-Tu plan es una mierda -me dijo antes de que yo reaccionara a hablar.-¿A qué te refieres? -fruncí las cejas.
-¿Tener a dos chicas con aspecto de escort en tu departamento y traerme? ¿Eso fue algo para provocarme celos o para mostrarme que todo lo que me dijiste anoche era una puta broma?, porque claro, quién podría creer que teniendo a esas chicas con esos cuerpos tú te fijarías en mí -rodó los ojos, como siempre.
-¿Qué? Mía no, esto no es ningún plan, solo Ryan es un idiota, yo no sabía que ellas estarían aquí, no tengo ningún plan de celos y todo lo que te dije es cierto -dije mirándola aunque ella evitara mi mirada.
-¿Y ahora qué quieres? ¿Qué te crea y regrese al departamento para mirarlos tener sexo o que entre todos hagamos una orgía?-quise reírme al escucharla pero su seriedad me mantuvo serio también.
-Me voy a encargar de que Ryan se las lleve -dije enseguida.
-Ya se fueron -escuché la voz de Ryan y lo vi acercarse. Yo seguía en medio de la puerta del ascensor evitando su funcionamiento.
-Deberías haberte ido con ellas idiota -le dije y luego volví a mirar a Mía-. Volvamos al departamento -dije casi en un susurro.
-Déjame hablar con ella -me dijo mi amigo y le di una mirada asesina-. Oye no te enojes conmigo, quise hacer algo por ti pero lo arruiné, lo siento, no es mi culpa que no avises que venías con Mía.
-Hacer algo por ti -repitió Mía en un susurro.
-¿Por qué tengo que avisar? Tú siempre traes a quien quieres -rodé los ojos, Mía seguía con sus brazos cruzados en su estómago y los labios fruncidos.
-Imbécil, quería ponerte a prueba, solo eso, por eso tenía a esa chica esperándote, para saber si lo que me dijiste de Mía era cierto.
-¿Qué te dijo de mí? -habló ella.
-Que lo tienes loco y que quiere cambiar por ti -mi amigo habló sin complejidad.
-¿Puedes cerrar la boca? -dije mirándolo serio y él sonrió divertido. Volví mi mirada a Mía que ya no se veía tan enojada como hace segundos atrás-. Olvidemos los últimos minutos por favor, volvamos al departamento.
-Vamos Mía, les puedo preparar algo de comer para que me disculpen -dijo Ryan.
-Por favor no, eso solo haría que estuviera seguro de querer matarte -reí levemente y vi a Mía reír también.
-Te aseguro que este idiota no ha traído a nadie a casa desde hace varias semanas.
-No te esta preguntando nada Ryan, deja de arruinarme el día -le advertí.
-Me olvidaré de eso solo si cocinas tan bien como dijiste -me dijo Mía mirándome con una diminuta sonrisa.
-Mía, de verdad discúlpame, nunca me imaginé que Justin llegaría contigo, fue una estupidez lo que hice -se excusó Ryan.
-No me puedo olvidar de eso si lo sigues mencionando -dijo ella y sonreí al ver que ya no lucía enojada.
Volvimos al departamento y ella se sentó en el sofá mientras me metí a la cocina a buscar que podía preparar, ni siquiera sé que puede gustarle pero no puedo arruinar las cosas ahora. Escuché a Ryan que seguía disculpándose con ella por lo ocurrido y volví a reunirme con ellos.
-Ryan ya déjala en paz -le dije enseguida-. Y Mía, no tengo ninguna idea de qué puede gustarte -ambos reímos.
-Te lo dejaré fácil, solo dame un café -rió.
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Dulce Tormento © #1
Dla nastolatkówMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...