Las personas que menos te lo esperas son las que más te brindan su apoyo. Cuando estaba detenido jamás pensé que el papá de Mía sería mi abogado, supuse que ella se lo pediría pero imaginé que se negaría, para mi suerte me equivoqué porque si hoy estoy libre es todo gracias a él.
Se cometen muchos errores en la adolescencia, se hacen muchas cosas sin pensar, pero todo tiene sus consecuencias y ahora me siento más tranquilo por haberlas enfrentado. Sin duda la peor consecuencia de todas fue perder a Mía, pero sigo pensando que dejarla fue la mejor decisión, sé que si no lo hubiera hecho ella no estaría ahora estudiando, no habría hecho nada más que esperarme, dedicar su vida a mí a pesar de que jamás lo merecí.
Mi mamá me propuso mil veces que nos fuéramos al campo, pero no le encontré sentido a ir, no podría trabajar ni progresar estando ahí, sería como una pausa en mi vida y ya tuve suficiente con la estadía en la cárcel.
Recibí una carpeta de parte del señor Smulders en donde me entregó una lista de las cosas que debía hacer en el primer mes para trabajar con él. Entre esos papeles había un papel de un color diferente y más pequeño, lo observé detenidamente como a todos, era una dirección; Calle Kingston 867, Sydney, Australia. Algo dentro de mí despertó al leer esa dirección, ¿podía ser posible que el señor Smulders me estuviera dando la dirección de Mía? ¿O quizá solo era alguna dirección de alguno de sus clientes extranjeros?. Definitivamente no creo que el propio padre de Mía quiera a alguien como yo cerca de ella nuevamente después de todo, así que no, esa dirección no podía tener nada que ver con ella.
La vida me esta dando una nueva oportunidad de comenzar desde cero para ser un hombre de bien y lo haré, no dejaré pasar las oportunidades, haré algo bueno con mi vida pero viviré con el recuerdo de Mía para siempre, porque no me permitiré a mi mismo volver a arruinar su vida, al menos viviré sabiendo que mi decisión la hizo tomar un buen camino y que mi dolor ha valido la pena. Supongo que los amores para siempre a la edad que nos conocimos no existen, pero al menos yo sé que no la olvidaré fácilmente porque ella me acercó a lo que realmente soy, antes de conocerla ni siquiera sabía que podía hacer algo bueno por alguien, no sabía que podía dejar a un lado mis intereses por ver sonreír a alguien más, no sabía lo que era el amor, en cambio ella siempre fue buena y yo fui el capítulo amargo de su vida.
MÍA.
-¡Por fin segundo año aprobado! -dijo Liss mientras chocábamos nuestros vasos brindando por nosotras.
-Invictas amiga -sonreí-. ¿Quién diría que ya llevamos dos años viviendo juntas?
-Esto es un récord, no pensé que te soportaría tanto -bromeó-. ¿Estas vacaciones vendrá Tomás a visitarnos? -preguntó mientras comíamos.
-Probablemente, las vacaciones pasadas le encantó estar aquí, mi papá me dijo que cuando regresó hablaba todos los días sobre las playas de aquí, los parques de diversiones y todo eso a lo que lo llevamos.
-Si ahora viene no creo que quiera ir a un parque de diversiones, ya debe querer ir a prostíbulos -bromeó mi amiga y reímos.
-Solo va a cumplir 11, cálmate un poco -reí.
-¿Tienes vacaciones en tu trabajo? -preguntó y asentí-. ¿Y no quieres ir a visitar a tu papá?
-No, no me quiero mover de aquí, estoy bien -sonreí y ella asintió-. ¿Va a venir Alex o irás tú?
-Iré yo, recuerda que este año por fin si le aprobaron el traslado y quiero visitar a mis padres.
-Dile a Alex que no este pagando ningún otro departamento cuando se traslade, puede quedarse aquí con nosotras, a mí no me molesta para nada -me encogí de hombros.
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Dulce Tormento © #1
Roman pour AdolescentsMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...