Llevo aproximadamente 30 minutos debatiendo conmigo mismo sobre qué hacer. Sé que debo salir del auto, enfrentarlo y escuchar lo que tiene que decir. Sin embargo, el temor me retiene. No estoy listo para conocer su versión de la historia, para que me diga exactamente lo que ya sé, para que me mienta y termine de echarle más leña al fuego dentro de mí llamado odio. Así no es como pensaba pasar este sábado, pero no podía seguir aplazando esta conversación por más tiempo.
El mismo auto deportivo negro del martes está estacionado frente a la casa, lo que indica que él está aquí. Suspiro. Decido que tengo que entrar ya. Realmente no me importa, lo perdí una vez, pero ¿qué más da si se va de nuevo? Nunca lo necesité, ¿por qué habría de hacerlo ahora? Salgo del auto, camino hacia la puerta y la abro tras un momento de duda. Escucho risas que provienen de la sala. Él está ahí con Shane viendo televisión. La escena hace que en mi garganta se forme un nudo, me recuerda a cómo éramos nosotros, es como si estuviera viendo una versión mía reflejada en Shane. Cómo duele.
Me obligo a apretar los dientes y aclaro mi garganta para llamar su atención. Él mira en mi dirección y Shane igual. Mi hermano me recibe con una sonrisa, ajeno a la discusión que tuvimos.
—Hola, Bryan. ¿Quieres ver Bob Esponja con nosotros? —me invita, pero yo niego con la cabeza.
—Más tarde, enano —le sonrío. Quisiera tener su edad para así poder perdonar fácilmente—. Blake, ¿podemos hablar?
—Eh, claro —accede—. Porqué no vas a tu cuarto a hacer la tarea y luego vemos una película, ¿está bien? —le dice a Shane.
Él asiente y sube a su cuarto luego de darme un abrazo rápido. Yo tomo asiento en el otro sofá. Estoy muy tenso, pero intento ocultarlo, relajándome en el sofá, aunque así es como menos voy a estar.
—Pensé que estabas muy enojado y que no querías hablar —dice.
—Todavía lo estoy, pero que esté dispuesto a hablar no significa que las cosas estén bien entre nosotros. Que te quede claro.
—Clarísimo —su intento de broma no me hace gracia, en cambio hace que mi expresión de endurezca.
—Bien, iré directo al punto, estoy aquí para escuchar lo que sea que tengas que decir —inicio la conversación—. Quiero escuchar tu versión de la historia.
—Primero, me alegra que hayas... —comienza y yo quiero rodar mis ojos. No sé porqué escucharlo hablar me irrita tanto.
—Sin rodeos, ¿quieres? —le pido. No me interesa cuán feliz le hace el hecho de que yo haya decidido escucharlo. Solo quiero salir de esto ya, no me siento cómodo mirándolo ni escuchándolo. ¿Por qué rayos accedí a esto?
—De acuerdo —asiente—, pero quiero que sepas que yo jamás quise dejarlos.
Suelto un bufido y me cruzo de brazos.
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Atracción Ilícita
Fiksi RemajaBryan Doolittle está de vuelta en Carolina del Norte, listo para empezar desde cero. En su primer día de clases se topa con una chica que lo detesta con tan solo verlo, lo que lo toma desprevenido, pues siempre ha tenido popularidad con las mujeres...