Dulce Tormento © #1

Epílogo

***

El timbre sonó y rodé los ojos riendo, cada vez que Liss salía sola, regresaba minutos después porque había olvidado las llaves, aunque esta vez tardó más de lo normal. Saqué las llaves de su habitación y caminé hacia la puerta.

-Deberías perforarte el ombligo para colgar tus llaves ahí -grité cuando iba llegando a la puerta.

Abrí con una sonrisa triunfante y con las llaves en alto lista para entregárselas, pero mi sonrisa desapareció en un segundo, las llaves cayeron al suelo y todo dentro de mí se estremeció. Justin estaba frente a mí, en Australia, luego de 3 años y medio de haberme enviado esa carta que quemé antes de viajar. Se veía más alto de lo que lo recordaba, con unos cuantos bellos en su barbilla, un cuerpo mas fornido y un cabello un poco más largo de lo usual. Ni siquiera pude hablar al verlo, ni siquiera sé cual era mi expresión.

-Hola -dijo él y por poco sentí que me desmayaría al tenerlo en frente, pero respiré profundamente varias veces.

-¿Qué haces aquí? -pregunté con un hilo de voz.

-¿Puedo pasar? -preguntó-. Necesito hablar contigo.

Me quedé totalmente en silencio, seguía en shock por tenerlo frente a mí. Me moví dos pasos hacia el costado para que él entrada, observó un poco el departamento y se sentó en la sala, lo miré aún sorprendida y me senté frente a él, con una distancia de varios metros.

-¿Cómo estás? -preguntó por fin luego de varios segundos en silencio.

-¿Qué? -bufé sorprendida-. ¿Terminas conmigo por medio de una carta y vuelves tres años después a preguntarme cómo estoy? -hablé ofendida por su cinismo.

-Mía -entrecerró sus ojos y suspiró-. Sé que fui un imbécil, por eso estoy aquí, para pedirte perdón. No debí haber terminado contigo por medio de una carta, debí haber tenido el valor de decirte las cosas a la cara.

Ok, él está arrepentido de haber terminado conmigo por una carta, pero en definitiva, no esta arrepentido de haber terminado conmigo. Golpe doble al corazón, Justin mil, Mía cero.

-Justin -hablé luego de estar pensativa por unos segundos-. No debiste haber viajado para esto, para pedirme perdón por la manera en que terminaste conmigo, finalmente a estas alturas la manera en la que haya sido ya no importa.

-Pensé que era necesario mirarte a los ojos para decirte que lo siento.

-Ok -suspiré evitando decir las cosas que quería decirle, quería reprocharle por todos estos años de dolor, pero prefería callar.

-Lo siento Mía, de verdad -insistió-. Jamás quise que las cosas acabaron así, sé que fui un imbécil por todas las cosas en las que estuve involucrado, yo fui quien arruinó mi vida y de paso perjudiqué la tuya -dijo y me mantuve en silencio sin dejar de mirarlo a los ojos-. Fuiste lo mejor que tuve en la vida -su voz cambió-. Y sé que yo no fui el príncipe azul que merecías, pero me alegra que ahora estés bien, de verdad me alegra verte feliz y que yo no haya sido más que un mal capítulo para ti.

-¿Te parece que estoy feliz? -pregunté en tono irónico ya sin poder contener mis palabras-. ¿Piensas que durante estos más de tres años he sido feliz? -me puse de pie y mi volumen de voz aumentó-. Eres un egoísta Justin, un egoísta de lo peor y si viniste aquí para esto quiero pedirte que te vayas ahora mismo.

-¿Qué? ¿Por qué me dices esto? -frunció las cejas confundido-. Solo quiero pedirte perdón y poder seguir en paz sabiendo que no me odias por todo lo que pasó.

-¿Puedes responderme una cosa? -me atreví a decir y él asintió-. ¿Por qué me dejaste exactamente? ¿Por qué decidiste terminar conmigo?

-No quería que desperdiciaras tu vida en esperarme -respondió luego de un rato.