Mía.
Luego de que el imbécil de Justin me tirara el café encima, Any me acompañó al baño, de camino nos encontramos a un chico de cabello oscuro y ojos celestes, tenía la piel muy blanca y unas cuantas pecas se asomaban sobre su nariz, como las de Any. Ella lo saludó a la distancia pero él se acercó enseguida.
-Mía, él es Dylan, mi primo –habló Any enseguida y él se acercó a darme un beso en la mejilla. Su mirada se fijó en mi mancha de café.
-¿Qué te pasó? –frunció las cejas.
-Se le derramó el café, ¿no estás viendo? –Any rodó los ojos.
-No se me derramó, me lo tiraron encima –aclaré casi en susurro.
-Sí? Y quién? Por qué? –preguntó enseguida Dylan.
-Tu amigo, el idiota de Justin –se me adelantó Any.
-Bueno, ¿podemos hacer vida social luego? –los miré a ambos-. Quiero quitarme esto.
-¿Y qué te vas a poner? –rió Any.
-No lo sé, me quedaré en el baño hasta que esto se seque –me encogí de hombros.
-Claro que no –Dylan soltó una pequeña carcajada-. Quítate eso, te prestaré mi suéter.
-De verdad? –me sorprendí.
-Claro, toma –se lo quitó enseguida y me lo entregó.
Luego de darle las gracias corrí al baño, el suéter de Dylan me quedaba algo grande pero al menos estaba seco y no olía a café.
-No me habías dicho que tenías un primo en el instituto –le hablé a Any mientras seguíamos en el baño.
-Ayer hablamos muy poco, pero sí, él es mi primo –sonrió levemente.
-¿Es amigo de ese imbécil?
-No precisamente los mejores amigos de la vida, pero tienen una buena relación porque juegan básquet de vez en cuando.
-¿Es por eso que tú eres amiga del idiota también? –pregunté.
-No –frunció las cejas-. No soy su amiga ni nada que se le parezca, de hecho, ayer ni si quiera sé por qué me habló cuando estaba contigo, jamás habíamos hablado.
-Bueno, en fin –suspiré-. ¿Vamos?
-¿Vas a entrar a clase?
-No quiero, ¿y tú?
-Me quedo contigo –sonrió.
Al salir del baño vimos que Dylan seguía ahí, estaba hablando con otro al cual no divisé con exactitud porque en segundos se dieron un apretón de manos y el chico se alejó, mientras Dylan se acercó a nosotras.
-Mejor? –me miró con una sonrisa.
-Sí, gracias –respondí seria, aún estaba molesta de solo pensar en Justin.
-Tienen clase ahora? –nos preguntó.
-Sí, pero no vamos a entrar –Any respondió.
-Yo no tengo clase, les parece si vamos a conversar un rato a la cafetería?
-No menciones nada que tenga que ver con café –bufé y él rió.
-Bueno, al jardín, no lo sé –insistió.
-Si vamos –Any respondió enseguida.
-Entones, eres nueva? –me preguntó Dylan cuando estábamos sentados en el césped.
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Dulce Tormento © #1
Novela JuvenilMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...