Stephen

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Temprano ese día en el museo se sentía mucho mas aburrido que los anteriores. Lo unico que hacía era caminar por el lugar vigilando las reliquias que allí se exhibían y si quería podía sentarse a comer como en las peliculas, pero su hermano le explicó que por esa razón los guardias eran lentos y asesinados mas fácilmente.
Entre las personas que visitaban el museo aquella tarde había un grupo de niños en un viaje escolar, Stephen estaba junto a la escalera cuando subieron al piso superior. Delante del grupo iba un hombre que guiaba alegre a los niños, al final de la cola había otro que lucía mas cansado que el primero. Al pasar a su lado le regaló una sonrisa al guardia y siguió su camino, Stephen tuvo el impulso de seguirlos causado por su curiosodad y subió las escaleras. Se quedó junto a un libro protegido dentro de un cristal de brazos cruzados observando, los niños no prestaban atención a ninguno de los dos adultos y se dispersaban por el lugar.
Mientras que uno de los hombres intentaba reunir a los chicos, el mas bajo se acercó a Stephen y se apoyó en la columna de marmol a su lado soltando un suspiro. Cabello corto y rubio, baja estatura y ropas aburridas, sin embargo portaba una amable sonrisa que mantuvo al hablar

-Los niños son difíciles

-Eso veo

-¿Tiene hijos?

-Uno, pero no es nada como esos salvajes

Stephen creyó que había dicho algo malo y no esperaba escuchar la risa del que suponía era profesor. La pequeña carcajada le recordó a su esposo, el hombre tenía un gran parecido con él de hecho. Eso entristeció a Stephen al recordar su reciente discusión, debía hallar una manera de hablare sobre el trabajo sin acabar discutiendo. Salió de sus pensamientos cuando el hombre a su lado se posó frente a él y extendió su mano

-Soy Paul

-Stephen Strange

Cuando estrecharon sus manos, el profesor pareció sorprenderse

-Eres el cirujano famoso

-Era

-Es increible conocerte. Un gran placer

-Gracias. No me lo dicen mucho

Stephen, a pesar de ser el guardia, sacó un cigarrillo y lo colocó entre sus labios. Paul regresó a su posición anterior y observó a los niños que debía estar cuidando

-¿Por qué dijo "era"? ¿Ya no es medico?

-Renuncié a mi puesto. Ya no me era posible seguir

El hombre miró a Strange curioso, notó un ligero temblor en sus manos cuando encendió el cigarro. Miró al frente con expresión comprensiva

-Entiendo. ¿Sabe? Mi sueño era ser actor de teatro o cine, pero también tuve que renunciar a el

-¿Alguna razón en particular?

-No alcancé mi sueño. Así que me convertí en profesor de teatro

-Una pena

-Lo es, pero estoy bien. Al menos tengo un trabajo y un acogedor hogar

Esas palabras le dieron esperanzas a Stephen, si Everett apreciaba su relacion y familia tanto como él entonces podría convencerlo de no ir a la cena. Paul se retiró cuando tuvo que intervenir en una pelea entre dos de sus estudiantes. Stephen bajó al primer piso y apagó el cigarro en la barandilla de la escalera, allí sacó su teléfono e hizo una llamada

-Ever, cuando llegue a casa debemos hablar.... Solo no cenen sin mí

Guardó su móvil y siguió con sus rondas hasta el final de turno.
Se apresuró a llegar a la casa, saludó a Bilbo y se fue a la habitación junto a Everett para aclarar unos asuntos.
Luego de enterarse del viaje de negocios y de la fría respuesta que su esposo le dio, Stephen solo pensó en leer para calmarse, pero eso no surgía efecto últimamente asi que decidió salir a tomar algo. No era la mejor de sus ideas pero no tenía otra por el momento, solo quería despejar su mente y averiguar como calmar la situación matrimonial.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora