle a mi mamá que fuera a la comisaría por Lis y por mí. Jeremy se había metido en una pelea callejera y cuando llegó la policía nos detuvieron a todos.

-Te lo dije, te dije que era un maldito problemático, pero no, tú te derretiste porque era guapo -me dijo Lis durante todo el camino hasta mi casa luego de que mi mamá fuera por nosotras.

-Al menos tu mamá no sabrá de esto, la mía si lo sabe -le había dicho yo.

-Sí, lo sé y te advierto que no quiero que veas más a ese chico -me dijo mi mamá.

Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora