Dedicado a yazmingarciia, ZarellaQuisocala y a Enriquedegalolo. ¡Qué lo disfruten, amores!
***
Luego que Kriztyn sale de mi habitación comienzo a vestirme y peino mi cabello un poco para después cubrirlo con un gorro de lana. Bajo a la cocina para comer el desayuno y veo a mamá hablando con Kriztyn mientras bebe de su taza de café.
—Buenos días —digo y saludo a mamá, besando su mejilla—. ¿Qué hay para desayunar?
—Te hice unos gofres —responde ella.
—¿Con chocolate, moras y crema batida?
Mamá asiente. Tomo asiento en la mesa junto a Kriztyn y le doy un beso rápido. Hoy me levanté muy cariñoso y nada puede arruinar mi buen humor.
—Entonces, ¿a dónde vamos? —le pregunto a mi castaña.
—¿Qué te parece el boliche?
—¿Boliche? Nunca lo he jugado, pero suena bien —digo y entonces mamá me da el desayuno—. Gracias, mamá —digo, a lo cual ella sonríe—. ¿Algo más?
—En la playa hay un festival y a la noche lanzarán fuegos artificiales. ¿Qué te parece?
—Pienso que eres una gran planeadora y que no puedo esperar a irnos.
Kriztyn sonríe y deja un beso sobre mi mejilla. Luego que termino de comer, me lavo los dientes y me despido de mamá para luego subir al auto de mi hermosa novia. Entramos en la ciudad y comienza a nevar un poco. No hay tanto tráfico, así que no nos toma mucho en llegar a la bolera.
—No es tan difícil —dice Kriztyn luego que encontramos donde sentarnos y ponernos nuestros zapatos—. Solo debes agarrar una bola de estas, insertar los dedos en los agujeros, la llevas a la zona de tiro y la sueltas. Así.
Ella camina hacia al frente, lleva el brazo que sostiene la bola hacia atrás y la suelta. Esta rueda por la pista y derriba los pinos, dejando en pie tres.
—¡Rayos! —murmura—. Inténtalo tú.
Tomo una bola de color azul oscuro, la cual sí que pesa, y sigo sus instrucciones. Suelto la bola con un poco de fuerza, esta rueda por la pista y derriba todos los pinos. Miro a Kriztyn, ella me mira perpleja.
—¿Seguro que jamás habías jugado? —me pregunta.
—Muy seguro. ¿Por qué?
—Acabas de hacer una chuza.
—¿Y eso es bueno? —cuestiono confundido.
—¡Sí! —replica emocionada.
Sonrío satisfecho. Nada mal para ser mi primera vez jugando. Sin embargo, parece ser suerte de principiante, porque luego de diez partidas solo logro hacer tres chuzas más. En una de esas partidas, una de mis bolas se sale de su carril y choca contra la bola de otro jugador, sacándola también del carril. El hombre me lanza una mala mirada y yo sonrío culpable.
ESTÁS LEYENDO
Atracción Ilícita
JugendliteraturBryan Doolittle está de vuelta en Carolina del Norte, listo para empezar desde cero. En su primer día de clases se topa con una chica que lo detesta con tan solo verlo, lo que lo toma desprevenido, pues siempre ha tenido popularidad con las mujeres...