𝔓𝔯𝔬𝔩𝔬𝔤𝔬

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Ambos Alfas miraban con dulzura a un Omega, un bebe de tan solo 2 semanas, siendo arrullado por su madre.

-Es tan hermoso.- chilló la señora Min, mirando con amor a aquel bebé de Omega, volteó para mirar y conectarse con su esposo- Él es, mi instinto me lo dice, es el Omega de nuestro YoonGi.

Su Alfa la miro con dicha, su esposa nunca se equivocaba, aquel bebé iba a ser esposo de su hijo.

-Bien, amor.- acarició su mejilla y la envolvió en sus brazos- Señor Park, ¿Es un trato?

Ambos Alfas se miraron, asintiendo, juntaron sus manos en un agarre firme.

-Vayamos por los papeles, es un gusto unir mi reino con el suyo.

-A partir de ahora, nuestros reinos son uno.

A lo lejos sus esposas sonreían ante aquel tierno bebé, que dormía después de tomar la leche de su progenitora, de sus labios escapando pequeños suspiros casi inaudibles.

-Es tan hermoso, Nora, ¿Quién lo diría? Nuestros hijos comprometidos, creo que cumpliremos la promesa que nos hicimos de chicas.

Ambas sonrieron con nostalgia, recordando aquellos tiempos, donde prometieron juntar a sus hijos.

-Nunca pensé que fuera a cumplirse, mi pequeño JiMin con tu pequeño YoonGi.

-Lo sé, solo falta que crezcan, mi niño tiene tan solo 5 años, esperemos que se enamoren, aunque algo me dice que así será.

-Por la Luna, ojalá.

Y aquel vago ruego llamó a la deidad, iluminando desde el cielo, observando a las parejas y enfocandose en aquellos niños separados de su destinado, bendiciéndolos.

Park JiMin siempre fue un, Nacido para un Min.

Nacido Para Un Min |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora