MÍA
Abrí los ojos sin recordar nada, el último recuerdo que estaba en mi memoria era que Ryan se había sentado a mi lado en el sofá. Sentí cinta en mi boca y tenía mis manos atadas, frente a mí estaba Justin de pie mirándome con la tristeza más grande que había visto alguna vez en sus ojos, estaba llorando, estaba llorando aunque quisiera ocultarlo o contener ese llanto. Miré más a nuestro alrededor, estábamos en la habitación de Justin y había policías por todas partes registrando, esposaron a Justin y comencé a gritar y moverme intentando soltar la soga que me tenía atada a la cama, grité desesperada por no poder hablar con esa cinta en la boca. Un par de policías empujó a Justin a salir de la habitación mientras él no despegaba su mirada de mí, movió sus labios diciendo "Te amo" y mis gritos aumentaron.
Ahora las preguntas me invadían. ¿Por qué estoy así? ¿Quién me ató a la cama y me puso la cinta en la boca?
-¡Desaten a la chica secuestrada! -gritó un hombre. ¿Secuestrada? ¿Desde cuando que estoy secuestrada?-. Tienen que revisarla los médicos y luego la interrogaremos.
Un hombre me quitó la cinta de la boca y comencé a gritar su nombre , ¡Justin! -era la única palabra que salía de mi boca.
-Tranquila señorita, ya está a salvo -me dijo uno de los hombres.
Seguí gritando su nombre mientras las lágrimas caían descontroladamente. Me sacaron de la habitación, el departamento de Justin estaba destruido, de seguro estaban buscando droga o algo así. Ni siquiera me di cuenta como llegué hasta la calle y me estaban subiendo a una ambulancia. No volvía a ver a Justin, solo escuchaba las sirenas de la policía alejándose, se lo habían llevado.
Un par de médicos me estaban revisando en la parte trasera de la ambulancia, tocaban mis muñecas, alumbraban mis ojos, tocaban mi cuello e intentaban moverlo.
-Estoy bien -les dije para que me dejaran en paz-. Nadie me hizo nada, estoy bien -repetí.
-La chica está lista para ser interrogada -anunció el médico a uno de los policías.
-No voy a declarar nada -dije enseguida.
Me alejé de todos pensando en buscar un taxi, un par de policías me siguió diciéndome que debía presentarme para realizar la denuncia y declarar, pero lo ignoré por completo. A la distancia vi a Dylan, Miley y Any, corrí hacia ellos enseguida, Any me abrazó y comencé a llorar nuevamente.
-No sé que pasó, estaba con Justin y me dijo que llegaría la policía, quería que me fuera pero yo no podía dejarlo solo -dije mientras abrazaba a mi amiga-. De repente desperté atada a su cama y con cinta en la boca, dicen que fue secuestro, ¿cómo podría Justin haberme secuestrado?
-Mía, tienes que ver esto -me dijo Dylan y me entregó su celular.
"Dylan, la policía viene por mí, Mía está en el departamento y no quiero que la vinculen con el negocio de las drogas, por eso a Ryan se le ocurrió simular un secuestro. Por favor ven en cuanto puedas y preocúpate de que ella esté bien, si los interrogan digan que ustedes no sabían nada, yo diré que secuestré a Mía porque ella quería denunciarme. Cuídala bro, por favor cuídala por mi y dile que hice todo esto porque la amo, jamás quise que ella se viera involucrada en todo esto, dile que la amo y que no haga nada por mí, yo estaré bien, dile que me perdone por favor" -mensaje de texto de Justin.
-¿Cómo pudo ser tan estúpido? -dije triste mientras secaba las lagrimas de mis mejillas-. Si antes lo culpaban de tráfico de drogas y esos son muchos años en la cárcel, ahora con un supuesto secuestro todo se complica.
-Él quería salvarte -habló Miley.
-¿Le avisaste a Pattie? -pregunté y ella asintió-. ¿Y a los padres de Ryan cómo podemos avisarles?
-Pattie les va a decir -dijo Miley y asentí.
-Tengo que ir a hablar con mi papá, tiene que sacar a Justin de la cárcel.
-Mía, a Justin no le gustaría que tu padre fuera su abogado, sabes que no quería que supiera nada de esto -me dijo Any.
-A la mierda todo eso, no me importa lo que opine mi papá sobre esto, no dejaré que a Justin le otorguen un abogado público que solo se dedique a hundirlo.
-Tu padre no va a querer hacerlo, solo te llevarás un sermón sobre la razón que tenía él en cuanto a Justin -dijo Any.
-Lo hará -respondí segura.
Sequé mis lágrimas y seguí negándome a declarar cada vez que los policías se me acercaban, junto a los chicos tomamos un taxi para ir al lugar en donde tenían detenido a Justin. Durante el camino no podía olvidar el rostro de Justin mirándome cuando estaba atada a la cama, estaba llorando y jamás lo había visto más frustrado que en ese momento. El solo hecho de recordar su mirada mientras se lo llevaban me hacía llorar de impotencia, rabia y pena.
Llegamos al cuartel policial y Dylan fue quien habló con los policías intentando que nos dejaran ver a los chicos.
-Justin Bieber y Ryan Butler -dijo el hombre frente al computador mientras ojeaba en los registros-. Ellos serán trasladados mañana al reclusorio de la ciudad, estarán ahí hasta el día del juicio que está fijado dentro de dos semanas -nos dijo el policía y nos miró pensativo-. Normalmente los juicios tardan dos o tres meses, de acuerdo a lo que dure la investigación, pero en este caso será rápido porque la investigación ya llevaba mucho tiempo y el juicio de sus amigos será junto con el de Derek Hamil.
-¿Podemos verlos? -pregunté enseguida.
-Aquí no se aceptan visitas, mañana podrán visitarlos en el reclusorio.
-Por favor señor, se lo suplico, necesito verlo -dije y las lágrimas nuevamente comenzaron a caer.
-No puedo, lo siento señorita, aquí no se aceptan visitas, me metería en problemas si la dejo verlo.
-Ok -dije casi en un susurro y comencé a alejarme.
-¡Espere! -habló el policía y me volví a acercar a él-. No puedo dejarla pasar, pero puedo entregarle algo a ese chico, una nota quizá.
-¡¿De verdad?! -me sorprendí y él asintió.
Fue él mismo quien me entregó un lápiz y una hoja. Dylan me dijo que no le escribiera algo comprometedor que pudieran leer los policías o algo que pudiera dejarlo intranquilo. Luego de pensar un poco finalmente escribí...
"Mi papá será tu abogado y el de Ryan, no te niegues. Mañana te visitaré en el reclusorio. Estoy contigo, ahora y siempre. Te amo, Mía"
Luego de eso los chicos se fueron conmigo a casa. En cuanto entramos vi a Javiera en el sofá con Tomás riendo mientras miraban la televisión. Javiera me vio y se puso de pie enseguida preguntando que pasaba.
-¿Está mi papá? -pregunté.
-Esta en su oficina -me dijo aún preocupada-. ¿Qué pasó? ¿Por qué te ves como si hubieras llorado un año entero?
-Los chicos te contarán, voy a hablar con mi papá -dije caminando hacia la oficina de papá.
Entré sin golpear la puerta ni nada, él levantó la mirada en un principio molesto, porque odia que entren sin avisar, pero en cuanto me vio se puso de pie y su expresión era de preocupación. Me lancé a sus brazos llorando, ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que lo abracé de esa manera y lloré en su pecho, ni siquiera para el funeral de mi mamá fue así, durante esos días yo solo me había aferrado a mis abuelos maternos.
-¿Qué pasa Mía? -me preguntó preocupado mientras yo no dejaba de llorar-. ¿Qué sucede? Por favor dime algo. ¿Justin te hizo algo? ?Terminaron? ¿Te hicieron algo en la calle? -preguntó al azar.
-Justin -dije entre llantos sin poder decir nada más.
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Dulce Tormento © #1
Novela JuvenilMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...