Con tanta cosa que está ocurriendo en mi vida personal actualmente, ya hasta se me había olvidado el mes en el que estamos. Si no hubiera sido por Shane, nunca me hubiera enterado de que hoy es 14 de febrero. Me siento mal, porque no le pude comprar algo a Kriztyn y ya es muy tarde como para comprarle un regalo. Nuestro primer día de San Valentín no oficial y yo no tengo nada que darle. ¡Joder!
Excelente manera de empezar a hacer las cosas bien, Doolittle.
Estaciono mi auto en el primer lugar vacío que encuentro y me bajo, echándome la mochila al hombro. Sin embargo, desearía no haberlo hecho y haber llamado a Spencer mejor, porque en menos de un segundo tengo a un gran grupo de chicas rodeando mi auto y bloqueando mis salidas. Todas hablan a la vez, haciendo que sea dificultoso entenderlas. Yo asiento a lo que sea que me dicen y les sonrío mientras trato de hacerme paso entre ellas.
—Chicas, chicas, ¿por qué no hablamos de esto luego? Ahora quiero entrar a la escuela con vida y vestido —les digo, ya que algunas me están jalando de la camisa.
—No te vayas.
—Sí. Aún no te he preguntado.
—Yo tampoco.
—En serio quisiera quedarme a charlar con todas ustedes, pero se me va a hacer tarde —hablo y luego siento un toque en mi entrepierna—. Por favor, guardense las manos —pido, pero no me hacen caso.
Mierda. ¿Ahora cómo salgo de aquí? No puedo sacar mi celular, porque me tienen totalmente aprisionado y apenas me puedo mover.
A veces odio ser tan atractivo y también el día del amor.
De pronto veo a mi salvación, atravesando el estacionamiento.
—¡Lucas, Lucas! —lo llamo.
Él se detiene y mira a su alrededor, buscándome. Finalmente me localiza y una expresión sorprendida cruza por su rostro.
—¿Bryan? ¿Pero qué mierda?
—Ayúdame —le pido, extendiendo mi brazo hacia él.
Lucas me toma del brazo y me hala hacia él, sacándome de la prisión femenina.
—Lo siento, mis amores, pero Bryan necesita un poco de espacio y aire. Hasta luego —les dice mi amigo. Las chicas se quejan mientras nos alejamos de ellas.
—Gracias. Te debo una —le agradezco, suspirando aliviado.
—No hay problema. ¿Cómo rayos pasó eso?
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Atracción Ilícita
Ficção AdolescenteBryan Doolittle está de vuelta en Carolina del Norte, listo para empezar desde cero. En su primer día de clases se topa con una chica que lo detesta con tan solo verlo, lo que lo toma desprevenido, pues siempre ha tenido popularidad con las mujeres...