Capítulo 23

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-Ahora piensa que vas a hacer mientras estés aquí, porque yo seguiré leyendo -tomé el libro entre mis manos y me recosté en la cama.

-Entonces voy a observarte mientras lees -susurró.

Por un momento supuse que bromeaba y que finalmente se iría luego de unos segundos, pero estuve con mi libro enfrente por varios minutos, aunque sin concentrarme y de vez en cuando levantaba la mirada, lo veía observándome, me costaba descifrar su expresión, era como si estuviera dedicándome demasiada atención y estuviera fascinado. Dejé el libro a un lado luego de marcar la página en la que estaba y lo miré en silencio, nos miramos por varios segundos, quizá uno o dos minutos enteros totalmente en silencio.

-¿Qué quieres de mí? -escupí las palabras que siempre se venían a mi mente cada vez que él estaba rondándome.

-Simpatía, puede ser -sonrió.

-Hablo en serio -aclaré la garganta.

-Por qué piensas que quiero algo de ti? -me estaba mirando desde más cerca.

-Porque estas aquí -dije enseguida y él se mantuvo en silencio-. Cuando llegué al instituto y me fastidiabas a cada momento pensé que eras así con todo el mundo -él negó con la cabeza-. Exactamente, no eres así con todas, entonces no sé porque lo fuiste conmigo y luego... Luego comenzaste a fingir que te preocupabas por mí y ahora terminas metido en mi habitación porque simplemente querías verme.

-Lo que pasó al principio fue algo infantil, solo bromeaba contigo, no seas exagerada con eso, era divertido fastidiarte. Pero no quiero nada de ti, nada más que dejes de pensar que soy tu enemigo, solo quiero conocerte -sus palabras parecían sinceras.

-Es extraño Justin...

-Me gusta como suena mi nombre en tus labios -me interrumpió con un susurro.

-¿Me estas coqueteando?

-No -rió-. Continúa, ¿por qué es extraño?

-Porque quieres conocerme a mí, de un día para otro simplemente dices que quieres conocerme y no sé porqué, si jamás he sido agradable contigo para que quieras ser mi amigo.

-No dije que quisiera ser tu amigo -se encogió de hombros-. ¿Por qué le das tantas vueltas al asunto?

-Porque no quiero ser juguete de nadie -fruncí los labios un momento-. Justin, tú no sabes las cosas que tengo en mi cabeza, realmente no quiero más problemas y no estoy para juegos infantiles, no quiero ser una más de tu lista y tampoco estar en boca de todo el mundo.

-Si tan solo confiaras en mí y me dijeras que hay en tu cabeza, quizá podría entenderte, porque realmente no lo entiendo. Tienes 17 años Mía, un hermano adorable, una casa en donde se preocupan por ti, ¿qué mas puedes pedir?

-¿Eso piensas que es mi vida? ¿Aún piensas que solo soy una chica mimada que es amargada porque no cumplen con sus caprichos?

-No, no pienso eso, pero ya ni si quiera sé que pensar -su pierna roza la mía-. Tengo una vida de mierda, estoy metido en cosas ilegales, no tengo una familia que me espere cada día en casa, ni si quiera tengo un perro que se alegre porque llego a casa, pero no por eso soy un amargado con el mundo.

-Eso para ti es una vida de mierda Justin? Porque te aviso que es la vida que tú escogiste, según lo que tú mismo me contaste, si no tienes una familia que te espere en casa cada día no es porque no la tengas, es porque tú te fuiste y los dejaste, y te informo que hay personas que tienen una vida de mierda sin haberla escogido y sin poder hacer nada para que eso cambie, tú si quieres puedes cambiarlo.

-Es complicado -desvió la mirada-. Entre todo lo que te conté de porque me fui de casa faltaba un detalle y era que me peleé con mi papá, por eso ahora visito a mi mamá solo cuando él no está.

Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora