Dedicado a Alejandraodisea. ¡Qué lo disfrutes!
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Cinco días. Cinco jodidos días han pasado desde que terminamos y cada uno ha sido igual de terrible que el anterior. Los primeros dos no pude hacer otra cosa que estar en mi cama llorando y torturando a mi corazón con su foto en mi celular. En la tarde del segundo día, Spencer y Harry vinieron a mi casa y lo sé porque tocaron el timbre unas cuatro veces, pero solo me quedé en mi habitación. Al tercer día estaba depresivo, comiendo helado, chocolate y cualquier otra cosa que encontrara en la cocina, y lo único que podía hacer era sollozar, porque ya no tenía más lágrimas. El sábado dormí hasta tarde y no muy bien que digamos, me fumé cuatro cigarrillos y luego salí de mi habitación hacia el patio.
Hoy desayuné algo decente en lugar de la usual manzana. Me atreví a mirarme en el espejo solo para confirmar que mi rostro es un desastre. Mis ojos están hinchados con bolsas bajo los mismos y ligeramente rojos. Mi nariz sigue molestándome y también está levemente raspada. De tanto chocolate que he comido me han salido unos cuantos granos y eso que estoy omitiendo el hecho de que no me he rasurado en estos últimos cinco días. En resumen, parezco un muerto andante y si me ven por la calle, por favor, no me den dinero.
Hoy no tengo energía, me duele la garganta y aunque quiera llorar, no tengo fuerzas para hacerlo. De todos modos no resuelvo nada con eso. La quiero de vuelta, que me perdone, que me dé otra oportunidad de hacer las cosas bien... Pero, ¿cómo? Estoy haciendo lo que mamá me dijo: darle tiempo, pero ¿cuánto? Ya no lo soporto más. La extraño demasiado y el tiempo ha pasado dolorosamente lento estos últimos días.
No sé cómo está ella. No he ido a la escuela en tres días; mamá me excusó diciendo que tenía la influenza. Preguntarle a Spencer sobre ella no va a pasar. Muero por saber cómo está, si se siente tan mal como yo o si se está divirtiendo mientras me olvida. Solo pensarlo me pone peor.
Le hice daño, mucho daño, y me arrepiento como nadie se imagina. No me sorprendería si no me perdona; yo no lo haría si estuviese en su lugar. ¿Qué voy a hacer? Deseo con todo mi corazón recuperarla, pero no sé cómo.
Salgo del baño para volver a mi habitación y descansar un poco. Justo cuando estoy por girar la perilla de la puerta escucho una voz familiar.
—¡Spence, ya lo encontré!
¡Rayos!
No me quiero voltear, porque si lo hago se hará más real. Por lo tanto, por el rabillo del ojo lo veo. Abro la puerta de mi cuarto lo más rápido que puedo e intento cerrar la misma una vez que estoy dentro, pero Keaton es más veloz y se interpone, haciendo que sea complicado cerrar la puerta.
—¿A dónde crees que vas? No te escaparás, señorito —dice. Bueno, podría lanzarme por la ventana, pero esa opción no sería inteligente.
Honestamente yo no quiero ver ni hablar con nadie. Tan solo quiero ahogarme en mi propia miseria, aislado y en paz. Tampoco quiero que mis amigos me vean en este estado, mucho menos Keaton. El pelinegro es ese macho alfa, tiene la mentalidad de un viejo de 70 años que aún piensa que los hombres no deberían mostrar sus sentimientos, porque los hace débiles, y me atrevería a decir que hasta un poco machista. Si me ve así como estoy, se va a burlar y me dirá que me sujete los pantalones y deje de llorar como niña.
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Atracción Ilícita
Fiksi RemajaBryan Doolittle está de vuelta en Carolina del Norte, listo para empezar desde cero. En su primer día de clases se topa con una chica que lo detesta con tan solo verlo, lo que lo toma desprevenido, pues siempre ha tenido popularidad con las mujeres...