-No vas a perderme, lo prometo -besó mi frente y volví a acurrucarme en su pecho.
Sentí los latidos de su corazón y sus brazos a mí alrededor hasta que me dormí.
***
-Mía -escuché un par de veces y abrí los ojos-. Es tarde, tu papá ya debe haber notado que no estás en casa -me habló Justin preocupado.
-No lo creo, ¿qué hora es? -pestañeé un par de veces.
-Diez treinta, vamos a tu casa ahora, no quiero que tengas problemas -me dijo y asentí en silencio.
Justin habló con Ryan para que él se encargara de entregar la moto que habíamos utilizado el día anterior, y de recuperar su auto, mientras que a mí me llevó a casa en un taxi y en el camino pasamos a un local Dunkin Donuts para comprar algo de desayuno. Ambos subimos por el balcón de mi habitación, reímos de nuestros intentos fallidos un par de veces hasta que lo logramos.
-Por fin llegas -escuché decir y salté de la sorpresa, vi a Javiera sentada en mi habitación.
-¿Qué haces aquí? -pregunté riendo aún por lo que nos había costado subir.
-Se supone que estoy hablando contigo hace cerca de una hora -dijo ella-. Tu papá iba a venir a despertarte para desayunar y le dije que quería hablar contigo a solas.
-¿Y qué querías hablar conmigo?
-Nada, fue para que él no viniera y se diera cuenta que no estabas.
-¿Cómo supiste que no estaba?
-Dylan me llamó y me dijo que te cubriera porque te habías ido con Justin.
-¿Una donuts? -le preguntó Justin acercándole la caja.
-No gracias -rió ella-. Los dejaré solos, pero no hables demasiado fuerte -le dijo a Justin y se puso de pie para salir.
-¡Gracias! -le dije antes de que ella saliera y me miró con una sonrisa-. No es primera vez que me salvas, lo agradezco.
-Te dije que no soy tu enemiga -sonrió y salió de la habitación.
-Aw, ¿esto fue algo así como una reconciliaron de hermanastras? -me dijo Justin, le di un codazo en el estómago y se quejó.
-¿Reconciliación de qué? Si jamás hemos estado enojadas, solo no hablábamos.
-Ok ok, pero ahora estas menos insoportable y supongo que puedes entender que ella y tú no son culpables de los líos entre sus padres.
-¿Menos insoportable? -arqueé las cejas.
-Conmigo eres dulce, con el resto no -rió y me abrazó.
-¿Te vas a ir?
-Tengo que irme Mía, no puedo estar oculto en tu habitación todo el día -rió sin ganas.
-Nadie entra aquí, solo Tomás.
-Entonces, ¿puedo quedarme? -preguntó y asentí.
Bajé a la sala para ver a mi padre, o más bien para que él me viera y así poder seguir en mi habitación sin que sospechara nada. Pasé la tarde junto a Justin viendo películas y jugando video juegos, Tomás no tardó en aparecer en mi habitación y se alegró de ver a Justin ahí, los tres jugamos video juegos riendo y divirtiéndonos. En un momento, Justin ganó una carrera de autos en el juego, celebró levantando sus manos animado y me dio un beso rápido, el primer beso frente a mi hermano, porque solo habíamos estado abrazados hasta ese momento.
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Dulce Tormento © #1
Teen FictionMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...